16.7 C
Madrid
jueves, septiembre 19, 2024

La web de flotas, renting y VO de la revista Renting Automoción

Renting para primerizos: todo lo que hay que saber para vivir una experiencia satisfactoria y sin sorpresas

El renting ha despuntado como la opción preferida de los conductores entre las nuevas alternativas de movilidad bajo el paraguas del pago por uso que están llamadas a desbancar a la tradicional adquisición del vehículo en propiedad. Buscando un punto de inflexión, podríamos decir que su eclosión en nuestro país comenzó a fraguarse hace unos cinco años. En 2015, el alquiler a largo plazo, según datos de la Asociación Española de Renting de Vehículos (AER), contabilizaba 55.586 clientes, cantidad que se multiplicaba por cuatro en el periodo de un lustro, alcanzado los 221.936 al término de 2020. Ni la pandemia ni la escasez de vehículos a consecuencia de la crisis de los semiconductores han podido frenar -y en todo caso han acelerado- su avance, hasta el punto de que en este recién concluido 2021 se han sumado otros 26.873 para establecer una cartera de 248.809 clientes.

Y con la referencia de otros países europeos donde el sector está más consolidado entre la población, como es el caso de Reino Unido, donde el leasing acapara prácticamente la mitad de las nuevas matriculaciones, o Francia y Bélgica, con tasas de penetración en torno al 40%-45%, queda todavía un importante margen de crecimiento. Así queda también de manifiesto en el estudio “Hábitos en la compra del vehículo de ocasión de menos de 5 años” elaborado por el portal de motor coches.net, del que se extrae que el 36% de los usuarios se plantea un modelo de cuota mensual, siendo entre estos el renting la opción más ampliamente considerada, con un 75%.

Por circunstancias diversas, lo cierto es que al universo renting está llegando una multitud de nuevos clientes que no tiene una experiencia previa con esta modalidad, atraída, sin duda, por ese reclamo del “todo incluido en una única cuota” tan propio de estos tiempos. Pero tras ese titular se esconden una serie de aspectos, condiciones, cláusulas y prácticas vinculados a su operativa habitual, esa letra pequeña que resulta familiar para los más experimentados en estas lides pero desconocida en muchos casos para el gran público, fundamentalmente esos particulares, autónomos y pequeñas empresas, que son los actores que están sustentando el alza del sector, y que es necesario conocer previamente para evitar situaciones inesperadas que empañen nuestra experiencia con el renting.

Elección, documentación y entrega

Una vez decidido que nos convertiremos en arrendatarios de nuestro próximo coche, de que solo nos queremos preocupar de pagar todos los meses y de repostar combustible -o recargar electricidad-, toca elegir modelo. En este caso, al igual que con la compra, habrá que decantarse entre las cuotas más económicas de los vehículos en campaña y tal vez las más elevadas de una elección a la carta. Porque a pesar de que las webs especializadas están llenas de ofertas, «se puede hacer un renting de cualquier vehículo que se comercializa en España», recuerda María Martínez, fundadora y CEO del bróker MásQRenting.

La documentación requerida para la aprobación del contrato de renting es la misma que para una financiación o un leasing

Respecto a los primeros, señala que los clientes se benefician de unas cuotas especiales facilitadas por los descuentos del 35%-40% que pueden lograr las grandes operadoras en estas compras por lotes, cuando lo habitual es que sean de un 17%-18%. Y a día de hoy la realidad es que el target de clientes particulares y pymes no compra coches sino cuota, si bien la ejecutiva considera que en este contexto de carencia de vehículos por la crisis de los chips «se va a volver un poco a la venta tradicional, a que sea el cliente el que elija el coche o la tipología y se le configure a la carta». Por otra parte, hay que observar con ciertas cautelas aquellas ofertas con cuotas mensuales más económicas de lo normal porque probablemente vayan vinculadas a una aportación inicial.

Excepto en algunos casos y para ciertos productos como un renting de vehículo de ocasión, el alquiler tradicional a largo plazo no establece normalmente ninguna restricción de edad y antigüedad de carné, por lo que es una muy buena opción para los conductores noveles. La documentación requerida para la aprobación del contrato de renting es la misma que para una financiación o un leasing, teniendo en cuenta que las empresas de reciente constitución que no hayan tenido actividad necesitarán de un aval. El estudio de riesgo suele tardar entre 24 y 48 horas, plazos que se están acortando para las contrataciones online de particulares y autónomos, que gracias a un prescoring con la entidad bancaria del cliente permite obtener la aprobación o denegación en el mismo día.

Aprobada nuestra solicitud y formalizado el contrato, el plazo para la recepción de nuestro coche dependerá de cuándo llegue el lote de vehículos en caso de habernos decantado por uno en campaña, pero aun estando en stock deberemos contar con un periodo de entre tres y cinco semanas. Por el contrario, si es un coche que ya tiene el concesionario la espera se reduciría a unos 10 días. Actualmente, apunta Martínez, se están haciendo muchas entregas personalizadas en el domicilio del cliente por las que no se cobra ningún cargo en el renting tradicional, aunque sí podría darse en un producto de renting flexible con contratos inferiores a tres meses. No obstante, aboga por la entrega en un concesionario dado que allí mismo se podrían solventar los problemas que pudiera detectar el cliente en el coche.

Seguro, mantenimiento y averías

España es el único país de Europa, afirma la CEO de MásQRenting, en el que el cliente de renting a largo plazo disfruta normalmente de la tranquilidad de un seguro a todo riesgo sin franquicia. Pero cuidado porque este seguro puede ser de dos tipos, abierto o cerrado: el primero puede implicar una modificación de la cuota mensual en función del número de partes y el segundo es fijo durante todo el contrato, independientemente de las incidencias reportadas.

