Opel está metida de lleno en la renovación de su gama. Si hace unas pocas semanas la marca alemana presentaba el Frontera, que llega para sustituir al Crossland, ahora le toca el turno a su SUV más grande, el Grandland, del que se ha presentado la segunda generación, un todocamino que mantiene el nombre de su antecesor pero realmente es un coche totalmente nuevo.
Cambia de aspecto, estrena una nueva plataforma, crece en dimensiones, estrena una gama de motores completamente revisada en la que se incluye una variante 100% eléctrica con una autonomía de hasta 700 km y también está, tecnológicamente hablando, más avanzado. Esta nueva generación del Grandland estará a la venta a lo largo del último trimestre del año.
Se trata del primer modelo de la marca alemana que se desarrolla sobre la plataforma STLA Médium BEV, la misma que se utiliza en el nuevo Peugeot 3008. Esta plataforma ha sido desarrollada por Stellantis para poder ser utilizada por los futuros modelos electrificados, incluyendo versiones cero emisiones, y presenta la gran ventaja de integrar la batería bajo el piso del coche, entre los dos ejes, favoreciendo con ello la habitabilidad del interior.
Mayores dimensiones, mejorada habitabilidad
Comparado con su antecesor, este nuevo Grandland es más grande. Han crecido todas sus cotas, con una longitud ahora de 4,65 metros (17 cm más que la anterior generación), una anchura que se va hasta 1,90 metros y 1,66 de altura, cotas que también son un poco más grandes que antes, mientras que la distancia entre ejes aumenta hasta alcanzar los 2,78 metros, 11 cm más que el anterior Grandland.
Su mayor tamaño también le sienta de maravilla al maletero, que ha visto incrementada su capacidad de carga hasta 550 litros, registro que se eleva a 1.641 litros si se abaten los respaldos de los asientos traseros, dispuestos en una proporción 40:20:40.
La carrocería adopta el lenguaje de diseño más novedoso de la marca del rayo. Un diseño que le otorga una fuerte personalidad y en el que destaca en el frontal el característico ya en los últimos modelos de la firma alemana Opel 3D Vizor. En el caso del Grandland con el logotipo Blitz iluminado, como también, primicia en Opel, el nombre de la marca en el portón trasero. Un detalle que le da más empaque a este SUV es que puede equipar llantas de hasta 20 pulgadas. También los nuevos faros Intelli-Lux Pixel HD con 51.200 elementos luminosos individuales, 25.600 en cada faro, le aportan un toque muy tecnológico.
Además de una mejor habitabilidad, esta segunda generación del Grandland sorprende con una mayor carga tecnológica. El salpicadero se ha rediseñado y ahora incorpora en el centro una pantalla multifunción en formato panorámico de 16 pulgadas y ligeramente orientada hacia el conductor, que se complementa con la de la instrumentación de 10 pulgadas y con el Head-up display Intelli-HUD. Elemento este que junto a la opción de activar manual o automáticamente el Pure Mode, que reduce el contenido del cuadro de instrumentos, minimiza las distracciones al volante.
La dotación tecnológica de este modelo se completa con una completa oferta de sistemas de asistencia a la conducción, entre los que figura el Control de Crucero Automático con función Stop&Go, que incluye el Reconocimiento Extendido de Señales de Tráfico, la Adaptación Inteligente de Velocidad y el Sistema de Frenado de Emergencia con Sensor de Colisión, que ayuda a minimizar las colisiones en caso de accidente. En opción se puede completar con el Intelli-Drive 2.0, que integra numerosos asistentes electrónicos que se combinan con el asistente de cambio de carril semiautomático y con el de la adaptación de la velocidad recomendada. Además, las maniobras de aparcamiento son más fáciles con los sensores delanteros y traseros y con la cámara Intelli-Vision de 360 grados con función de limpieza automática.
Grupos de propulsión electrificados
La oferta mecánica de la segunda generación Grandland se compone de diferentes grupos propulsores, todos ellos electrificados. Por lo tanto, este SUV se podrá elegir con versiones microhíbridas (MHEV), híbridas enchufables (PHEV) y cero emisiones (EV). Unos y otros se benefician de las sinergias de Stellantis, y es que son los mismos que se pueden encontrar en otros modelos de este potente grupo automovilístico y especialmente de los que comparten la plataforma STLA Médium BEV, como es el caso del Peugeot 3008.
Las versiones de acceso de la gama serán las variantes con el sistema de hibridación ligero de 48 V, que combina el funcionamiento de un motor de gasolina de tres cilindros de 1,2 litros y 136 CV con un electromotor de 28 CV (21 kW) integrado en en la caja de cambios automática e-DCT6 de seis relaciones. Un sistema de hibridación que se completa con una pequeña batería de iones de litio de 0,9 kWh de capacidad.
Por encima se posicionarán las variantes con tecnología híbrida enchufable (PHEV), de la que Opel aún no ha dado a conocer muchos datos técnicos. Lo que sí se sabe es que tendrá una autonomía en modo eléctrico de 85 kilómetros.
En la parte alta de la gama de este SUV compacto encontraremos las versiones cero emisiones, de las que la marca alemana tampoco ha dado muchos detalles, más allá de uno que lo posiciona entre los mejores de su segmento, su rango de uso. A falta de confirmar la homologación (WLTP), se elevaría hasta 700 kilómetros. Opel también garantiza unas paradas cortas para recuperar energías: en una estación de carga rápida el tiempo para pasar del 10% al 80% de la capacidad de la batería será de unos 26 minutos.