Con el inicio de la comercialización de las versiones eléctricas de Rifter y Partner, Peugeot ya ofrece versiones eléctricas en todos los modelos de su catálogo comercial. Estas variantes de cero emisiones, que mantienen las mismas prestaciones prácticas que las de combustión, se ofrecen para el particular con una cuota de renting de 179 euros (con entrada) y de 435 euros (sin entrada) para el profesional.
Es evidente que Peugeot es una de las marcas que más se está volcando en la electrificación de su gama, y no solo en lo que a turismos se refiere, con todos sus modelos, a excepción del 5008, con variantes eléctricas puras o híbridas enchufables. La apuesta también es total en el segmento de comerciales, así que tras lanzar al mercado las variantes eléctricas de Expert y Traveller a comienzos del año pasado y posteriormente la del Boxer, la firma del león completa su gama con la llegada de las versiones eléctricas puras de Rifter y Partner, de modo que ya tiene duplicado todo su catálogo en opciones de combustión y eléctrica.
Concretamente, el que ha venido a poner el broche ha sido el e-Rifter, modelo que desde la marca se espera acabe siendo uno de los principales protagonistas de su segmento. Esta versión se produce también en la factoría de Vigo y se levanta igualmente sobre la conocida plataforma EMP2. Declara una potencia de 136 CV, un par de 260 Nm y su batería de 50 kWh cuenta con una garantía de ocho años o 160.000 kilómetros.
Hasta 280 km de autonomía y plenas capacidades
Tanto uno como otro, e-Partner y e-Rifter, ofrecen el mismo sistema eléctrico, si bien homologan distintas autonomías, siempre hablando en ciclo WLTP: 275 kilómetros en el primero y 280 en el segundo. Estos dos modelos no penalizan en ningún aspecto respecto a las variantes con sistemas de propulsión convencionales, con lo que Peugeot consigue mantener no solo los altos niveles de tecnología y modularidad, sino también los de prestaciones y volumen de carga.
Muy interesante su dotación tecnológica, en la que no faltan elementos como el puesto de conducción i-cockpit, un sistema de navegación conectado, conectividad con los smartphones o una aplicación con la que se pueden programar los momentos de recarga en función de la tarifa contratada en el domicilio.
En cuanto al e-Rifter, un vehículo más enfocado a una utilización más lúdica, llega con dos longitudes, como las opciones de combustión, y su habitáculo se puede configurar de uno a siete pasajeros, consiguiendo una capacidad de hasta 4.000 litros disponiendo de la única plaza del conductor. En el habitáculo no se va a apreciar si se está en una opción eléctrica o no, logrando además mantener un gran volumen de carga repartido entre distintos lugares de almacenamiento, hasta sumar 186 litros.
El e-Partner, por su parte, se inclina hacia un uso más profesional, y muy específicamente al transporte de mercancías, pudiendo almacenar hasta 4,4 metros cúbicos con una plaza operativa.
Tanto uno como otro cuentan con tres modos de conducción: Eco, que reduce la entrega de potencia en un 60%; Normal, que permite el 80% de aprovechamiento de la potencia total; y Power, con el que se obtiene toda la energía disponible. Además, hay un modo de conducción Brake que intensifica la recuperación de la energía en las fases de desaceleración y frenado.
El Rifter eléctrico se encuentra disponible en los canales tradicionales y también a través de la opción de renting a particulares, pudiéndose disfrutar por una cuota de 179 euros y una entrada de poco más de 4.700 con el Moves III en su opción de achatarramiento. Para el profesional, esta oferta se cifra en una cuota mensual de 435 euros, sin entrada. Estos contratos son de 48 meses con un límite de 40.000 kilómetros anuales.
Oferta eléctrica comercial
Las versiones eléctricas de Rifter y Partner llegan para completar una gama de cero emisiones que se abrió a primeros del año pasado con el lanzamiento de las opciones e de Expert y Traveller. Estos modelos (el primero orientado al transporte de mercancías y el segundo al de pasajeros) se ofertan con dos niveles de batería, de 50 y 75 kWh, con una autonomía de 230 y 330 kilómetros, respectivamente. Al igual que e-Rifter y e-Partner, disponen de un sistema de carga monofásico de 7,2 kW y, de manera opcional, de uno trifásico de 11 kW. Igualmente, su potencia es de 136 CV, con 260 Nm de par, y cuentan con los tres modos de conducción y la opción de programar la recarga a través de la aplicación del móvil.
Después llegó e-Boxer, el más capacitado para el transporte y el reparto. En función de la plataforma que utilice brinda dos opciones de batería, de 37 y 70 kWh, homologando la primera una autonomía de 117 kilómetros y de 224 la segunda. Este modelo declara una potencia de 96 CV y la misma capacidad de carga que sus hermanas de motor térmico.