LeasePlan sabe que uno de las principales preocupaciones de los clientes que acaban de subirse al tren del vehículo eléctrico es la autonomía, más aún ahora que llegan los viajes vacacionales. Asegura que para estos conductores, el transporte diario de casa al trabajo no suele ser motivo de preocupación -la media de tiempo que el trabajador europeo pasa en la carretera está en 30 minutos-, el miedo surge ante viajes más largos. En este sentido, afirma la compañía de renting que la autonomía y las infraestructuras de recarga públicas han crecido en los últimos años y que en Europa hay más de 285.000 estaciones públicas de recarga. Aun así, el vehículo eléctrico requiere de una conducción diferente a las del automóvil de combustión y unos consejos para ampliar la autonomía no vienen nada mal.
En primer lugar, LeasePlan señala que hay que utilizar el aire acondicionado con cabeza y recordar, antes de ponerlo al máximo, que su uso puede reducir la autonomía de las baterías. Bien es cierto que a nadie le gusta conducir agobiado por el calor, por lo que recomienda, en la medida de lo posible, enfriar el coche mientras está aún enchufado, antes de emprender la marcha, además de no configurar el aire acondicionado en la opción más fría e intentar mantener la temperatura entre 20 °C y 23 °C; es decir, a la hora de aparcar, por ejemplo, tratar de hacerlo a la sombra y cubrir el parabrisas con un parasol.
Control de velocidad
Como segundo consejo, la compañía de renting recomienda el uso del control de velocidad automático. Aunque resulta tentador pisar el acelerador, especialmente con la capacidad de aceleración de los vehículos eléctricos, hacerlo es una manera infalible de agotar la batería del automóvil y llevarse una multa o dos por exceso de velocidad. Por ello, es mejor mantener una velocidad uniforme y aprovechar al máximo el control de crucero adaptativo, si el vehículo cuenta con él, pues es el mejor aliado para la batería.
Una tercera recomendación, que no solo tiene que ver con cuidar la autonomía del eléctrico, sino también, y mucho más importante, con la seguridad, es revisar la presión de los neumáticos. Pero centrados en la autonomía, unas ruedas con una presión insuficiente conllevan una mayor resistencia al rodamiento y, por lo tanto, una economía de la batería más deficiente. Llevar las ruedas bien infladas puede incrementar la autonomía de las baterías de los vehículos eléctricos del 3% al 5%. También hay que asegurarse de no inflar las ruedas más de lo debido, ya que un exceso de presión reduce la vida útil de los neumáticos, hace que el vehículo sea más difícil de controlar y aumenta el riesgo de accidentes.
Aparcar = recargar
Viajar ligero es otro útil aviso, aunque puede resultar difícil de llevar a cabo si el desplazamiento va a ser para una temporada larga. El peso extra implica que el automóvil y su batería necesitan trabajar más para mantenerse en movimiento, por lo que es aconsejable retirar del coche cualquier elemento innecesario y llevar únicamente lo que se va a necesitar.
Finalmente, cita LeasePlan, es «obligatorio» planificar bien el viaje y asegurarse de incluir periodos de descanso. Puede resultar tentador hacer el viaje de un tirón para llegar cuanto antes al destino, pero por seguridad es importante descansar. Como norma general, hay que hacerlo 15 minutos cada dos horas de conducción. Teniendo esto en cuenta, puede planificarse la ruta asegurándose de escoger puntos de descanso que permitan tomar el aire, comer algo y recargar el coche. La regla de oro del vehículo eléctrico en un viaje por carretera es aparcar equivale siempre a recargar.