Mercedes-Benz ha presentado la nueva generación de su exitosa Clase E, un modelo del que a lo largo de su dilatada historia ha vendido más de 16 millones de unidades. Con esta nueva entrega, la firma de la estrella presenta una berlina muy avanzada en todos los aspectos, que más allá de la sustancial actualización de su imagen destaca por su apuesta firme por la electrificación, en la toman un protagonismo destacado sus nuevas versiones con tecnología híbrida enchufable (PHEV), y sobre todo por una carga tecnológica muy superior a la de su antecesor.
La nueva Clase E amplía sus cotas exteriores, llevando su longitud hasta los 4,94 metros, con una anchura de 1,88 y una altura de 1,46, sin olvidarnos de su distancia entre ejes que se estira hasta los 2,96 metros. A simple vista no oculta su procedencia, mantiene su identidad. Luce una imagen actualizada en la que se combina la tradición con detalles vanguardistas heredados de sus hermanos cero emisiones EQ. Algo especialmente visible en el frontal, que presenta una rejilla de nueva factura que cambia su aspecto en función del nivel de acabado, con el añadido de una moldura en negro brillante que la conecta con los faros.

Estos cuentan de serie con tecnología LED High Perfomance de alto rendimiento lumínico, dejando para la lista de opciones los Digital Light, que incluyen función de proyección. Continuando con los grupos ópticos, los de la parte trasera, también de nuevo cuño y con tecnología LED, se desmarcan con una original y personal firma lumínica en forma de estrella.
Más espacio y tecnología
De puertas adentro, esta nueva Clase E ha mejorado su habitabilidad, ya de por sí muy buena. Las mayores dimensiones de la carrocería, y especialmente su distancia entre ejes, propician un mayor espacio para los pasajeros, sobre todo en los asientos traseros, en los que se disfruta de un mejorado espacio longitudinal para las piernas. La capacidad del maletero también es muy generosa, hasta 540 litros en el mejor de los casos. Podríamos decir que la nueva generación ofrece unos niveles de habitabilidad cercanos a los de la Clase S. Por otro lado, su interior sigue destacando por su elevada calidad de acabado, recurriendo en buena medida a materiales reciclados, como la tapicería y el relleno interior de los asientos.
Por supuesto, la dotación tecnológica es de primer nivel, y al igual que la carrocería también adopta detalles de la familia EQ. Este es el caso de la gran pantalla MBUX Hyperscreen, vista por primera vez en la berlina eléctrica EQS, compuesta por hasta tres pantallas, todas ellas de alta resolución, siendo opcional la que se ubica en el salpicadero en el lado del acompañante, en la que se pueden ver diferentes tipos de contenidos y con una protección visual para que no pueda ser visible desde el puesto de conducción y con ello evitar distracciones al volante.

El sistema de infoentretenimiento cuenta con un ordenador central muy potente y rápido y ofrece la posibilidad, opcionalmente, de disponer de un buen número de aplicaciones. También se abre paso la inteligencia artificial (IA), que puede aprender qué sistemas utiliza el conductor de manera más habitual y de esa forma se pueden programar y automatizar para que el coche lo haga por nosotros.
Llegan los PHEV a la gama
Como no podía ser de otra manera, la electrificación marca el paso en la configuración de su oferta mecánica. Así, la nueva gama queda compuesta por las conocidas motorizaciones con hibridación ligera, tanto de gasolina como diésel, a las que se suman nuevas versiones con tecnología híbrida enchufable (PHEV). Entre las primeras, todas ellas asociadas a una caja de cambios automática de nueve velocidades, se encuentran el E 200 de gasolina de 204 CV y los diésel E 220 d y E 220 d 4MATIC, ambos con 197 CV y el segundo con tracción a las cuatro ruedas.
La rama PHEV queda conformada por tres opciones. El E 300 e y el E 300 e 4MATIC, con una potencia total combinada de 312 CV y una cifra de par de 550 Nm, y el E 400 e 4MATIC, de 380 CV y 650 Nm de par. Todos ellos cuentan con un electromotor de 129 CV (95 kW) y una batería de 25,4 kWh de capacidad que garantiza una autonomía en modo eléctrico de 111 km, rango que sube hasta los 118 km en el caso del E 300 e. A la hora de recargarla, no es muy habitual entre este tipo de modelos que se puedan enchufar a postes de corriente continua a una potencia de hasta 55 kW, lo que permite una carga completa en unos 30 minutos. En corriente alterna, la máxima potencia de recarga es de 11 kW.

Tecnología extra
El Mercedes-Benz Clase E presenta novedades importantes en otros apartados técnicos, como el sistema opcional de dirección en las ruedas traseras, con un ángulo de orientación de las ruedas de ese eje de 4,5 grados que permite reducir el radio de giro hasta 90 centímetros. También, opcionalmente, la marca ofrece un paquete tecnológico que incluye la suspensión neumática AIRMATIC con la amortiguación regulable continua ADS+, junto a un sistema de nivelación para mantener constante la altura libre al suelo.
Entre los sistemas de ayuda a la conducción (ADAS) figura el ATTENTION ASSIST, que por medio de una cámara se encarga de vigilar los ojos del conductor por si detecta síntomas de fatiga o distracción, y llegado el caso avisa con señales acústicas o deteniendo por completo el coche si no reacciona. Otros asistentes que facilitan la conducción autónoma son el Active Brake Assist, que incluye la frenada automática de emergencia; el Active Lane Keeping Assist, que ayuda a mantener el coche en el carril por el que se circula; el Steering Assist, que ayuda a mantener la trayectoria, y el Speed Limit Assist, que controla la velocidad.