La Comunidad de Madrid acumula un elevado número de las matriculaciones de vehículos nuevos que realizan las flotas de las compañías de renting y de las grandes alquiladoras gracias no sólo a que estás se encuentren radicadas en su territorio. También lo logra debido al elevado número de pequeñas localidades existentes en el mismo cuyas tarifas del Impuesto de Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM) suponen un importante ahorro en las cuantías a pagar.
Cada año, el IVTM obliga a pasar por la caja de las corporaciones locales a millones de propietarios de automóviles para abonar las cuantías correspondientes a cada vehículo de su propiedad. El impuesto permite recaudar a las corporaciones locales españolas una cifra superior a los 3.900 millones de euros gracias al pago fiscal al que están obligados los 37,8 millones de vehículos que circulan por nuestro país.
El IVTM recauda una media de 103,17 € por vehículo
Es decir, los ayuntamientos recaudan una cantidad media de aproximadamente 103,17 euros por coche. Pero eso es lo que dicen las matemáticas, puesto que la realidad es muy diferente. Al igual que sucede con los demás impuestos, estos no se aplican de forma generalizada, sino que son graduales en función de determinadas circunstancias aplicables a cada vehículo en concreto.
Así, la cuantía real del mismo oscila, por lo general, en función de los caballos fiscales de cada modelo y del carburante utilizado en el caso de los coches; de la cilindrada en el caso de las motocicletas: o del peso y número de asientos en cuanto a los vehículos pesados. El impuesto se establece a partir de unas cuantías mínimas establecidas por el Gobierno español, que van desde los 12,62 euros hasta los 148,30 euros, según se indica en el RD 2/2004 DE 5 DE MARZO sobre la Ley Reguladora de las Haciendas Locales.
Cada corporación local puede fijar el coste que considere
A partir de ahí, cada corporación local puede bien incrementar dichas cuotas mínimas fijadas por el Estado mediante la aplicación de un coeficiente que, en ningún caso, puede ser superior a 2, o bien crear otros coeficientes diferenciados (es decir, nuevos impuestos añadidos) que deberán aprobar en la respectiva ordenanza fiscal reguladora del municipio.
Pero, de igual manera que pueden aprobar subidas de las cuantías a cobrar, también pueden reducirlas mediante la aplicación tanto de bonificaciones como incluso de exenciones. La normativa de la Ley permite a los municipios aplicar básicamente hasta tres tipos de bonificaciones de carácter potestativo: de hasta el 75% en función del carburante que consuma el vehículo y la incidencia de este sobre el medioambiente; de hasta el 75% en función de las características de los motores de los vehículos y su incidencia sobre el medioambiente; y de hasta el 100% para los vehículos históricos o para aquellos que tengan una antigüedad de 25 o más años desde su fecha de primera matriculación.
Existen igualmente otras bonificaciones de hasta el 95% para vehículos destinados a su uso en determinados eventos o por parte de entidades sin fines lucrativos, o del 50% para los propietarios que residan en Ceuta y Melilla. Todas ellas, salvo la última que es obligatoria, son graciables, es decir, los municipios pueden o no aplicarlas en su Ordenanza fiscal según su interés.
Impuestos como el CO2 catalán alejan a las flotas
Tal y como establece la Ley, las corporaciones locales pueden igualmente variar el IVTM aplicando otros coeficientes o creando otros impuestos alternativos. Es el caso de Cataluña, donde se ha establecido el ya famoso Impuesto al CO2, el cual ha provocado un amplio éxodo de matriculaciones hacia otros lugares de la geografía española donde este impuesto no se cobra.
Un éxodo que se percibe claramente en localidades como el municipio de Rajadell (en la provincia de Barcelona) donde de los 11.544 vehículos que había registrados en su censo se ha pasado tan sólo a contar con 4.202. O como en Aguilar de Segarra (también en Barcelona), donde la cifra de vehículos registrados también se ha reducido de los 6.309 vehículos a 5.089.
El nuevo impuesto al CO2 ha provocado que finalmente muchas de las flotas existentes tanto de rent a car como de operadores de renting y servicios de movilidad en Cataluña hayan dado el paso de deslocalizar sus vehículos en los pueblos de Cataluña para irse a empadronar en otros municipios de otras Comunidades Autónomas.
Las tarifas, culpables de los robos de flota entre CC.AA.
Una deslocalización que se suma a la que muchas ya emprendieron años antes tanto por la situación política del process, que provocó la salida de muchas empresas de Cataluña con dirección a otros pequeños “paraísos fiscales» en otros territorios de España donde ahorrarse un buen dinero.
Y en este sentido, el tan traído “Madrid nos roba” al que siempre aluden los independentistas catalanes adquiere así cierto sentido, aunque bien es cierto que se les olvida decir que propiciado y provocado por ellos mismos.
