La Guardia Civil renueva sus coches patrulla con el que, en opinión de una gran mayoría de los muchos medios afines y relacionados directamente con el benemérito cuerpo, es por sus características y cualidades uno de los mejores coches de los que hasta la fecha se han integrado en su flota: el Cupra Formentor
Según el criterio más generalizado, las 118 unidades de la versión elegida del modelo español están dotadas con la última y más avanzada tecnología dinámica y de seguridad y disponen además del eficiente motor diésel TDI de 150 CV de potencia que les asegura tanto un bajo consumo como largas autonomías sin necesidad de parar a repostar. Y a todo ello añaden unas prestaciones que, sin duda, “van a poder permitir poner en verdaderos apuros a los malos” con los que se crucen en los entre 300 a 400 km diarios que estas unidades se calcula que recorrerán en sus misiones de patrulla.
La flota de la Dirección General de la Guardia Civil ya ha recibido la primera remesa de 118 nuevas unidades del Cupra Formentor 2.0 TDI de 150CV convenientemente equipados con el kit “policial” que el pliego de condiciones del concurso exige para las unidades de patrulla a las que serán destinadas.
Una flota de 20.000 unidades
La Guardia Civil maneja una flota compuesta por un total aproximado de 20.000 vehículos. Muchos de ellos son de tipo comercial e industrial para cubrir los servicios de transporte de personal y mercancías que la Benemérita realiza durante su jornada laboral. Pero también cuenta entre ellos con un importante número de unidades —tanto terminadas con los habituales colores e identificativos de la Guardia Civil como sin ellos— de turismos y motocicletas, que son los que más habitualmente se utilizan en los servicios tanto de la Agrupación de la Guardia Civil de Tráfico como en los servicios de patrulla que a diario se realizan.
Según datos facilitados por el Cuerpo, durante 2023 la flota de vehículos de la Guardia Civil había incorporado ya un total de 676 nuevas unidades, 578 turismos y comerciales (entre los que se encuentran 117 unidades del Renault Mégane E-Tech eléctricos, 70 BMW X3 híbridos y 24 unidades del SsangYong Rexton Pro 4×4 incorporadas a finales del pasado mes de noviembre) y 98 motocicletas, a las que ahora se añaden estas nuevas 118 unidades del Cupra Formentor 2.0 TDI de 150 CV.
Los fondos de la UE facilitan la renovación
Los Cuerpos de Seguridad del Estado han efectuado durante el presente año para la renovación de sus distintas flotas inversiones muy superiores a las que venían realizando durante esta última década gracias a los Fondos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia establecidos en los planes Next Generation de la Unión Europea.
Los cerca de 20.000 vehículos a disposición de la Guardia Civil permiten desplazarse a los alrededor de 82.000 miembros con los que cuenta en la actualidad, de los cuales algo más de 22.000 son agentes destinados en unidades de Seguridad Ciudadana para proteger y dar servicio a los ciudadanos de toda España, según informaban fuentes de La Moncloa a finales del pasado mes de junio.
La Guardia Civil no ha sido el único Cuerpo Armado de Seguridad que ha renovado su flota durante este año. En coincidencia con la entrega de las unidades del Cupra Formentor que venimos comentando, el Cuerpo de Policía Nacional también ha anunciado la adquisición de 765 nuevas unidades del Cupra León e-Hybrid de 204 CV y etiqueta medioambiental 0 para integrarlos como coches “Zeta” en sus labores de patrulla y coordinación policial.
Siendo en su caso un modelo híbrido enchufable cuenta, al igual que en el caso del Cupra Formentor adquirido por la Guardia Civil, con una elevada capacidad de rendimiento y una alta eficiencia energética, además de la posibilidad de circular hasta 61 km en modo completamente eléctrico.
Según se comenta en medios afines y cercanos a la Guardia Civil, de un tiempo a esta parte las renovaciones que venían produciéndose en los vehículos de su flota no estaban resultando bien vistas del todo por los propios agentes y miembros del Cuerpo. En su mayor parte las quejas hacían referencia a la imperiosa necesidad que por las características de los servicios que estos agentes prestan tienen de disponer de vehículos potentes y capaces cuyo abastecimiento y repostaje no obligue a permanecer parados largo tiempo.
Necesidad de instalar cargadores
De ahí que se percibiera como un grave inconveniente que la gran mayoría de las instalaciones y casas cuartel de la Guardia Civil aún no dispongan de puntos de carga rápida de 150 KW o más, adecuados para reponer la energía consumida en las baterías de los nuevos vehículos eléctricos e híbridos enchufables adquiridos, así como las menores capacidades y rendimientos de estos frente a modelos diésel o gasolina equivalentes obligaban en cierto modo a completar la renovación con vehículos dotados de motores de combustión.
Pese a ello, la nueva estrategia de renovación y modernización de la flota de coches de la Guardia Civil apuesta por dotar a esta de mayor sostenibilidad y eficiencia energética mediante la incorporación de unidades que cumplan con los requisitos operativos propios de una fuerza de seguridad y servicio, buscando al mismo tiempo que se mantengan en línea con los nuevos estándares medioambientales que se vienen exigiendo para los vehículos en la sociedad. Nueva política que forma parte del compromiso de la Guardia Civil con una movilidad más limpia, sostenible y respetuosa con el medioambiente.