El mercado del automóvil vive un periodo de transición que deja muchas dudas entre los usuarios que quieren realizar una inversión en este campo. La incorporación inacabada de la tecnología eléctrica, la subida de precios o la tardanza en la entrega de los vehículos nuevos son motivos que llevan a un creciente porcentaje de público a decantarse por la compra de coches de segunda mano. La ocasión o el producto usado se convierte así en la preferencia para no realizar un gran desembolso en tiempos de incertidumbre y en la garantía de obtener una buena rentabilidad.
Precio
Los motivos para comprar un modelo ya utilizado por otros conductores siempre han estado validados, si bien sus argumentos se refuerzan en el periodo actual. La cuestión económica sigue siendo determinante. Un auto nuevo pierde hasta un veinte por ciento de su valor durante su primer año de actividad, pese a que no sufra ningún accidente ni percance. El mercado automovilístico actual funciona de tal manera que los continuos avances tecnológicos provocan que la novedad de hace un año se quede obsoleta. No es una inversión pequeña como para no encontrar rentabilidad. El precio medio de un coche nuevo en España, en 2022, era de 23.443 euros. A esta inversión inicial se suman los gastos anuales de seguro e impuestos, sin olvidar que dentro de unos años habrá que empezar las visitas periódicas al mecánico.
¿Cuánto cuesta el precio por kilómetro realizado? Resulta difícil extraer esta cifra, ya que depende de la cantidad de uso que el conductor realice y del coste inicial. En cualquier caso, cuando el vehículo pasa a mejor vida, el coste por kilómetro de un coche de segunda mano puede ser menos de la mitad de lo que costaría para un modelo nuevo.
Cambios tecnológicos
Además de la cuestión económica, el componente tecnológico es otro de los motivos que aconsejan comprar un vehículo usado en 2023. El relevo hacia la tecnología eléctrica todavía va lenta, si bien hay muchos y continuos avances en el sector que mejoran, cada año, la versión anterior. El modelo eléctrico actual tiene todavía muchas limitaciones en cuanto a autonomía y capacidad de carga, pese a su elevado precio. La industria tiene todavía muchos pasos que dar para conseguir un estilo optimizado y adecuado a los hábitos de los conductores. En este escenario, es mejor comprar un vehículo utilizado, cuya inversión es muy inferior, y esperar a que la tecnología mejore y a que, sobre todo, los precios se adecúen a las posibilidades de la mayoría de ciudadanos. La oferta es muy amplia y el público encuentra clásicos como el Peugeot 3008 a muy buen precio.
Tiempos de espera
Entre las ventajas de comprar un coche de segunda mano está la disponibilidad inmediata. La crisis económica global y determinados conflictos geopolíticos han situado a la industria del automóvil en una situación complicada, pues los modelos tardan más tiempo en ser entregados a los compradores. Un conductor que compra un coche en enero no lo recibe, de media, hasta el mes de junio. Es una situación inverosímil y que supone una enorme limitación. No ocurre, evidentemente, en los vehículos usados, cuya entrega se realiza de forma inmediata una vez se ha realizado el pago, en la mayoría de casos.