Las matriculaciones de turismos e industriales realizadas por las compañías alquiladoras de nuestro país durante el pasado año sufrieron un importante receso del 35,6% respecto a 2021, alcanzando un volumen de 114.481 unidades, según los datos de la consultora MSI difundidos hoy por Feneval, la patronal del sector. Un desplome más que significativo que golpeó de forma generalizada a los principales mercados de este canal, con una única excepción: Canarias.
Las islas han vuelto a ser afortunadas para el RAC, con la compra de 10.407 nuevos vehículos que suponen un incremento interanual del 11,6%. La mayoría de ellos en Las Palmas, 8.758 (+13,3%), por los 1.649 de Santa Cruz de Tenerife (+3,4%).
Dentro del pelotón mayoritario de las perjudicadas por la falta de coches que ha sufrido el sector, Baleares ha mostrado el mejor comportamiento. Las 4.663 unidades matriculadas implican un descenso del 4,5% respecto al año anterior, muy lejos de los registros negativos en torno al 40% que acusan el resto.
Andalucía rubrica exactamente ese 40% de caída con 3.527 nuevas matrículas para el rent a car en 2022, teniendo a Málaga como provincia destacada con 2.482 vehículos (-50,7%). Cataluña cedió un 39%, hasta 4.765 unidades, de las cuales 3.458 tuvieron como destino Barcelona (-52,6%); datos similares a los de la Comunidad de Madrid, cuyas matriculaciones de RAC se contrajeron un 38,8% hasta 78.885 unidades. Finalmente, la Comunidad Valenciana mostró una evolución negativa del 35,5% con 8.162 matrículas.
Perspectivas para 2023
Juan Luis Barahona, presidente de la asociación, no espera que la problemática de falta de flota que está viviendo el sector de la automoción derivada de la crisis de los semiconductores mejore de forma notable este año, por lo que ha vuelto a solicitar a las marcas de automóviles que «ante la previsión de cifras récord de turistas que traslada para este 2023 el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, mantengan el 20% del total de las ventas de vehículos nuevos al RAC para poder seguir atendiendo la demanda».
El directivo ha confirmado que el sector aspira a conseguir una facturación cercana a los 1.800 millones de euros en 2023, un 12,5% por encima de los 1.600 millones ingresados el año pasado, con lo que prácticamente recuperaría los niveles prepandemia de 2019.
No obstante, las esperanzadoras previsiones turísticas para este año podrían estar en riesgo por la desaceleración de la economía mundial, marcada por una elevada inflación, advierte Feneval, lo que podría derivar en una evolución menos propicia de lo esperado en cuanto a las reservas turísticas, especialmente por parte del turista nacional. Por esta razón, recomienda Barahona que «es importante reforzar el atractivo de España como un destino turístico de calidad y moderno, a través de un servicio más personalizado y sostenible».