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viernes, noviembre 1, 2024

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Mejorar la formación, la capacitación y los conocimientos de los conductores, las «recetas» de Europa para aumentar la seguridad vial

Mayor formación, sensibilización y concienciación sobre los riesgos del tráfico. Eso es lo que, según la Unión Europea, se precisa para mejorar la seguridad vial y reducir los siniestros en la carretera. Por ello, una nueva directiva buscará establecer un marco armonizado en los distintos países para afrontar con garantías los desafíos y riesgos que actualmente presenta la movilidad en el Viejo Continente.

Es forzosamente necesario que tanto la nueva movilidad como la seguridad vial en calles y carreteras caminen de la mano y, en especial, que lo hagan de forma armonizada y coherente en todos los países de la Unión Europea. Desplazarse implica riesgos. Riesgos que en demasiadas ocasiones terminan en incidentes que provocan la muerte o heridas de distinta gravedad a muchas personas, demasiadas.

La pasada semana se celebró la VII Semana Mundial organizada por Naciones Unidas para fomentar la seguridad vial en todas las calles y carreteras del mundo. Bajo el hastag #RepensarLaMovilidad, el alto organismo global ha intentado nuevamente concienciar a escala planetaria sobre la necesidad de mejorar nuestras políticas de prevención, prudencia y precaución en los desplazamientos por carretera para evitar en lo posible la continua pérdida de vidas humanas que se producen a causa de la movilidad.

1,3 millones de muertos al año, de ellos 25.000 en Europa

«Los siniestros viales provocan 1,3 millones de muertes cada año en el mundo. De ellas, algo más de 25.000 se producen en territorio europeo y, más concretamente, de 1.500 a 2.000 personas fallecen en las carreteras y calles españolas», comenta Ignacio Lijardo, investigador del INTRANS en la Universidad de Valencia.

Para el doctor Lijardo se trata de «cifras inasumibles y aún lejanas del objetivo cero víctimas fijado para 2050. La seguridad vial es una responsabilidad compartida, que no solo recae en los conductores. También es obligación de los legisladores, las autoridades y de toda la sociedad en general. Es esencial que todos trabajemos juntos para crear un sistema de movilidad más seguro y sostenible para todos».

La nueva directiva europea en materia de seguridad vial que se está poniendo en marcha respecto de los permisos de conducir supone una nueva y gran oportunidad para afrontar nuevamente los desafíos que presenta hoy y de cara al futuro la movilidad. Vincular definitivamente esta con la seguridad vial resulta, por tanto, completamente obligado.

Tanto el Consejo de la Unión Europea como el Parlamento Europeo y la propia Comisión Europea vienen trabajando de manera conjunta en el análisis y debate de la nueva directiva sobre permisos de conducción, con el fin de desarrollar su propuesta y establecer con ella un nuevo marco armonizado para la formación y evaluación de los conductores mediante el cual contribuir a reducir los siniestros viales, enfatizar el valor de la seguridad vial, mejorar las habilidades de los conductores, sus conocimientos, su comportamiento y sus aptitudes en materia médica y de primeros auxilios.

Cada vez más lejos de los objetivos marcados

Durante las últimas dos décadas, los progresos en todas estas materias no han alcanzado ni las expectativas ni los objetivos planteados. Es más, nos hemos alejado. Por ello, el Parlamento Europeo aprobó en 2021 una resolución sobre el marco de la política de la UE que permitiera mejorar la agenda de seguridad vial para el decenio 2021-2030, implementando normas más rigurosas para la formación de conductores.

La situación se ha visto agravada en los últimos tiempos debido a la «incorporación continuada de conductores noveles que, a menudo, carecen de las habilidades, conocimientos y conciencia de los riesgos, poniendo de manifiesto que los requisitos para la obtención de un permiso de conducción no están adecuadamente alineados con los objetivos de seguridad vial», comenta el doctor Ignacio Lijardo.

«La nueva directiva que se plantea aprobar próximamente la Unión Europea se dirige precisamente en esta dirección, con el fin de aumentar la seguridad vial, facilitar la libre circulación de personas por territorio europeo y contribuir al mismo tiempo a lograr una movilidad más sostenible y adaptada a las nuevas tendencias y avances tecnológicos», explica Luis Montoro, catedrático de Seguridad Vial y presidente de honor de FESVIAL.

Además, también conviene tener en cuenta que «el estilo de conducción de los conductores europeos también puede tener un impacto considerable en las emisiones de contaminantes atmosféricos, ruido y microplásticos», de ahí que resulte «fundamental que la formación de conducción les capacite para contribuir a reducir las emisiones mediante una conducción eficiente y los prepare para un mejor manejo de los nuevos vehículos cero emisiones».

Armonizar la normativa en todos los Estados de la UE

«En la nueva directiva es clave —comenta Javier Llamazares, presidente de FESVIAL y cofundador de la Agenda de Seguridad Vial 2021-2030armonizar las normas relativas a las pruebas de conducción y la concesión de permisos en toda la UE especificando los conocimientos, habilidades y comportamientos asociados a la conducción de vehículos, estructurando las pruebas a superar y definiendo las condiciones mínimas de aptitud física y mental exigibles para conducir en todo el territorio europeo”.

Para Mar Cogollos, directora general de AESLEME, «cada uno de estos aspectos juega un papel vital en la mejora de la seguridad vial y la sostenibilidad de la movilidad, y no debe ser ignorado o minimizado en la transposición para garantizar que la formación de los conductores sea rigurosa y completa, y que los exámenes para obtener un permiso de conducción sean exigentes y reflejen plenamente los objetivos de seguridad vial marcados».

En este sentido, tal y como apunta el doctor Lijardo, «es fundamental que cada país tome medidas para garantizar que los conductores reciban una formación adecuada y un examen riguroso antes de obtener un permiso de conducir. Además, los países deben garantizar una implementación efectiva de la nueva directiva, incluyendo el establecimiento de sanciones claras y efectivas para aquellos que violen las normas».

Según afirma Luis Montoro, «la trasposición inadecuada o incompleta de la directiva —una vez aprobada esta— no sólo estará en contra de su propio espíritu, sino que también pondría en riesgo la seguridad vial y la sostenibilidad del transporte en la Unión Europea». Para el presidente de honor de FESVIAL, «es esencial que todos los Estados miembros se comprometan a implementar plenamente y de manera efectiva la directiva en su legislación y prácticas nacionales».

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