Lo habitual es contar con la cobertura de un seguro a todo riesgo sin franquicia, pero cuidado porque si es de tipo abierto puede implicar una modificación de la cuota mensual en función del número de partes

En principio, todos los daños están cubiertos, aunque convendría analizar en cada caso circunstancias excepcionales como podrían ser un llantazo, un pinchazo, etc, al igual que cualquier conductor con licencia de conducir que utilice el coche, siempre y cuando esté autorizado por el titular, para lo cual valdría con la elaboración de una carta de autorización. Y en el haber de la modalidad de renting, Martínez apunta que en caso de siniestro o robo del vehículo el contrato queda automáticamente cancelado, pudiendo entonces realizarse una nueva operación si así lo estima el cliente.

Es también toda una tranquilidad para el usuario saber que los mantenimientos recomendados por el fabricante y cualquier tipo de avería, desde una bombilla fundida a un fallo grave del motor, están contemplados por el contrato. Nunca van a suponer un gasto para él siempre que se haga un uso responsable del vehículo, es decir, que se realicen en plazo las revisiones y mantenimientos indicados y se atiendan las advertencias de los testigos del coche, porque si de su incumplimiento se origina una avería «sí que se puede facturar al cliente como negligencia», advierte María Martínez.

Las compañías de renting tienen una serie de talleres concertados a los que se debe acudir para la realización de estas operaciones, pero hay clientes, especialmente arrendatarios de modelos de gama alta o premium, que prefieren que el vehículo sea atendido en el concesionario oficial, y esta es una opción que también se puede incluir en la firma del contrato. En caso de que se necesite asistencia en carretera, el cliente dispone de este servicio desde el kilómetro cero, con traslado del vehículo al taller de reparación más cercano y transporte para los ocupantes tanto para llegar a su destino como para la posterior recogida del coche.

Límites de kilometraje

Junto a un exceso de partes en un contrato con un seguro abierto, un kilometraje por encima del estipulado es otra de las causas que puede dar lugar a un incremento de la cuota mensual durante la vigencia del contrato. Si un usuario firma un renting a cuatro años con 20.000 kilómetros anuales, no debe planificar la utilización del vehículo confiando únicamente en que debe devolverlo con no más de 80.000. «Los operadores hacen revisiones del kilometraje semestrales o anuales y cuando se detecta una desviación de entre un 15% o un 20% sobre lo acordado se puede aplicar una regularización del contrato», explica Martínez. En este caso, la empresa de renting puede optar por dos alternativas: exigir en un único pago la suma de la diferencia de cuota mensual entre el kilometraje anual previsto y el realizado, o bien prorratear este importe incrementando las cuotas pendientes.

El cliente debe saber realmente qué es lo que necesita y qué lo que contrata. Un exceso de kilometraje implica una serie de costes que no tiene por qué adelantar la compañía de renting, de modo que si sobrepasa cierto margen se proponga una modificación del contrato. «Y es que la ventaja de un contrato de renting –ensalza la responsable de MásQRenting– es que se puede ir modificando en función de las necesidades». En sentido contrario, también podemos recibir un abono por el número de kilómetros que no hayamos realizado a la finalización del contrato, aunque esto también tiene su matización ya que por lo general se cobra siempre un mínimo, en torno al 75%-80% de lo contratado, de modo que ese 25%-20% de diferencia es el máximo que se puede recibir aun cuando sea mayor el porcentaje de kilómetros que hemos dejado de consumir.

Finalización del contrato y devolución del vehículo

Diversas circunstancias pueden llevar a un cliente a prescindir de su coche antes de tiempo, procediendo así a una cancelación anticipada de su contrato. En dicho supuesto, se enfrenta a una penalización que suele ser del 50% de las cuotas restantes. No obstante, se va extendiendo entre las operadoras la posibilidad de que un tercero se subrogue a ese contrato, reduciendo así la penalización, siendo ellas mismas las encargadas de realizar la búsqueda de este nuevo cliente.

En el punto final del alquiler también puede saltar alguna sorpresa dado que sí que se podría facturar un lavado si el coche se entrega sucio, un juego de llaves si no hemos devuelto los dos y, lo más importante por su posible cuantía, los costes por los daños apreciados en el interior del vehículo

Siempre que devolvamos el vehículo en el plazo y con el kilometraje contratado, en el lugar acordado con la compañía de renting, no tiene por qué exigirse al cliente ningún tipo de pago más. Pero en este punto final del alquiler también puede saltar alguna sorpresa dado que sí que se podría facturar un lavado si el coche se entrega sucio, un juego de llaves si no hemos devuelto los dos y, lo más importante por su posible cuantía, los costes por los daños apreciados en el interior del vehículo, pensando especialmente en el estado de las tapicerías, que no están cubiertos por el seguro. Por ello, María Martínez remarca que «es muy importante que en el acta de devolución del vehículo queden reflejadas todas estas circunstancias, siendo un documento que puede ayudar al usuario a que el operador no le refacture».

Una de las ventajas del renting es que cada cierto tiempo podemos renovar nuestro vehículo y acceder a una oferta más moderna, pero ello no quita que haya clientes que sientan el deseo de seguir conduciendo el mismo coche, la misma unidad que tan buen rendimiento le ha dado. En este caso, la opción de adquirirlo en propiedad está prácticamente descartada, sobre todo con los coches de campaña y en este momento de vacas flacas en la oferta de vehículos. Otra posibilidad sería ampliar el contrato, algo factible siempre que el vehículo no tenga más de cinco años y no vaya a acabar con más de 180.000 o 200.000 kilómetros.

Artículos reclacionados

Últimos artículos