Ineos Automotive, con un recorrido muy corto en el mercado del automóvil, no es una firma muy conocida, todo lo contrario que su matriz Ineos, una de las empresas petroquímicas más importantes del mundo, además de tener unidades de negocio en otros muchos ámbitos. A muchos aficionados al automovilismo les es familiar porque su logotipo decora los monoplazas del equipo Mercedes de F-1, del que tiene un tercio de su propiedad. También es una marca conocida por los éxitos que cosecha su potente equipo profesional de ciclismo, pero ahora seguro que también va a ser descubierta gracias al Grenadier, el todoterreno que comercializa.
Es muy curiosa la gestación del Grenadier. Se debe a la iniciativa del presidente de Ineos en 2017, Sir Jim Ratcliffe, amante de los coches y un consumado aventurero, que en un safari detectó un vacío en el mercado de un 4×4 capaz de darlo todo fuera del asfalto. Una idea que finalmente se plasmó en una reunión con amigos suyos en el pub Grenadier en Belgravia, Londres, de ahí el nombre del coche. Después, un equipo de profesionales del mundo del motor se encargó de diseñar y desarrollar el vehículo, que ha visto la luz tras un proceso de cinco años de meticuloso desarrollo.
De los de verdad
El Ineos Grenadier es un todoterreno de verdad, un coche de los que quedan muy pocos en el mercado, capaz de desenvolverse en los terrenos más abruptos y escarpados con una gran facilidad. Se ofrece con las denominaciones Station Wagon y Utility Wagon. La primera reservada a las variantes destinadas a un uso lúdico y de ocio, y la segunda enfocada hacia el mercado profesional de flotas, pudiéndose elegir con dos o cinco asientos. Hay que puntualizar que debido a la excelente movilidad del Grenadier en las situaciones más complicadas de uso fuera del asfalto, es un modelo que está interesando a muchas empresas que ven en él un vehículo idóneo para realizar sus labores profesionales, del mismo modo que la homologación de la OTAN le hace estar llamando la atención de los ejércitos.
Las versiones comerciales N1 permiten muchas transformaciones. En el caso de las de dos plazas tienen un suelo de carga completamente plano de 1.200 x 800 milímetros y un volumen de 2.088 litros con el que es capaz de cargar un europalet. Por su parte, las de cinco plazas ofrecen un equilibrio óptimo entre la carga y el transporte de pasajeros, pudiendo el cliente optar por cambiar sin coste el panel liso de la parte trasera por una ventanilla de cristal. En las versiones Utility Wagon de cinco asientos el volumen de carga, tras el panel que separa la zona de pasajeros, es de 1.255 litros. En ambos casos la capacidad de remolque es de 3,5 toneladas y con el cabrestante de alto rendimiento opcional de Red Winches, un proveedor de la OTAN, tiene una capacidad de arrastre de 5,5 toneladas.
Muy bueno, pero caro
El principal hándicap del Ineos Grenadier es su precio. Es un coche caro, pero su excelente movilidad fuera del asfalto hay que pagarla. Las variantes comerciales Utility Wagon, disponibles con un motor BMW de seis cilindros, tanto de gasolina como diésel, tienen todas ellas, sea cual sea su número de asientos, el mismo precio, 73.243 euros. Lo mismo que sucede con las variantes Station Wagon, compartiendo motores con sus hermanos comerciales y disponibles con dos niveles de acabado, Trialmaster Edition y Fieldmaster Edition, que están valoradas todas ellas en 93.930 euros. Una política comercial que, ante todo, se lo pone muy fácil al cliente, que, eso sí, tendrá a su disposición una larga lista de opciones para que cada uno pueda personalizar el coche a su gusto.
A simple vista, debido a las formas cuadradas de la carrocería, ya se puede apreciar que el Grenadier es un TT de verdad, un vehículo de los que ya quedan pocos en el mercado. Aquí podrían caber los Toyota Land Cruiser, Land Rover Defender o Jeep Wrangler, además del Mercedes Clase G. También, como los todoterreno puros, su interior es funcional y práctico, todos los mandos son muy grandes, lo que permite poder manejarlos incluso con guantes. Su diseño se inspira en la aeronáutica con una serie de mandos ubicados en el techo del vehículo, algunos de ellos del sistema 4×4.
Para asegurar al máximo su fiabilidad en las situaciones de uso más extremas cuenta con la electrónica que realmente necesita, aquella que se requiere para que funcionen los sistemas de ayuda a la conducción y el sistema multimedia, con una pantalla de 12,3 pulgadas, compatible con Android Auto y Apple CarPlay y que integra, entre otras muchas funciones, la instrumentación, con la guinda de múltiples conexiones USB. El monitor se puede manejar por medio de unos mandos, uno de ellos giratorio en la consola que hay entre los dos asientos delanteros.
