Agosto no suele ser un buen mes para el mercado de turismos de nuestro país a consecuencia del periodo vacacional, pero para ver cifras inferiores a las cosechadas este año hay que remontarse hasta el ejercicio 2013, en la anterior crisis económica. Incidiendo en su tendencia a la baja, las matriculaciones de turismos y todoterrenos se han saldado en el octavo mes con un pobre registro de 47.584 unidades, lo que supone una caía del 29% respecto a agosto de 2020 -igualando la sufrida el pasado mes de julio- y del 36,1% si se toman en consideración las 74.424 operaciones de un agosto de 2019 no distorsionado por la influencia de la pandemia, según los datos facilitados por Ideauto para las tres principales asociaciones del sector, Anfac, Faconauto y Ganvam.
Ya sabemos que los particulares están siendo la principal rémora del mercado, pero no por ello hay que dejar de subrayar el pobre comportamiento en este mes de los otros dos canales. El más sorprendente por los altibajos que muestra podría ser el de las alquiladoras, que tras incrementar sus compras un 15,3% el pasado mes de julio, igualando números de 2019, ahora se anota un retroceso de nada menos que el 23,9% con un total de 3.827 unidades. No obstante, la situación no se torna tan preocupante si hacemos la comparación con las 4.141 unidades de agosto de 2019, por lo que se podría hablar de una caída más realista del 7,6%.
Las empresas, por su parte, se aproximan más a las cotas en rojo de los particulares. Los 17.673 vehículos contabilizados este agosto se traducen en una pérdida del 27,1% sobre el mismo periodo del curso pasado, y de dos puntos más en relación al último mes de julio. En este caso, la diferencia respecto a 2019 (28.663 unidades) se eleva hasta el 38,3%.
En un 30,7% se cuantifica el nuevo descalabro del canal particular, con 26.084 nuevas matriculaciones en agosto. En relación al mismo mes de hace dos años la contracción es del 37,3%, de modo que por apenas un 1% es el canal empresas el que mayor porcentaje de adquisiciones ha cedido respecto a agosto de 2019.
Un +12,1% en el acumulado
El saldo del mercado español de turismos continúa siendo positivo en estos ocho primeros meses en comparación con 2020, un 12,1% para un total de 588.314 vehículos. No obstante, la realidad nos debe hacer ver que sobre el mismo periodo de 2019 se han dejado de vender uno de cada tres coches que se entregaban por entonces.
Los particulares ni siquiera aguantan este año el pulso con los datos de enero-agosto de 2020, con meses de confinamiento, y ceden un 9,7% con 236.729 compras; y nada menos que un 40% sobre el acumulado de hace dos años, convirtiéndose en el canal que en mayor pedida se contrae a estas alturas.
Sí que se anotan números negros las empresas y las alquiladoras: las primeras de un 16,8% con 215.654 unidades y las segundas se disparan un 74,8% con 135.931 adquisiciones. Sin embargo, en la comparativa con estos meses de 2019 cederían, respectivamente, un 24,1% y un 33,5%.
Microchips, pandemia, incertidumbre…
Respecto a las causas que han podido estar detrás de estos malos resultados de agosto, la directora de Comunicación de Anfac, Noemi Navas, afirma que «esta reducción responde en parte a la caída de la producción por la escasez de microchips, que está parando las fábricas de coches de todo el mundo, pero también a la situación derivada de la pandemia, que aún no se ha terminado. Además, el sector vuelve a percibir incertidumbre en los consumidores al respecto de qué coche comprar, ahora por la posibilidad de mayores restricciones a las tecnologías«.
Para Raúl Morales, director de Comunicación de Faconauto, «la crisis de los microchips en las fábricas y la consiguiente falta de stock en la mayor parte de las redes de concesionarios es el factor que más está lastrando las matriculaciones y, lo que preocupa más, desmoviliza a los compradores, con lo que no se está generado cartera de pedidos para los meses siguientes».
Desde la perspectiva de Ganvam, su directora de Comunicación, Tania Puche, declara que «este año atípico se ve lastrado además por la incertidumbre ante la evolución sanitaria y, sobre todo, económica. El mes pasado, el encarecimiento de la energía disparó la inflación a su nivel más alto en casi una década, socavando la confianza de los consumidores, que al ver reducido su poder adquisitivo no tienen más remedio que frenar el gasto. A este contexto se suma que quien puede comprar por el ahorro acumulado durante el confinamiento, sufre retrasos en la entrega del coche por la escasez global de chips, lo que provoca el desplazamiento de la demanda al mercado de ocasión«.
Las asiáticas asaltan el mercado
Lo atípico de este mes de agosto también puede extrapolarse al ranking de marcas que han liderado el mercado español de turismos. Menos afectadas por la carencia de microchips, las firmas asiáticas han tomado el mando, con Toyota presumiendo de primera posición con 4.149 matriculaciones, por delante de las coreanas Hyundai (3.904 entregas) y Kia (3.743).
En la clasificación por modelos, el Dacia Sandero sigue mostrando su fortaleza, y con 2.140 unidades entregadas se sitúa a la cabeza de agosto, seguido por el Hyundai Tucson (1.538) y un sorprendente Opel Corsa (1.284).
Los comerciales, también a la baja
Tampoco están dejando buenas señales los comerciales ligeros. Con 8.310 unidades en agosto, sus matriculaciones han retrocedido un 28,6% respecto al mismo mes del año anterior y un 46% sobre el de 2019. En el acumulado del año, las adquisiciones de estos vehículos alcanzan las 51.067 unidades, creciendo un 25,6% respecto a 2020 pero manteniendo una caída del 27% en la comparación con 2019.
El de los alquiladores es el único canal que experimenta un incremento de sus matriculaciones en este último agosto, un 40,9% hasta las 1.843 unidades, con lo que dobla su peso en este mercado hasta el 22,2% en el mes.