Según el informe elaborado por Automovilistas Europeos Asociados (AEA), organización de defensa de los conductores, Madrid cuenta con numerosos municipios con bajas tarifas del IVTM que provocan que numerosos propietarios (tanto empresas como particulares) “empadronen” en ellas a sus vehículos a efectos del pago del impuesto.
Matrículas de empresa: el 40% en 10 municipios
Y no sólo es Madrid. 10 municipios españoles concentran el 40% de las matriculaciones de vehículos destinados a empresas. Una circunstancia lógica si tenemos en cuenta que existen diferencias superiores al 150% en las cantidades a pagar en función del municipio en el que se abone el impuesto.
Según el informe dado a conocer por AEA, las diferencias de tarifas no sólo se producen entre las capitales de provincia de distintas comunidades autónomas, sino que también se dan entre distintos ayuntamientos de una misma provincia. Así, por ejemplo, en la Comunidad de Madrid las tarifas que se cobran en pueblos como Las Rozas de Puerto Real o Patones son hasta siete veces más baratas que las que cobra el Ayuntamiento de Madrid a sus automovilistas.
Y en la propia Cataluña también sucede lo mismo, pues el Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica que se cobra en localidades como Rajadell o Aguilar de Segarra es hasta ocho veces inferior al que cobra el Ayuntamiento de Barcelona a los vehículos de su ciudad.
Pero esto no significa que Madrid o Barcelona sean las ciudades que tienen los IVTM de mayor cuantía en el país. Ni mucho menos. Un automovilista donostiarra, por ejemplo, paga por este impuesto municipal hasta un 49% más que uno madrileño. Una fuerte diferencia, pero mayor aún si la comparamos con lo que paga uno domiciliado en Santa Cruz de Tenerife. El automovilista canario residente en esta ciudad tiene unas tarifas que son hasta un 158% inferiores a las de sus homólogos de San Sebastián.
Diferencias de hasta el 900% en las cuantías
Y si estas diferencias saltan a la vista que son cuantiosas, mejor agarrarse al sillón, pues pueden ser incluso mayores. Según el informe publicado por AEA, si un automovilista está empadronado en alguno de los 27 municipios existentes en España que están considerados como “paraísos fiscales” en materia del pago del IVTM, las diferencias en las cuantías a pagar pueden incluso llegar a alcanzar el 900%.
Por tanto, no es de extrañar que muchas operadoras de renting y de alquiler de vehículos, al igual que también muchos automovilistas privados, concentren la matriculación de sus flotas en dichos “paraísos fiscales” buscando ahorrarse con ello una importante cantidad de dinero en el abono de sus responsabilidades fiscales.
Es el caso del municipio madrileño de Las Rozas de Puerto Real, donde apenas están empadronadas 578 personas y durante 2023 ha registrado 21.386 coches nuevos matriculados empadronados en la localidad, es decir, unos 37 por habitante.
Los precios del IVTM en Las Rozas de Puerto Real oscilan entre los 3,16 y los 28 euros anuales, en función de los CVF que determinan el valor a pagar por este impuesto. Podemos comparar estas cuantías con las de la capital de su misma provincia, Madrid, donde se pagan entre 20 y 224 euros por este mismo motivo. Esto supone un ahorro por coche que iría desde los 16,84 a los 196 euros en el pago del impuesto.
Esto supondría que si todos los coches matriculados en Las Rozas de Puerto Real pertenecieran a una única persona o empresa, esta se habría ahorrado entre 360.140,24 y 4.790.464 euros en un solo año en el pago de su IVTM por el simple hecho de estar empadronado en el pueblo en lugar de estarlo en la capital.
Por tanto, las diferencias económicas son tales que resulta normal que las empresas con grandes flotas “emigren” a estas localidades buscando ahorrarse tamañas cantidades en sus pagos anuales. Y es evidente que dado que el mayor número de municipios con estas bajas tarifas se encuentran en la Comunidad de Madrid, lógicamente, las grandes empresas de renting y alquiler de vehículos que operan en España encuentren un mejor acomodo en esta comunidad y en estos municipios para el desarrollo de sus negocios y el pago de sus IVTM.
¡Ah! Un último dato. Al hacerlo no están incumpliendo ley alguna, pues han habilitado los elementos necesarios y cumplen con los requisitos que marca la ley para «empadronar» su actividad en dichos municipios y, por tanto, tienen todo el derecho a disfrutar de las bonificaciones que dichos municipios otorgan a sus vehículos. Otra cosa son las consideraciones de tipo ético o moral que se quieran poner a tal actuación. Pero ese ya es argumento para otro tema…