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miércoles, diciembre 4, 2024

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Volvo Winter Test: EX30, el coche que necesita Papá Noel para sus entregas

Lulea, ciudad situada al norte de Suecia. Al norte, rozando el Círculo Polar Ártico, en invierno. Aquí el termómetro no suele superar los cero grados en esta época del año. ¿Y es este un buen momento y lugar para probar un vehículo eléctrico? ¿No pierden sus baterías capacidad de autonomía en situaciones de frío extremo? Volvo opina que no, y hasta aquí nos ha traído para comprobarlo.

Se trata del EX30, su nuevo todocamino que llega al competido segmento compacto y en el que ofrece muchos más argumentos que una generosa habitabilidad, unos impecables acabados o un aspecto robusto. Sus virtudes también remiten a una notable autonomía y un precio asequible a más bolsillos de los que en un primer momento puede parecer por su carácter premium.

Cuando empezamos a poner a prueba el coche en Lulea el termómetro no alcanza los cero grados. Nuestra primera misión es alcanzar una pista de pruebas, para lo que debemos completar una ruta de casi 100 kilómetros. Al poner en marcha el coche, del que miembros de la marca ya nos han comentado que está preparado para arrancar aunque el termómetro marque 40 grados bajo cero, su indicador de autonomía señala 345 kilómetros de rango. Cuando comenzamos a rodar, además de comprobar lo ágil que es cuando el terreno no ofrece las mejores condiciones de adherencia gracias a su sistema de tracción a las cuatro ruedas, pongo especial atención en comprobar si su autonomía desciende en picado.

Por supuesto, el coche se acondiciona en condiciones normales. A mí me gusta conducir sin abrigo, por lo que con tres grados por debajo de cero encender la calefacción es algo necesario. El recorrido transita por vías secundarias en las que intentar una conducción regenerativa resulta complicado. Al llegar al destino, el rango de autonomía no se había descontrolado más de lo que lo hubiera hecho en un recorrido por carreteras asturianas en primavera, por lo que, al menos a título personal, doy por derribado ese mito que dice que los eléctricos pierden autonomía en condiciones de frío extremo. Bueno, voy a ser más preciso. No la pierden los eléctricos de Volvo.

Este primer destino nos lleva a un circuito sobre nieve en el que, si hasta ahora no habíamos sido capaces de percibir las grandes cualidades del EX30 como rodador en suelo resbaladizo, los responsables de la marca sueca ya se han encargado de preparar distintos escenarios en los que demostrar todas las cualidades de su nuevo todocamino eléctrico. Un circuito de casi cuatro kilómetros con todo tipo de curvas, otro para hacer slalom… Si me dicen que en lugar de rodar en un circuito de nieve lo estaba haciendo en el Jarama no engaño a nadie. Ni un derrape, ni un aviso de salirse del carril. Claro, con todas las ayudas que ofrecen los coches hoy en día cualquiera puede conducir.

Esto le comento a uno de los monitores que, con una sonrisa, me anima a que quitemos algunas de ellas y confiemos en el sistema de retención One Pedal, que prácticamente trabaja como un freno motor… y el resultado es el mismo. El coche siempre pone todo de su parte para que conducir en condiciones de adherencia reducida sea lo más seguro posible.

Volvo EX30: exclusivo pero asequible

Volvo ya tiene a la venta su EX30, un todocamino de 4,23 metros de largo que sólo se puede encontrar con sistemas de propulsión 100% eléctricos. Es el modelo con el que la firma nórdica inicia una nueva era, y no sólo por su apuesta por la electrificación. Su denominación responde a la nomenclatura adoptada para los modelos de baterías. Igualmente, en la gama 40 el XC40 Recharge y el C40 Recharge pasan a ser EX40 y EC40, respectivamente, dejando las antiguas denominaciones para las opciones de combustión, aunque sean enchufables.

El EX30 se sitúa por debajo del EX40 en tamaño y se enfoca a un público diferente, menos familiar, pero capacitado para moverse con la misma soltura tanto en ciudad como en recorridos por carretera. En su aspecto, no cabe duda, se trata de un Volvo. Se mantiene fiel a las líneas que marcan sus hermanos mayores, y lo mismo sucede en su interior. Se puede elegir un habitáculo con diferentes combinaciones de colores y tejidos, y su compromiso con el medioambiente no se centra únicamente en sus cero emisiones. Desde Volvo se está poniendo un empeño especial en que el impacto a la hora de conducir sus coches, y de fabricarlos, sea el menor posible, por lo que se recurre a materiales reciclados.

Volvo piensa en verde, pero no se ha descuidado ni un ápice en seguridad. Y claro ejemplo de esto son sus asientos, que no sólo son muy agradables, también son una protección para la espalda de sus ocupantes.

El que sea el más pequeño de la familia SUV de Volvo no implica que peque en algunos aspectos como el espacio o el almacenaje. Así, en el habitáculo encontramos diferentes huecos para guardar objetos y todos sus ocupantes van a disfrutar de suficiente espacio como para sentirse tan cómodos como en cualquier otro vehículo de la gama sueca. Y a pesar de su tamaño, presume de dos maleteros. Uno, pequeño pero muy práctico, en la parte delantera. Son sólo siete litros de carga, aprovechando el hueco de un gran motor de combustión. El principal alcanza los 318 litros, con los que no destaca sobre modelos de similar tamaño en su segmento, pero tampoco desmerece. Sí cuenta con dos alturas y accionamiento eléctrico en las opciones más equipadas.

En lo que el Volvo EX30 es un referente es en tecnología. Protagoniza el salpicadero una gran pantalla de 12,3 pulgadas de orientación vertical, como en el resto de la gama, de manejo sencillo e intuitivo. El sistema de infoentretenimiento y navegación funciona a través de Google, con lo que el usuario se asegura su manejo a través de una interfaz conocida. El EX30 ofrece también un sistema de aparcamiento con visión 360º y una opción de asistencia al aparcamiento con la que el vehículo se estaciona sólo.

Mecánicamente ofrece dos variantes, denominadas Single y Twin. La primera, con 272 CV de potencia, incluye un motor que traslada su potencia al eje trasero. La segunda, con dos motores, uno para cada eje, es capaz de llegar a los 428 CV. La primera opción se puede combinar con dos baterías, una de 51 kWh de capacidad y otra de 69. Con la primera, la autonomía homologada en ciclo WLTP es de 344 kilómetros, y de 480 kilómetros con la segunda. La variante de tracción total sólo está disponible con la batería grande, con un rango de utilización de 460 kilómetros.

La lista de acabados se circunscribe a tres: Core, Plus y Ultra. El acceso, Core, ya ofrece un nivel de equipamiento más que suficiente para cubrir todas las necesidades de conducción y conectividad de un usuario normal, mientras que el que busque un vehículo con una equipación más completa, en las opciones Ultra va a encontrar opciones como techo panorámico eléctrico o un equipo de audio de Harman Kardon.

Y ahora viene lo mejor. Se puede disfrutar de un Volvo EX30, con un sistema 100% eléctrico, de 272 CV y 344 kilómetros de autonomía y vestido con el acabado Core desde 36.770 euros, un precio muy contenido y accesible ya que no sólo se posiciona como una alternativa a los modelos de las tradicionales firmas premium, sino también para los que, en un principio, no pueden acceder a este escalón.

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