El Land Cruiser es uno de los mitos vivientes entre los vehículos 4×4. Es un todoterreno que se puede ver circulando por los rincones más recónditos del planeta y que desde su lanzamiento, hace 72 años, ha logrado vender más de 11,3 millones de unidades en más de 170 países. Ahora inicia una nueva aventura con una nueva generación que promete mejorar todas sus cualidades para ser capaz de llegar aún más lejos. Renueva por completo su imagen y mejora y evoluciona tecnológicamente en todos sus apartados mecánicos. Llegará al mercado a mediados de 2024, aunque hay que puntualizar que Toyota ya ha abierto la cartera de pedidos del rey del 4×4.
El nuevo Land Cruiser se alza sobre la plataforma GA-F, heredada del Land Cruiser 300, que no se comercializa en Europa Occidental. Una plataforma que según la firma japonesa potencia las capacidades de uso todoterreno, aunque matizando que mantiene la construcción clásica de los vehículos de este tipo, con un chasis de largueros y travesaños a los que se ancla la carrocería. Con todo esto, el nuevo bastidor es un 50% más rígido, siendo la rigidez combinada del chasis y de la carrocería un 30% superior. Con esta nueva plataforma su longitud se va hasta los 4,92 metros y su distancia entre ejes hasta los 2,85. También es más ancho y alto que su antecesor. Un aumento de dimensiones que brinda la posibilidad de poder elegir un interior con cinco o con siete asientos.
Estéticamente, muestra una imagen muy diferente a la de su antecesor. La marca apuesta por unas líneas rectas y mucho más cuadradas, con unos marcados pasos de ruedas, propias de un todoterreno más clásico y que contribuyen a darle un aspecto muy robusto. También su diseño hace un guiño a las primeras generaciones, sobre todo en la versión First Edition, una edición de lanzamiento limitada a 3.000 unidades para Europa, en la que los faros rectangulares de las versiones “normales” se sustituyen por unos circulares similares a los utilizados por los primeros Land Cruiser.
Diésel e híbrido ligero
En su primera fase comercial va a estar disponible con un motor diésel de cuatro cilindros con 2.8 litros y una potencia de 204 CV y 500 Nm de par, un motor que está asociado a una nueva caja de cambios automática Direct Shift de ocho relaciones. Este grupo motriz es compatible con biodiésel HVO100, tal como ocurre con el Land Cruiser actual. La gran revolución en este aspecto llegará en 2025, año en el que este mito del todoterreno recibirá una nueva motorización, también de gasoil, pero por primera vez en este modelo con un sistema de hibridación ligera (MHEV) de 48 V. En el caso de nuestro país, esta tecnología se verá correspondida con la etiqueta ECO de la DGT, con las muchas ventajas que aporta de movilidad circulando por el centro de las grandes ciudades.
Toyota asegura que su nuevo Land Cruiser mejora su rendimiento tanto en carretera como en uso off-road. Para ello estrena una nueva dirección asistida eléctrica, capaz de amortiguar las sacudidas que se producen circulando por terrenos abruptos, a la vez que es más suave y directa y permite una mayor maniobrabilidad. Otra novedad técnica es la presencia, por primera vez en este modelo, de una barra estabilizadora frontal desconectable, que se maneja mediante un mando en el salpicadero, con la que se mejora la tracción fuera del asfalto y la estabilidad en carretera.
Otras mejoras técnicas remiten al Monitor Multiterreno, que permite ver de forma virtual lo que hay alrededor y bajo el capó del coche, un sistema similar al de capó transparente que ofrecen marcas como Mercedes-Benz o Land Rover, y el Selector Multiterreno, que adapta el rendimiento del vehículo a las necesidades en distintos escenarios de uso todoterreno. Además de todo este despliegue tecnológico, unos voladizos delantero y trasero más cortos permiten mejorar su movilidad en los terrenos más accidentados y abruptos.