El uso de su coche privado por parte de los trabajadores para realizar desplazamientos relacionados con la actividad laboral es lo que en el mundo de los servicios de movilidad y las operaciones de renting se conoce habitualmente como las “flotas grises” que las empresas tienen “a su servicio” para desarrollar su actividad.
Enterprise Mobility ha realizado un reciente estudio sobre los hábitos de movilidad de los trabajadores españoles trabajadores en el cual se reflejan, entre otros, datos especialmente interesantes que ponen de manifiesto el cada vez menor impacto que las flotas grises van teniendo en la movilidad de las empresas españolas.
Para comentar esta pérdida del pulso que las flotas grises tienen en la movilidad empresarial, hablamos con Gerardo Gómez, director comercial de Cuentas Corporativas de Enterprise Mobility en España, quien comenta los principales insights que arroja la encuesta sobre esta práctica que tan habitual ha sido en las empresas españolas durante mucho tiempo y que ahora comienza a erradicarse
¿Qué está pasando en las empresas españolas con las llamadas flotas grises? ¿Por qué cada vez menos trabajadores utilizan su vehículo particular en sus desplazamientos laborales?
Enterprise Mobility ha encuestado a 1.000 trabajadores españoles que se desplazan habitualmente en coche por razones de trabajo dentro del país para visitar a clientes, proveedores o asistir a todo tipo de eventos.
El resultado de dicha encuesta muestra que que más de uno de cada cinco (21%) se ha visto obligado a reducir el número de vehículos a los que tiene acceso por distintas razones: para ahorrar dinero (35%), debido al aumento del coste de vida (31%) y para reducir emisiones contaminantes (25%). Mientras tanto, casi un 40% ha vendido al menos uno de los vehículos a los que tenia acceso en los últimos tiempos.
¿Y a qué se debe esta situación? ¿Por qué se adoptan estas decisiones?
Estas cifras podrían deberse, en parte, a que casi un 30% también afirmó que ahora realiza menos viajes en coche por temas laborales que hace un año. Los tres motivos principales a los que aluden son muy claros: realizar mayor teletrabajo (41%), querer reducir su huella de carbono y ayudar a preservar el medio ambiente (34%) y sentirse más seguro en transporte público que hace un año (17%).
¿Cuál es la principal consecuencia que se extrae de estos porcentajes?
Estos resultados sugieren que la flota gris que las empresas utilizan mediante el reembolso de kilometraje a sus trabajadores por el uso del coche privado de los empleados para sus viajes de negocios puede estar perdiendo vigencia, ya que puede que muchos particulares ya no dispongan de un coche personal que poder utilizar en sus desplazamientos de trabajo.
¿Es esta la única razón que explica la caída en desuso de esta práctica que tan habitual ha sido en las empresas españolas o hay más?
La incipiente situación se complica aún más porque cada vez menos jóvenes se sacan el carnet de conducir. En prácticamente la última década, el número de permisos de conducción obtenidos en España por jóvenes entre los 18 y 20 años ha descendido algo más de un 10%, según la Dirección General de Tráfico (DGT). Frente a los 495.521 que se expidieron en 2010, en 2022 tan solo se registraron 444.000 nuevas licencias.
¿A qué puede deberse este desinterés de las nuevas generaciones por obtener su carnet de conducir?
Entre las causas destacadas, figuran el aumento del coste de al menos un 2% por el encarecimiento del combustible. Además, está la preocupación por el cada vez mayor precio de compra de los vehículos, de su mantenimiento y la perdida de tiempo que supone la búsqueda de un aparcamiento. Por estas y otras muchas razones, los jóvenes prefieren invertir el dinero del carnet en otras prioridades, como pueden ser la tecnología o los y viajes.
Además, la ampliación de las opciones de movilidad al alcance de los jóvenes, especialmente en las ciudades con los patinetes eléctricos, bicicletas, transporte público (metro, autobús, VTC o taxi) ha hecho para ellos menos necesario aprender a conducir. Y si a eso le sumamos su mayor conciencia medioambiental, es lógico que el uso del coche particular se haya venido desincentivado, y más aún a raíz de la mayor implantación de las ZBE y de zonas de aparcamiento regulado, entre otros motivos.
¿Qué significa todo este cambio de perspectiva para las empresas?
El coste de las clases de autoescuela como una de las razones de la pérdida de interés por parte de los jóvenes en el carnet de conducir significa que no se puede dar por supuesto que los empleados más junior sean capaces de conducir un coche o que tengan acceso a uno, a menos que su empresa se lo garantice.
