Hyundai ha presentado la segunda generación del Kona, uno de los principales modelos de referencia en el competido segmento B-SUV. Más grande que su antecesor, ya que su longitud se cifra ahora en 4,35 metros para situarse más cerca de los C-SUV, ha mejorado notablemente su dotación tecnológica, contando aún en su gama con versiones cero emisiones que en el mejor de los casos anuncian una autonomía de 490 km. Su llegada a los concesionarios está prevista para el próximo mes de junio.
Además de crecer a lo largo, esta nueva entrega del modelo coreano también es más ancha (1.825 mm) y alta (1.575 mm), incrementando también su distancia entre ejes hasta los 2.660 mm. Viste su carrocería más grande con una imagen muy moderna, en línea con los últimos productos de la firma, aunque sin perder su identidad. En este caso se ha invertido el proceso de creación: si lo habitual es diseñar las versiones con motor térmico para después crear las variantes eléctricas, en el Kona el protagonismo recae la versión cero emisiones, que entre otras cosas aporta un mejor coeficiente aerodinámico.

En función del tipo de propulsión y del nivel de acabado vamos a encontrar ciertas diferencias estéticas. En el frontal reclama la atención la iluminación diurna, conformada ahora por una tira luminosa LED que recorre transversalmente toda la parte delantera y que en el Kona eléctrico adquiere un aspecto pixelado que le da un toque más futurista y personal. El nivel de acabado N Line le otorga una serie de detalles deportivos, y será a lo máximo que puedan aspirar los usuarios más racing porque en este nuevo Kona no se repetirá la versión N de altas prestaciones de su antecesor.
Inspiración Ioniq 5
Su interior se inspira fundamentalmente en el Ioniq 5, siendo, asimismo, más espacioso, confortable y tecnológico que su predecesor. De momento, Hyundai ha dado a conocer la versión eléctrica, así que habrá que esperar hasta el mes de abril para conocer más detalles de las versiones con motor de gasolina y tecnología híbrida. En este nuevo Kona se puede apreciar la reubicación de algunos de sus mandos, como el selector de la caja de cambios en la columna de dirección, emulando al Ioniq 5.
Pero la vista se va hacia las dos grandes pantallas de 12,3 pulgadas, una para el cuadro de instrumentos y otra de soporte al sistema multimedia, a lo que hay que añadir un Head-up Display (HUD) que proyecta la información más destacada en el parabrisas como si fuese una tercera pantalla de 12 pulgadas. Su sistema multimedia y de conectividad está más avanzado, incluyendo actualizaciones Over-the-Air (OTA) que permiten mantener perfectamente actualizada la gran mayoría de los sistemas del vehículo, contando, además, con múltiples conexiones USB en diferentes partes del habitáculo.

Su mayor tamaño le permite disponer de un habitáculo más amplio y mejor resuelto. Se hace especialmente patente en las plazas traseras, con un suelo totalmente plano que brinda la posibilidad de viajar con una mayor comodidad a tres pasajeros. El incremento de las cotas de la carrocería también propicia una capacidad de carga superior, con 466 litros en su maletero frente a los 374 de su predecesor. En la versión 100% eléctrica se dispone adicionalmente de un cofre bajo el capó de 27 litros de capacidad.
Tres opciones de propulsión
Al igual que la gama actual, la que viene estará disponible con versiones de gasolina, híbridas autorrecargables (HEV) y eléctricas. La marca dará a conocer todos los detalles de las dos primeras dentro de unas semanas, junto a los precios de todas las versiones. Por lo tanto, nos centramos en el Kona eléctrico, que mantiene el electromotor, montado en el eje delantero, con dos niveles de potencia, 156 y 218 CV, alimentado por una batería de 48,4 y 65,4 kWh, respectivamente. Las homologaciones de la marca apuntan a un rango de uso en torno a los 490 km.
Entre sus novedades técnicas destaca el sistema Vehicle-To-Load (V2L), que da la oportunidad de cargar consumidores externos. Para ello, cuenta con tomas de corriente tanto dentro como fuera del habitáculo. Otra novedad relevante es el i-Pedal, que gracias a la fuerte retención que se produce al levantar el pie del acelerador permite conducir el coche con un solo pedal.

A ellas hay que sumar unas ayudas a la conducción (ADAS) mucho más avanzadas y evolucionadas. Dispone del más sofisticado sistema SmartSense de Hyundai, que acerca a este modelo al Nivel 2 de conducción autónoma. Pero la gran novedad, hasta ahora reservada a segmentos más grandes y lujosos, es el Smart Parking Assist. Utilizando la llave inteligente del coche, esta tecnología permite al conductor mover el coche hacia adelante y hacia atrás sin estar en su interior, una solución especialmente práctica y útil para ocupar plazas de aparcamiento en batería muy estrechas.