La falta de stock en el mercado de nuevos a causa de la crisis de los microchips está dejándose notar también en el mercado ocasión, principalmente, de vehículo jóvenes. El frenazo de las matriculaciones tácticas, que apenas crecerán el 1% este año y no alcanzarán las 100.000 unidades al no haber vehículos que mandar a los concesionarios, junto a la caída en la venta de coches nuevos, el menor número de VO procedentes del rent a car por el parón del turismo y el retraso en las entregas de los vehículos nuevos, que hace que los particulares tarden meses en deshacerse de su coche usado, han ocasionado un descenso en el stock de vehículos de ocasión, según datos de MSI para Sumauto, el especialista en portales verticales de automoción que agrupa a Unoauto, Autocasión y AutoScout24, entre otros.
Esta tormenta perfecta ha provocado que el número de vehículos usados en venta se haya contraído cerca del 2,5% en los últimos dos meses, de los 416.017 a los 405.858, lo que supone unos 10.000 automóviles menos, según datos de autobiz Sistema VO. Esta bajada de la oferta y la presión de la demanda, además, tira de los precios hacia arriba, que están llegando a niveles no vistos en años. Si en mayo el importe medio para la compra de un VO rondaba los 17.000 euros, actualmente se sitúa en unos 17.648 euros, un 3,6% más.
De hecho, la falta de stock ha llevado a los compradores a buscar en el mercado de ocasión como alternativa más económica frente al incremento de los precios de los modelos nuevos -de entre el 3% y el 6%- y el aumento en los plazos de entrega, que ya superan los tres meses (109 días) tras dispararse el 65% en el último año, según los datos de promoCAR de Kantar.
Cambiar de chip
Según el director general de Sumauto, Nicolás Cantaert, “se ha producido una ciclogénesis explosiva. Las principales ‘fábricas de VO joven’, como son las automatrículas y los rent a car, han cerrado el grifo y apenas han aportado vehículos, mientras que los particulares han demorado la devolución de su usado”. Ante esta situación, Cantaert anima a los concesionarios y compraventas a que “cambien el chip mientras la crisis de stock se mantenga y apuesten por multiplicar su visibilidad en los escaparates online. No importa que no se matricule, lo esencial es vender”.
La tendencia hacia la compra de vehículos de segunda mano frente a nuevos se agudizó en agosto, cuando las ventas de los primeros casi triplicaron a las de los segundos y obligó a recurrir a la importación, lo que explica el previsible aumento de esta, en torno al 12% para unas 79.000 unidades este año.
Por tanto, la parálisis en el mercado de vehículos nuevos provocará que las ventas de coches de segunda mano se recuperen y alcancen los dos millones este año, lo que supondrá un incremento del 10% respecto a 2020 y se quedará solo a cuatro puntos de batir las de 2019, año preCovid en el que el volumen total fue de 2,1 millones de automóviles. Los particulares, con uno de cada dos, serán los que más transacciones protagonicen.