Por otra parte, el estudio de Enterprise Mobility también puso sobre la mesa que los trabajadores más jóvenes estaban más abiertos a opciones de movilidad alternativas (cuando se utiliza más de un modo de transporte para un mismo viaje).
El 98% de los encuestados de la Generación Z en el estudio de Enterprise Mobility al menos había realizado un viaje multimodal en los últimos 12 meses, frente al 67% de los nacidos antes de 1964 (Generación Baby Boomer). Asimismo, al 71% de la Generación Z (frente al 52% de los Baby Boomers) le gustaría que su empresa implementara medidas que facilitaran los viajes multimodales o alternativas al uso del coche para trayectos cortos (apps de movilidad, bicicletas eléctricas/patinetes, vehículos compartidos, etc.)
Para muchos empleados y empresas, utilizar un vehículo privado para ir al trabajo suele considerarse una opción cómoda para los desplazamientos profesionales cotidianos. Sin embargo, ¿cómo se enfrentan las empresas la movilidad al hecho de que cada vez son menos los empleados que tienen acceso a un coche o que saben conducir?
Los coches que circulan por España son cada vez más viejos. Según ANFAC, su edad media ha alcanzado los 14,2 años (frente a los 13,9 de 2022). Además, cuentan con una tecnología de seguridad menos moderna y emiten más emisiones contaminantes. Además, los coches particulares suelen utilizarse para viajes no autorizados oficialmente. Por todas estas razones, esta nueva coyuntura es una oportunidad para dejar atrás la flota gris y optar por alternativas que aportan otras ventajas: aumento de seguridad a través de las revisiones periódicas, una mayor reducción de costes, kilometraje y emisiones.
¿Y cómo están reaccionando en materia de flotas grises las empresas y organismos públicos actualmente?
Es por ello que cada vez más organismos públicos y entidades privadas acuden a los servicios de consultores expertos en movilidad para reducir costes en la movilidad corporativa de sus empleados y para alcanzar sus metas de descarbonización.
Para ello, han sustituido el pago por kilometraje por una flota de coches corporativos compartidos, proporcionados por proveedores de movilidad como Enterprise Mobility, que mejoran su gestión y satisfacen mejor las necesidades de movilidad de sus trabajadores.
¿En qué beneficiaría a los empleados dejar de usar su coche para desplazarse en sus misiones laborales?
Si los empleados saben que tienen acceso a un coche en el trabajo, pueden elegir otra forma de desplazarse. Este proceso puede aliviar la congestión del tráfico en horas punta y liberar plazas de aparcamiento. En esta misma línea, puede incluso impulsar un cambio positivo de mentalidad entre los empleados.
A medida que estos empiezan a reagendar sus reuniones en función de la disponibilidad de vehículos, son más conscientes de la importancia del valor de equipo y se muestran más empáticos con las necesidades de desplazamiento de sus compañeros, tomando decisiones de viaje corporativos más eficientes. Lo importante es que tanto las personas que no tienen coche propio como las que sí puedan acceder a vehículos gestionados y utilizados de forma mucho más eficaz.
¿Cómo tienen que actuar las empresas ante esta nueva tendencia en materia de movilidad?
Los cambios en el acceso a los vehículos van a obligar a muchas empresas a modificar sus políticas de viajes. Es aquí donde empresas como Enterprise Mobility, con más de seis décadas de experiencia en movilidad, juegan un papel muy importante para ayudar a las compañías a analizar los hábitos de desplazamiento de sus trabajadores y gestionar su movilidad corporativa de forma más eficiente con otras soluciones de movilidad como Car Share (coches corporativos compartidos).
En España, todos los agentes que formamos parte del sector de la automoción nos encontramos en un momento de especial relevancia. El pasado 13 de febrero, el Consejo de Ministros aprobó el Anteproyecto de Ley de Movilidad Sostenible que configurará lo que las empresas podrán hacer o no. Aquellas que tengan más de 500 trabajadores deberán contar con un plan de transporte sostenible. Hasta finales de año, se reanuda la tramitación parlamentaria, una oportunidad para pulir ciertos matices que pueda impulsar la movilidad del futuro para las personas y las organizaciones.
El papel de la movilidad compartida, es decir, el alquiler de vehículos sin conductor de corto plazo, tiene un reconocimiento claro en esta norma. Entre todos, podemos hablar y mejorar este marco jurídico que necesitamos para avanzar hacia el futuro de la movilidad con paso firme y sostenible.