Las empresas deben revisar sus planes de viajes para sus empleados, por una cuestión puramente de seguridad. Es la principal conclusión que se extrae de un estudio realizado por Enterprise Holdings a un millar de conductores españoles de viajes de negocios, del que se extraen datos verdaderamente preocupantes, como el hecho de que solo un 18% de los entrevistados realice con frecuencia las comprobaciones básicas de mantenimiento del vehículo (niveles de aceite y refrigerante, presión de los neumáticos, etc), y además por sí solos, sin la intervención de un profesional.
El cuidado del vehículo con el que realizan sus desplazamientos profesionales no parece una prioridad para estos empleados. Así, casi la mitad de los que utilizan su coche particular reconoce que solo lo revisa cuando pasan la ITV, de modo que no debe extrañar que más de un tercio de ellos (36%) admita haber tenido algún tipo de incidente durante un viaje de trabajo en su propio vehículo, desde no poder alcanzar su destino, llegar tarde a una reunión o quedarse tirado en el arcén a consecuencia de una avería.
Este notable porcentaje de incidencias entronca con la mayor antigüedad de la flota particular de los empleados. Según el estudio, más de la mitad de los encuestados (54%) posee un coche de cinco o más años, frente al escaso 2% que se pone al volante de una unidad con menos de 12 meses.
La comodidad, la conveniencia y una mayor seguridad y limpieza, por este orden, son las razones que mantienen al coche particular en la primera línea de las soluciones de movilidad de estos empleados. Un 61,1% de los conductores de viajes de negocios lo utiliza en la mitad de sus desplazamientos profesionales y un 21% para todos sus movimientos, y ante la perspectiva de qué modalidad de transporte tienen en mente para alguno de sus viajes de negocios en los próximos 12 meses, se sitúa a la cabeza para el 92% de ellos.
No obstante, advierte Enterprise, el panorama de los viajes de empresas está evolucionando, tal y como pone de manifiesto que el 41% de los encuestados considera ahora como un viaje de negocios su desplazamiento diario al trabajo. Por esta razón, expone la alquiladora, las empresas han de revisar sus políticas actuales para garantizar que están logrando eficiencias en costes y reducción del kilometraje para recortar las emisiones de carbono.
El hecho de que los empleados trabajen en diferentes lugares y a diferentes horas puede suponer una oportunidad para introducir modelos más eficaces de viajes de negocios, y en este sentido Gerardo Gómez, director de Ventas Corporativas y Agencias de Viajes de Enterprise Holdings, apunta directamente a los planes actuales de reembolso por kilómetro: «Están anticuados y no han cambiado en los últimos diez años a pesar de que la economía ha cambiado drásticamente».