Controlar y gestionar los pagos de las recargas de energía en los vehículos eléctricos de la flota en el extranjero se ha convertido en un problema para muchos gestores y, desde el Brexit, especialmente cuando las unidades se desplazan por el Reino Unido. Con la nueva tarjera de combustible «eléctrico» RightCharge, todo se simplifica.
Los procesos de carga y facturación de la energía eléctrica para los vehículos de una misma flota van a sufrir importantes cambios con esta nueva era de la digitalización. RightCharge, empresa líder británica en materia de sistemas de recarga de energía en vehículos eléctricos, lanza al mercado una nueva tarjeta de “combustible eléctrico” que permite a las flotas gestionar las cargas de energía que los empleados efectúan en sus propios domicilios a las unidades corporativas, al igual que ya controla las realizadas tanto en los centros de trabajo como en los postes de recarga públicos en calles y carreteras.
La vanguardista solución que propone RightCharge se ha diseñado especialmente para favorecer la transición a la movilidad eléctrica, habilitando un uso simplificado al máximo y que, además, permitirá lograr importantes ahorros tanto a las empresas dotadas con flotas eléctricas como a los propios conductores. Ahorros que se estiman en torno a unos 1.500 euros anualmente por conductor y vehículo gracias a la nueva inteligencia tarifaria integrada en el funcionamiento de la tarjeta de combustible.
Fácil control y gestión del gasto en energía
Los conductores y gestores de flotas cuyas unidades eléctricas circulen de manera habitual por las calles y carreteras del Reino Unido tienen ahora una fórmula fácil y cómoda de controlar los gastos que en materia de consumos y compra de energía tienen estas.
Con la nueva tarjeta pueden pagar sus consumos de energía bien con fondos personales, bien con fondos de la empresa, simplemente tocando con la tarjeta en cualquiera de los más de 34.500 puntos de carga donde el uso de la misma es válido en el Reino Unido. Igualmente, pueden pagar las cargas que efectúan en su hogar de los vehículos eléctricos corporativos.
Así, los conductores y empleados de la empresa que cuenten con la tarjeta RightCharge pueden hacer uso de ella y pagar con fondos de la empresa propietaria de la flota en más de 30 redes diferentes de puntos de carga abiertos al uso público (Osprey, Shell Recharge, Ionity y muchas otras), lo que facilita acceso libre para la recarga a más de 34.000 cargadores públicos sólo en el Reino Unido, primer país donde la tarjeta está activa. A modo de ejemplo, su principal rival en ese mismo mercado, Allstar One Electric, únicamente ofrece a las flotas acceso a unos 13.000 cargadores.
Como decimos, el principal factor diferencial que ofrece la nueva “tarjeta de combustible eléctrico” RightCharge es que permite que los conductores de vehículos de flota no tengan nunca que abonar las cargas de energía de los vehículos corporativos de su propio bolsillo. Esto, además de una importante ventaja para las labores del día a día en las rutas, supone un importante paso adelante en la gestión del gasto de combustible o energía de la flota, pues permite reducir considerablemente las cargas administrativas que estas operativas conllevan para la empresa.
Evita que los conductores adelanten dinero
Además, también viene a solucionar un importante problema con el que se están encontrando las empresas que cuentan con modelos eléctricos en su flota de vehículos. Este no es otro que el de las “exorbitantes facturas” a las que deben hacer frente los empleados cuando reciben la factura eléctrica en sus domicilios. Estos empleados deben “adelantar” de su propio bolsillo las cantidades de energía a pagar antes de proceder a pasar a sus administradores los gastos correspondientes al mes.
Operativa que genera un ingente trabajo administrativo y contable para las empresas con los costes añadidos que ello conlleva tanto económicos como en tiempo y mano de obra. Y todo ello sin contar, además, con el consiguiente “disgusto” del trabajador que se ve obligado a tener que operar de esta manera adelantando el dinero de su propio bolsillo para pagar la movilidad que genera la actividad de la empresa.
Con la nueva tarjeta, RightCharge también supera la problemática que suponen las distintas y cambiantes tarifas energéticas para la recarga de vehículos eléctricos en las flotas. Hasta la fecha, las empresas no pueden pedir a sus conductores que se cambien a tarifas de energía doméstica que sean compatibles con el uso de sus vehículos eléctricos. Esto sucede porque, por lo general, los importantes ahorros que se consiguen al recargar los vehículos eléctricos en el hogar se pierden en buena parte cuando la energía que aplican estos contratos se aplica a los costos de alimentar energéticamente un hogar.
RightCharge consigue acabar con esta disparidad al dividir los ahorros entre el propio conductor (titular de la cuenta energética en su propio hogar) y la empresa. El resultado es que este nuevo sistema permite alcanzar importantes ahorros estimados por la compañía emisora de la tarjeta en más de 1.500 euros anuales por conductor. Ahorros que se logran gracias a la inteligencia de comparación establecida en las tarifas para identificar en todo momento las mejores ofertas disponibles, así como los servicios de instalación de puntos de carga tanto en el hogar como en el trabajo que ofrece RightCharge.
Y es que la tarjeta RightCharge esta doblemente habilitada para poder ser utilizada por cada conductor tanto en su propio domicilio como en los cargadores habilitados en su centro de trabajo, además, obviamente, de en puntos de carga abiertos a un uso público.
Simplifica todos los procesos
Con todo ello, la nueva tarjeta de pago permite no sólo simplificar los procesos de carga de los vehículos eléctricos de la flota, también elimina la necesidad que habitualmente se genera a la hora de rastrear y conciliar los numerosos recibos procedentes de todos estos proveedores de energía al vehículo, eliminando de paso el ingente trabajo administrativo que ello provoca y aportando, por tanto, un mayor tiempo disponible tanto a los conductores como a los administradores para que lo empleen en el desarrollo de otras tareas.
Además, con el sistema que ofrece RightCharge los gestores de flota pueden acceder igualmente a disponer de interesantes análisis de costos y de emisiones de carbono tanto de la flota en particular como del conjunto de la empresa en general, lo que favorece la alineación de los objetivos en materia de presupuestos y sostenibilidad que las empresas han adquirido con sus respectivas flotas corporativas. En este sentido, RightCharge asigna un administrador de cuentas específico a cada empresa para garantizar un proceso fluido y apoyar al gestor de la flota en todo momento.
La nueva tarjeta de combustible eléctrico RightCharge comenzará a estar operativa en 2024.
Portal de gestión personalizado
Los administradores de flotas pueden igualmente crear una cuenta propia en el sitio web e invitar a unirse a los conductores de estas unidades. Al hacerlo, los conductores obtienen acceso a un portal personalizado. De esta manera, los administradores de la flota pueden entonces realizar pagos mensualmente que permitan cubrir todos los gastos de las cargas que sus trabajadores efectúan tanto en sus hogares como en el centro de trabajo o cualquier cargador público.
Según Charlie Cook, director ejecutivo de RightCharge, “nuestra misión es capacitar a los conductores para que se vuelvan eléctricos haciendo que la carga de vehículos eléctricos sea más fácil, más asequible y accesible para todos. Con esta nueva tarjeta de combustible eléctrica, estamos eliminando los dolores de cabeza y las molestias para ambos, los administradores de flotas y sus conductores, simplificando la transición a los vehículos eléctricos. Al brindarles a los conductores acceso a una gran cantidad de puntos de carga públicos y permitir pagos directos al proveedor de energía, estamos derribando barreras para la adopción de vehículos eléctricos”.