Resultados históricos para Volvo Cars en términos de ingresos y rentabilidad en el último ejercicio. Su facturación alcanzó los 26.608 millones de euros, lo que representa un incremento del 7% respecto a los 24.796 millones de euros de 2020, mientras que el beneficio neto ascendió a 1.338 millones de euros, con un espectacular incremento del 82%. Y a estas cifras hay que sumar que, a pesar de la escasez de componentes, el fabricante sueco siguió registrando una elevada demanda, lo que elevó sus ventas a 698.700 vehículos, un 6% más que el año anterior.
Por su parte, el beneficio de explotación fue de 1.915 millones de euros, superando en un 138% los 802 millones de 2020, con un margen de explotación durante el periodo del 7,2%.
A la vista de los resultados, Hakan Samuelsson, director ejecutivo de Volvo Cars, ha señalado que «pese a los persistentes problemas en el suministro de componentes que ha sufrido la industria automovilística, nuestra cuota de mercado global ha aumentado y hemos conseguido el mayor nivel de ingresos y rentabilidad de nuestra historia».
Bache en el 4º trimestre
Por lo que se refiere el cuarto trimestre, la marca sueca tuvo unos ingresos de 7.558 millones de euros, lo que supone un descenso del 6% frente al mismo periodo del año anterior. La demanda y los pedidos siguieron al alza, aunque la producción fue limitada. El efecto negativo de los volúmenes se ha visto compensado por la fuerte rentabilidad de los precios y el cambio hacia modelos de mayor margen.
Por otra parte, la participación en los ingresos de empresas mixtas y asociadas hizo bajar los ingresos de explotación, principalmente debido a filiales estratégicas como Polestar, en las que hubo que incurrir en costes en su fase inicial de desarrollo, y a un cambio en el tratamiento contable relacionado con activos fiscales diferidos. Los ingresos de explotación ascendieron durante el último trimestre a 349 millones de euros, con un margen de explotación del 4,6%, mientras que las ventas cayeron el 20%. La línea eléctrica de la empresa ha mantenido su popularidad entre los clientes, hasta el punto de que los modelos Recharge representaron el 34% del volumen global en el cuarto trimestre: los híbridos enchufables constituyeron el 28% del total de ventas, mientras que la cuota de los vehículos eléctricos puros fue del 6%.
Previsiones
El porcentaje de vehículos eléctricos seguirá aumentando respecto al total de matriculaciones a medida que la marca incremente su capacidad de producción anual de eléctricos puros hasta las 150.000 unidades previstas para después del verano. Al cierre del ejercicio 2022, la empresa espera duplicar con creces los datos de 2021.
La incertidumbre sigue siendo la nota dominante de cara al futuro y aunque la escasez de componentes ha remitido ligeramente, se prevé que la cadena de suministros siga siendo un factor restrictivo. Al mismo tiempo, Volvo Cars sigue observando una fuerte demanda por parte de los clientes y espera que los pedidos de vehículos eléctricos aumenten con mayor rapidez que el mercado general. Esto le debería permitir seguir incrementando su volumen de ventas en 2022.