Se mantiene la incertidumbre entre los consumidores sobre qué tipo de tecnología le interesa comprar en su próximo coche. De hecho, hasta un 60% de los españoles piensa retrasar la decisión de compra de su próximo vehículo, según el estudio global sobre tendencias en el sector de automoción elaborado por la consultora Simon-Kucher.
Y la situación para aquellos que planean hacer lo contrario, es decir, para ese 40% restante que asume que cambiará próximamente de vehículo, tampoco es especialmente buena, pues prácticamente todos ellos tienen una cosa bastante clara: el gasto que tendrán que realizar superará sus previsiones en al menos un 15% o 20%.
La mitad de los encuestados considera que su poder de compra va a disminuir claramente debido también a la incertidumbre, aunque en este caso más por la de carácter económico que se cierne sobre nuestro futuro que sobre la de carácter tecnológico que atenaza las voluntades de los compradores de automóviles. Tanto el factor precio como el elevado coste de propiedad que supone hoy la tenencia de un vehículo pesan un 37% en la decisión de compra de los clientes que acuden a los concesionarios. Esta es, precisamente, la principal preocupación que manifiestan todos los compradores.
Máxima incertidumbre respecto de la tecnología a elegir
En cuanto a la tecnología que el futuro coche nuevo debería incorporar, la incertidumbre es máxima entre los consumidores de automóviles. El estudio pone de relieve cómo los vehículos eléctricos cada día gozan de mayor popularidad, pero esta viene a ser la misma que aún tienen tanto los modelos gasolina como los diésel. De hecho, se da el caso de que la consideración que los compradores tienen respecto de los vehículos eléctricos se ha estancado y ha dejado de crecer. Así, mientras que un 63% afirma que no le importaría que su próximo vehículo fuera eléctrico, otro 64% indica igualmente que tampoco rechazaría comprar un coche equipado con motor térmico.
Por otra parte, de entre todos los mercados que se contemplan en el estudio, el español es uno en los cuales los consumidores tienen una menor consideración con respecto a la compra de vehículos eléctricos. Solo un 50% considera su compra, un porcentaje que apenas ha variado en el último año. Los vehículos que realmente están atrayendo nuestra atención son los que están dotados con unidades de potencia híbridas o aquellos que cuentan con tecnologías plug-in (los enchufables). Países como Noruega (74%) o China (89%) nos aventajan claramente en este aspecto.
Otra de las preocupaciones que tienen los españoles en el momento de compra es el poder efectuar esta de manera presencial. Sí, según el estudio de tendencias elaborado por Simon-Kucher, en nuestro país todavía queremos ver la cara de quien nos está vendiendo el coche, además de poder conocer mejor el vehículo «al natural» y tocarlo y sentirlo antes de comprarlo que limitarnos a ver un vídeo o alguna foto del mismo. Y es que nada menos que el 80% de los encuestados en toda España prefiere acudir a un punto de venta o de contacto con el fabricante o vendedor al comprar su coche antes que tramitar su adquisición de manera virtual online.
Comprar coche, una gran operación comercial
«Para muchos, adquirir un automóvil va a ser una de las operaciones comerciales más grandes que harán en sus vidas. Por ello prefieren tener una sola persona con la que hablar cara a cara en el caso de que surja algún problema durante la transacción», comenta Hans Munz, asociado de la consultora Simon-Kucher en España. Cara al futuro puede ser que la cosa cambie, pero en todo caso «cerrar la brecha digital y ofrecer esa interacción personal ‘face to face’ con alguien de la marca o del concesionario en quien poder confiar será clave en el proceso de compra», indica Munz.
Y lo cierto es que, sin duda, el proceso está en fase de cambio, puesto que mientras para la generación de los baby boomers, los nacidos entre 1950 y 1968, tan sólo el 4% considera la vía online como su modalidad favorita para efectuar la compra, para los compradores pertenecientes a la denominada «Generación Z», los nacidos entre 1994 y 2010, consideran el uso de la modalidad online como su favorita para realizar la próxima compra de su vehículo.
El estudio sobre tendencias del automóvil elaborado por la consultora también ha analizado el actual proceso de transición del pago por propiedad al pago por uso. Así, el 61% de los encuestados ya considera que cuando vaya a cambiar de coche podría contratar un vehículo de suscripción en lugar de acceder a la compra y tenencia de un vehículo nuevo propio.
Los consumidores cambiaron de forma de actuar y pensar
Sin duda, toda una muestra de cómo las nuevas tecnologías y tendencias de consumo de los bienes y servicios están cambiando de manera radical la forma de pensar de los consumidores. De hecho, incluso el 60% de las generaciones Y (la de los Millenials, o nacidos de 1982 a 1984) y Z también se decantan por contratar un servicio de suscripción o de alquiler de la batería de un coche eléctrico de manera completamente separada del vehículo.
«Gran parte de las dudas que manifiestan los consumidores con la proliferación de estos nuevos modelos de compra se debe sobre todo a la falta de costumbre, conocimiento e incluso de familiaridad con los dispositivos a través de los cuales habrían de efectuarlas», explica Hans Munz, antes de añadir la «cada vez mayor importancia que va a tener el realizar campañas de sensibilización que demuestren las ventajas de estos nuevos sistemas de compra a los clientes».