El mercado de vehículos de ocasión vive una nueva realidad que anticipa «una bajada considerable en los precios del usado joven». Este es el vaticinio de Edgar Rodríguez, director comercial de Manheim España, que asegura que en nuestro país «estamos viviendo unos momentos que parecen ser la antesala del pinchazo de la burbuja».
El directivo de la compañía de subastas y servicios de gestión de flotas basa sus afirmaciones en que la demanda de automóviles de menos de cinco años, en muchos casos procedentes de flotas, no solo ha descendido a causa del aumento de los tipos de interés y la inflación en el mercado de particulares, sino que además se está desplazando hacia coches de más de ocho años. «Los clientes venden su coche de cuatro años y se compran uno de diez fruto de la indisponibilidad suficiente de renta familiar», explica.
A esta circunstancia habría que sumar el hecho de que se sigue «fabricando» VO de menos de un lustro de antigüedad, lo que «hace que los fabricantes ya estén entregando coches en bastante volumen a las compañías de renting y RAC». Y además, añade, «están desplazando fabricación de lo que tenían como objetivo matricular a particular a las ventas especiales y de flota, realizando descuentos que no estaban haciendo hasta ahora».
Cambiar el estilo de hacer negocio
Dada la nueva realidad de precios a la baja a la que se enfrentan tanto concesionarios como profesionales de la compraventa, Rodríguez aboga por la necesidad de que cambien su estilo de hacer negocios, con el foco puesto en una adecuada rotación. «Hasta ahora no importaba si un coche pasaba más de cierto tiempo en stock porque el mercado estaba al alza», indica. «Y actualmente superar los 45 días de stock de media en VO lleva a los vendedores retail a asumir un riesgo comercial y financiero altísimo», en relación a la bajada de los precios de los vehículos que se ha comenzado a percibir y esa previsible caída en los usados jóvenes.
Finalmente, propone a estos profesionales que no entiendan el negocio del VO como «cuánto le gano a cada coche», sino como «cuánto he ganado» en un ciclo económico de cuatro años, recomendando que revisen su previsiones de forma constante.