La Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA) ha elegido a Martin Lundstedt, director ejecutivo de Volvo Group, como presidente del Comité de Vehículos Comerciales, en sustitución de Martin Daum, CEO de Daimler Truck.
En sus primeras declaraciones, Lundstedt ha asegurado que «2022 será un año decisivo en el camino hacia el transporte de mercancías por carretera con cero emisiones» y ha abogado por incrementar la red de recarga para camiones eléctricos. El nuevo presidente ha explicado que «los camiones eléctricos a batería están listos para salir a la carretera en grandes cantidades, y los camiones con celdas de combustible los seguirán en breve. Sin embargo, la capacidad de los operadores de transporte para invertir en camiones de cero emisiones está directamente relacionada con la disponibilidad de la infraestructura adecuada de carga y reabastecimiento de combustible».
Actualmente, el Parlamento Europeo y los Gobiernos de la Unión Europea discuten la propuesta de Reglamento de Infraestructura de Combustibles Alternativos (AFIR), que traerá objetivos vinculantes para la infraestructura de carga y reabastecimiento de combustible para cada Estado miembro de la UE. La Comisión Europea también está lista para proponer normas revisadas de CO2 para vehículos pesados a finales de este año.
Infraestructura imprescindible
Ante esta coyuntura, Lundstedt ha advertido que «desafortunadamente, hoy en día falta casi por completo la infraestructura que se adapta a las necesidades específicas de los vehículos pesados», agregando que «esto es algo que la AFIR debe abordar con urgencia, con objetivos dedicados y ambiciosos para la infraestructura específica de camiones. Es muy simple: ningún operador de transporte comprará jamás un camión eléctrico a batería a menos que pueda cargarlo para operaciones fluidas y sin problemas».
Los legisladores deben entender que establecer objetivos AFIR para vehículos pesados ahora, antes de la revisión de los estándares de CO2 más adelante en 2022, predeterminará efectivamente las reducciones de CO2 que se pueden esperar del transporte por carretera para el final de esta década.
Asimismo, ACEA ha reiterado que los requisitos de la infraestructura de camiones son completamente diferentes a los de los automóviles, particularmente con respecto a la ubicación, el espacio y los niveles mínimos de potencia.