Es difícil encasillar a Seat Flex entre una de las modalidades de financiación de vehículos conocidas en el mercado. Moviéndose entre el leasing, el renting y la suscripción, el nuevo modelo de compra lanzado por la marca española se caracteriza por otorgar al cliente la flexibilidad necesaria para poder elegir la duración y el kilometraje anual de su contrato, así como la decisión final en cuanto a qué hacer con el vehículo a su vencimiento.
Con este nuevo producto, el cliente podrá acceder a cualquier modelo de la gama Seat a cambio de una cuota mensual, que será mayor o menor dependiendo de si se opta por pagar una entrada inicial o no. Dicha cuota incluye la garantía del vehículo y su mantenimiento, servicio este último más propio de los contratos de renting o suscripción, al igual que la mencionada posibilidad de definir tanto la duración del contrato, desde 12 meses hasta un máximo de 60, como el kilometraje anual, comprendido entre 10.000 y 40.000 kilómetros.
Sin embargo, sí se acerca más al leasing por la libertad que le otorga al usuario a la hora de decidir qué quiere hacer al término de su contrato, bien quedarse el vehículo, cambiarlo por otro o devolverlo.
Mediante esta fórmula de propiedad flexible, con la que Seat pretende dar respuesta a los cambios en la vida y en las necesidades de sus clientes, se puede acceder a un Ibiza desde 230 euros al mes.
