Las grandes del renting han demostrado su capacidad para afrontar con éxito los múltiples desafíos planteados durante el pasado ejercicio en los ámbitos del automóvil y la movilidad. Así, tras la presentación de unos resultados históricos para LeasePlan y ALD Automotive, Arval no ha querido ser menos y saca pecho de un balance económico de 2021 también salpicado de registros récords, empezando por unos beneficios netos de 720,5 millones de euros, lo que supone un incremento del 52,8% respecto a los 471,4 millones obtenidos en el año anterior.
Según la compañía, el buen desarrollo de su actividad y especialmente la evolución del mercado de vehículos usados han propiciado que su resultado bruto de explotación (Ebitda) se elevase un 26,4% hasta 1.736,2 millones de euros. Apoyada por el crecimiento del 6,4% ya anunciado de su flota financiada, que alcanza los 1,47 millones de vehículos, su actividad le ha reportado 1.366 millones de euros en el último año, un 12,5% más que en 2020, desglosados entre los 720,5 millones obtenidos por los contratos de renting y los 646 millones de sus servicios, con incrementos del 15% y 9,8%, respectivamente.
Más ingresos por coche
Pero el foco hay que ponerlo sobre su negocio de remarketing, que se mueve en registros históricos. Y es que las ganancias derivadas de las ventas de sus vehículos se dispararon por encima del doble, pasando de los 158,7 millones de euros de 2020 a 369,7 millones el curso pasado; es decir, un alza del 133% cuando el volumen de unidades comercializadas solo lo hizo el 12,6%, hasta 298.853 unidades, buena muestra de los elevados precios pagados en el mercado de ocasión.
El resultado operativo del grupo experimentó igualmente una sustancial mejora del 54,6%, hasta 894,2 millones de euros, mientras que sus gastos de explotación aumentaron un 9,9% (807,8 millones) respecto al bajo listón de 2020, a consecuencia del crecimiento de la actividad y los costes de implementación del plan estratégico Arval Beyond.