La alcista evolución de precios, inflación y tipos de interés junto con el panorama coyuntural económico están pasando factura a los negocios de entregas ultrarrápidas del sector delivery, cuyo crecimiento y viabilidad se encuentra en un momento de alta vulnerabilidad. Tras los cierres de Dija, Go Puff o Gorillas durante el pasado año, es ahora Getir la que anuncia su salida del mercado español.
La coyuntura macroeconómica junto a las continuas subidas de los tipos de interés complican tanto la viabilidad económica como el acceso a fuentes de crédito baratas a buena parte de las start ups de servicios relacionados con las flotas de movilidad y delivery. Estas precisan captar elevadas cifras de clientes y de fuentes de financiación para poder crecer y asegurar su posicionamiento como empresa. Y la situación no les es favorable, hasta el punto de que algunas de las compañías del sector delivery relacionadas con los repartos y entregas de última milla ya están pagando la compleja situación financiera actual.
Empresas de delivery y distribución de última milla
Son empresas de movilidad relacionadas con la distribución y la última milla que cuentan como principal herramienta para el éxito de sus negocios con importantes flotas de vehículos tanto de micromovilidad (patinetes, bicicletas…) como de vehículos convencionales (scooter, motocicletas, pequeños turismos y vehículos comerciales). Flotas cuyos conductores y repartidores ahora se están viendo especialmente afectados en gran número por la salida del mercado español de algunas de estas marcas.
La pandemia abrió las puertas a numerosos negocios de distribución y reparto de mercancías que crecieron rápidamente gracias a la necesidad existente. Muchos de ellos nacían al albur de aplicaciones tecnológicas sobre la base de necesidades de los clientes para suplir o, cuanto menos mejorar, servicios y usos tradicionales que los clientes precisaban y reclamaban. Los servicios de entregas y distribución de ultima milla proliferaron desde entonces.
Complicada coyuntura económica
El rápido crecimiento que muchos de ellos experimentaron atrajo el interés de inversores ávidos de nuevos negocios que desarrollar donde obtener buenos réditos de su dinero. Gracias la inyección económica recibida, muchos de estos negocios crecieron de manera exponencial, hasta el punto de globalizarse y abrirse a mercados externos a los de su país de origen.
Ahora, un tiempo después, el creciente incremento de la inflación, las continuas subidas de precios provocadas por ello y, en especial, la constante subida de los tipos de interés que viene produciéndose desde primeros de 2022 (solo la FED ya lleva 11), están complicando el acceso de estos “unicornios” del mercado a fuentes de financiación asequibles y la posición de muchos de ellos ante sus inversores.
La situación se ha agravado de tal manera que muchas de estas compañías están teniendo que echarse atrás en sus decisiones de expansión y retrotraer sus actuales posiciones para poder sobrevivir, o incluso a tener que claudicar y abandonar el mercado.
Es el caso de muchas empresas de reparto del sector del delivery, cuyas flotas de última milla están en riesgo dado que o bien ya han desaparecido del mercado o bien se encuentran en problemas ante el anuncio de su próximo abandono del mercado español. Este es el caso de Getir, empresa turca de entregas rápidas, que acaba de anunciar el cese de sus operaciones en España y el despido de los 1.560 trabajadores con los que cuenta en plantilla para dar servicio en Madrid, Barcelona, Valencia, Zaragoza, Sevilla y Málaga.
Situación crítica para el sector
Getir se suma así a otras como Dija, Go Puff o Gorillas, empresas también del sector delivery, que en su día vieron una oportunidad en las operativas del envío directo a los clientes de los productos adquiridos, evitándoles así realizar desplazamientos y pérdidas de tiempo innecesarias.
Nacidos en su mayoría entre 2015 y la pandemia (2020), muchos de estos negocios evolucionaron de manera muy positiva. Su éxito radicaba en hacer crecer a gran velocidad su base de negocio. Crecimiento para el cual precisaban de grandes inversiones que les permitieran realizar atractivas promociones con las que atraer a los usuarios de sus servicios; promociones que, en muchos casos, debido a los agresivos descuentos realizados resultaban de dudosa rentabilidad.
Gracias a los fuertes crecimientos obtenidos con ello en su número de clientes, muchas de estas start up podían acceder a rondas de financiación en las que tratar de atraer el interés de fondos de inversión, siempre bajo promesas de expansión del negocio e internacionalización que ayudarían a consolidar su posicionamiento como empresa y que proporcionarían futuras rentabilidades de interés.
Viabilidad en riesgo por el alza de costes
Sin embargo, el ya comentado crecimiento de la inflación y el fuerte alza experimentado por los precios de los servicios que estas empresas utilizan para ofrecer el suyo, así como del coste de la vida, han provocado graves complicaciones que ponen en riesgo la viabilidad de muchos de estos negocios. El siempre delicado equilibrio entre ingresos y gastos necesarios para obtener la rentabilidad prometida del negocio comenzó a hacer aguas. Además, el notable incremento del coste de la vida comenzó a retraer el consumo y, con ello, a frenar la escalada del número de clientes que estos servicios precisan para poder mantenerse, encareciendo con ello su financiación.
El hasta entonces siempre abierto grifo del dinero barato comenzó a cerrarse y los costos de los servicios ya no podían mantener abierto el de las promociones que era necesario realizar de continuo para atraer el interés de los clientes. Promociones que cada día eran más caras de asumir dada la cada vez menor rentabilidad que producían. El resultado es el que ya sabemos.
