Las tres barreras son más que conocidas: un precio más elevado que las alternativas de combustión, carencias en las infraestructuras de recarga y unas autonomías todavía limitadas. Esta última cuestión es especialmente relevante cuando un gestor se plantea la transición de la flota comercial hacia la propulsión eléctrica: ¿Serán estos vehículos capaces de completar los mismos recorridos diarios?
Hay estudios que manifiestan que el 83% de conductores de furgonetas hacen menos de 200 kilómetros diariamente, con lo que fácilmente sus necesidades podrían quedar cubiertas por las versiones eléctricas que ofrece actualmente el mercado. Un hecho que ahora viene a constatar Webfleet Solutions, proveedor de telemática del Grupo Bridgestone, tras analizar los datos anonimizados de alrededor de 100.000 vehículos conectados de más de 5.000 clientes con flotas de toda Europa.
ESPAÑA, POR DEBAJO DE LA MEDIA
Este exhaustivo análisis nos viene a decir, como conclusión principal, que el 55% de los comerciales ligeros de gasolina y diésel de nuestro país son susceptibles de ser sustituidos por opciones eléctricas, atendiendo a una distancia máxima de conducción diaria de 300 kilómetros, cifra elegida para reflejar el valor de la autonomía media de los modelos de coches eléctricos y vehículos comerciales ligeros más comunes que están disponibles en la actualidad.

España se sitúa en este sentido un poco por debajo de la media europea, cifrada en un 61%. El potencial de sustitución eléctrica sobresale en países como Reino Unido y Países Bajos, ambos con un 70%, seguidos por Francia (67%) y Alemania (61%), casualmente, o no, aquellos que cuentan con una mayor infraestructura de puntos de recarga.
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Otras conclusiones que nos deja el estudio de Webfleet Solutions es que el 82,8% de los clientes europeos podría reemplazar al menos uno de sus vehículos por un modelo eléctrico; un 57% podría sustituir al menos la mitad de su flota; y el 34,4% de las empresas hacerlo en su totalidad. Si todos los clientes que pueden hacerlo cambiasen a vehículos eléctricos, afirma el informe, su consumo colectivo de gasolina se reduciría en más del 42% y el de gasóleo en algo más del 30%, lo que les permitiría reducir sus emisiones colectivas de CO2 en un 31%.