Resultados históricos para Sixt entre los meses de abril y junio. El proveedor alemán de soluciones de movilidad ha cerrado el segundo trimestre de 2023 con nuevos registros récord en distintas líneas contables, empezando con un beneficio antes de impuestos de 131,9 millones de euros, superando ligeramente los 129,8 millones logrados en el mismo periodo del año pasado y con un margen del 14,3% que también mejora el anterior máximo de 2019 del 11,7%. El resultado neto apunta a unas ganancias de 96,6 millones de euros, lo que equivale a un incremento interanual del 2,9%.
Nunca antes en el segundo cuarto del ejercicio había logrado Sixt una facturación al nivel de los 925,1 millones de euros alcanzados este año, un 24,4% por encima de la rubricada en los mismos tres meses de 2022. Como tampoco una flota media, excluyendo franquiciados, de 166.300 vehículos, un 24,6% más que el año pasado, manteniendo los precios del alquiler por encima de los de 2019, año anterior a la pandemia. Asimismo, la compañía destaca el crecimiento del 8% en su Ebitda, hasta alcanzar los 177,6 millones de euros.
Tras estos resultados, Alexander Sixt, codirector general de la compañía, ha asegurado que «vamos por el buen camino» y proyecta para el conjunto de 2023 un «aumento significativo de los ingresos, así como de los beneficios antes de impuestos, dentro de nuestra previsión de 430 a 550 millones de euros». No obstante, el ejecutivo alerta de que la incierta situación macroeconómica en Europa, especialmente en Alemania, puede influir en los resultados de la segunda mitad del año, lo que les invita a ser cautelosos respecto a la compra de nueva flota para 2024.
Menos beneficios en el semestre
El balance de los seis primeros meses del año cambia de signo en cuanto a la evolución de sus beneficios, «a causa de efectos especiales y del periodo», explica la compañía. Sixt se apunta unas ganancias antes de impuestos de 165,1 millones de euros, un 26% inferiores a las del primer semestre de 2022, rebajando asimismo en un 25,9% su resultado neto, hasta 118,7 millones.
Por lo demás, su facturación se elevó un 22,3% hasta un total de 1.620,2 millones de euros, del mismo modo que su flota media entre enero y junio sellaba un nuevo récord con 157.700 vehículos, lo que implica un crecimiento interanual del 21,9%, con el mayor número de unidades premium en toda su historia para este periodo y una cuota de electrificados que se mantiene por encima del 20% en los mercados corporativos europeos.