Los clásicos largueros y travesaños
La construcción del Grenadier es la propia de un todoterreno puro y por lo tanto, para asegurar la robustez, se alza sobre un chasis de largueros y travesaños de acero de 3,5 mm de espesor construido por la empresa española Gestamp, al que se atornilla una carrocería de 4,89 metros de longitud, con una anchura de 1,93 metros y una altura de 2,03 metros, mientras que su distancia entre ejes se acerca los tres metros. El chasis alberga dos ejes rígidos firmados por Carraro, empresa especialista en ejes de tractor, por lo que su fiabilidad está asegurada. Para las suspensiones, con un recorrido de 60 cm, se recurre a unas de tipo multibrazo con muelles Eibach y amortiguadores Bilstein, mientras que para los frenos emplea un sistema desarrollado por Brembo. Marcas todas ellas de reconocido prestigio.
Motores de origen BMW
Es un coche bastante pesado ya que supera las 2,7 toneladas, así que para garantizar una satisfactoria agilidad la marca ha recurrido a unos prestigiosos motores de seis cilindros en línea, ambos con una cilindrada de tres litros, de origen BMW: uno de gasolina de 268 CV y una cifra de par de 450 Nm y otro de gasoil con una potencia de 250 CV y un par motor de 550 Nm. Dos propulsores que están asociados a una caja de cambios automática ZF de ocho velocidades, formando un binomio capaz de ofrecer unas prestaciones bastante buenas.
El sistema de transmisión con tracción a las cuatro ruedas se completa con una caja de reductoras fabricada por Tremec y con una relación de reducción de 2,5:1 y con tres diferenciales, uno en caja eje y otro central, con la posibilidad de poder bloquear los tres y el central tanto en marchas largas como en cortas.
Primera prueba
En una jornada de pruebas tuvimos ocasión de conocer un poco más a fondo al Ineos Grenadier, en nuestro caso una versión dotada con el motor 3.0 turbodiésel, mecánica que desde los primeros compases dejó claro que tiene un fuerte carácter y que es capaz de mover a este todoterreno con una gran soltura y agilidad. Sobre el asfalto muestra un buen confort de marcha y tan sólo habría que criticar el funcionamiento de la dirección, de recirculación de bolas, que es un poco lento. Su comportamiento sobre esta superficie, en zonas viradas, es torpe, pero bastante bueno teniendo en cuenta su peso y las inercias que genera.
Su hábitat favorito está lejos del asfalto y es ahí donde sale a relucir su verdadero potencial. En un recorrido con fuertes trialeras y zonas realmente abruptas y escarpadas, se siente como pez en el agua y es capaz de superar todos los obstáculos que se le pongan por delante con una gran facilidad. Cuando se complicaron de verdad las cosas bastó con bloquear el diferencial central y el trasero para con una pequeña presión sobre el pedal del acelerador sortear con mucha solvencia todo lo que se le puso por delante.
En esta ocasión no fue necesario bloquear el diferencial delantero, para lo que basta con que una rueda tenga tracción para seguir avanzando. Además del buen hacer de su sistema de tracción 4×4, también tienen mucho que decir su altura libre al suelo de 26,4 cm y sus sensacionales cotas TT, fruto en parte de que los ejes están en los extremos de la carrocería y por lo tanto el coche tiene unos voladizos muy pequeños, lo que favorece enormemente los ángulos de ataque y de salida. Además, cuenta con control de descenso y con un programa Off-road que desactiva el control de tracción y el sistema de arranque, entre otras funciones. También equipa el Wading Mode que permite al coche sortear vadeos de hasta 80 cm de profundidad sin que el agua afecte a elementos vitales de la mecánica.
Ineos Grenadier Quatermaster, un pick-up muy capaz
Además de tener la ocasión de probar el Ineos Grenadier, también pudimos ver por primera vez en persona el Grenadier Quatermaster, un pick-up de doble cabina y cinco plazas desarrollado sobre la base del todoterreno y que ha empezado a salir de la línea de producción de Ineos Automotive homologado como vehículo comercial N1. Por lo tanto, recurre a un chasis de largueros y travesaños con la misma arquitectura, pero 30,5 cm más largo, por lo que su espacio de carga crece de manera notable. También conserva los mismos conceptos técnicos del Grenadier, como es el caso de los ejes rígidos con suspensiones de muelles y amortiguadores, una solución muy poco habitual en los pick-up, que suelen recurrir a un eje trasero con ballestas.
El Ineos Grenadier Quartermaster está también disponible con los mismos motores BMW del todoterreno y con la caja de cambios automática ZF de ocho velocidades y con un sistema de tracción 4×4 con reductora similar, en el que se incluyen los tres diferenciales bloqueables, disposición mecánica que asegura una movilidad fuera del asfalto sobresaliente. En 2024, para satisfacer otras muchas necesidades profesionales, Ineos ofrecerá un modelo básico de chasis-cabina con el mismo bastidor, que permitirá un buen número de transformaciones. El Ineos Grenadier Quartermaster se ofrece con los mismos niveles de acabado que el Grenadier: Station Wagon, Trialmaster Edition y Fieldmaster Edition, todos con el mismo precio, 83.343 euros.