Al cierre de empresas del sector de los “supermercados invisibles” como Dija, Go Puff o Gorillas en 2022 acudieron otras empresas que vieron en su compra una oportunidad para afianzar y hacer crecer su negocio. Es el caso de la empresa turca Getir, que adquirió a su competidora, la start up alemana Gorillas por valor de unos 1.140 millones de euros, lo que la convirtió de facto en uno de los principales operadores del sector de entregas ultrarrápidas en Europa. Nacida en Estambul, Getir operaba entonces en nueve países que, tras la adquisición de Gorillas, pasaban a beneficiarse del número de clientes que la germana acumulaba en los seis mercados en los que ya estaba presente.
De buenas perspectivas a expansión truncada
Ambas empresas, Gorillas y Getir, llegaron en 2022 al mercado español con un relativo éxito inicial alcanzado en buena medida gracias a fuertes y agresivas campañas publicitarias, con el objetivo de conquistar las compras de última hora y reemplazar los servicios de los supermercados y pequeños comercios de barrio.
Su modelo de negocio les permitió levantar grandes cantidades de dinero en rondas de financiación, hasta el punto de convertirse en lo que se denomina comúnmente como “unicornios” (empresas con valoraciones superiores a los 1.000 millones de euros) que llamaban poderosamente la atención de los inversores. Pero ahora todo ha cambiado. Las perspectivas respecto de su futuro ya no son tan positivas debido a la actual coyuntura macroeconómica (subida de inflación, precios y tipos de interés, caída de las bolsas, etc) y los fondos inversores comenzaron a reclamar de ellas rentabilidades a corto plazo en un momento crucial para estas plataformas, cuando se encontraban invirtiendo sus presupuestos en operaciones de marketing de dudosa rentabilidad debido a los muy ajustados márgenes económicos con los que operaban.
De este modo llegaron los recortes. Getir ya anunciaba el despido del 14% de su plantilla global, incluyendo en ella a los denominados riders, que en su caso también eran asalariados. Y en Gorillas los ajustes fueron aún mayores. En Berlín despidió a 300 empleados y en el mercado español aplicó un ERE que afectó al 40% de su plantilla, unos 210 trabajadores.
Concentración y descalabro
La concentración del sector estaba, pues en camino. Así, Getir, con una posición más fuerte gracias a su mayor tamaño y antigüedad en el negocio (nació en 2015), adquirió Gorillas (nacida en 2020). La compañía turca, fundada por Nazim Salur, obtuvo entonces una valoración cercana a los 12.000 millones de euros, lo que le permitió levantar unos 700 millones de euros en una ronda de financiación a la que acudieron muchos inversores, algunos tan fuertes como los fondos de Sequoia o Mubadala. Fondos con los que Getir adquirió por unos 1.200 millones de euros Gorillas, un tercio de los 3.000 millones de euros en los que por entonces estaba valorada la start up alemana.
Y, ahora, apenas 11 meses después, es Getir la que anuncia el cierre de todas sus operaciones en España y en otros tantos mercados a escala internacional, dada su difícil situación financiera. Desde la sede central en Turquía han tomado la decisión de cerrar sus actividades en una serie de países para “concentrar sus recursos financieros en aquellos mercados existentes donde las oportunidades de rentabilidad operativa y crecimiento sostenible son mayores” y tratar así de sacar adelante al conjunto restante de la empresa.
Viabilidad en duda
La viabilidad del sector delivery está completamente puesta en duda. La escasez de márgenes que el negocio ofrece, las fuertes presiones que los inversores ejercen para obtener rendimientos de su dinero y el oscurantismo que en todo momento estas empresas mantienen a la hora de hablar de su número de clientes (nunca lo han proporcionado) hicieron de Getir el único operador que se mantenía en el mercado español frente a los cuatro que llegaron a estar en activo.
Hoy, el unicornio turco del sector del delivery anuncia el cierre de sus operaciones en España. Desde hacía ya varios meses, la situación de la filial española se venía anunciando como complicada, y hace más de un mes anunciaba el inicio de un expediente de regulación de empleo cuyo retraso en abordar las negociaciones con los sindicatos ya venía generando todo tipo de comentarios desde hace más de dos semanas.
1.560 empleos perdidos
Según la empresa, dicho retraso se debía a que confiaba en cerrar una nueva ronda de financiación que le permitiera superar las dificultades financieras existentes, pero esta finalmente no ha llegado a producirse, lo que ha llevado a sus dirigentes a adoptar la dramática situación anunciada. Getir despedirá a sus 1.560 trabajadores, la mayoría de ellos repartidores o conductores de los distintos tipos de vehículos de su flota.
A todos ello, Getir les ofrece una indemnización de apenas 20 días por año trabajado con un máximo de 12 mensualidades, lo que significa en el mejor de los casos apenas dos meses de salario, dado que tan solo lleva dos años operando en nuestro país. Eso sí, tendrá que realizar un plan de recolocación para la plantilla y abordar un convenio especial para los mayores de 55 años, tal y como exige la normativa laboral.
Desde fuentes de la compañía se insiste en comentar que se están buscando vías que permitan evitar el cierre total de mercado del delivery. Un sector que se vio forzado a tener que asumir los nuevos condicionantes laborales exigidos por la denominada ley Riders que, entre otras cosas, obligó a las empresas a regular su relación laboral con los repartidores y conductores, aportándoles una mayor seguridad y estabilidad laboral que hoy, con el cierre de la actividad, queda completamente erradicada.