Más que los datos tras su clausura, la noticia, a decir verdad, ya era el hecho de que el Salón del Vehículo de Ocasión y Seminuevo de Madrid volviera a vivir una nueva edición en modo presencial.
Tras diez días abierto al público en el recinto ferial de Ifema, la organización del Salón califica a esta 24ª edición de un éxito de participación y destaca su alta rentabilidad, siempre teniendo en cuenta las complicadas circunstancias del contexto actual.
Así que el balance es calificado como positivo, si bien el saldo arrojado a su conclusión está lejos de ser comparable con el de 2019. Por ejemplo, el número de visitantes se vio reducido a la mitad, de los 45.000 de hace dos años a los 22.451 registrados en esta edición.
En términos de operaciones concretadas la brecha es aún mayor, y es que las 1.432 unidades colocadas este año en el transcurso del evento representan un 29,5% sobre las 4.848 que, como cifra récord, se apuntó la edición de 2019.
De cualquier modo, el Salón del Vehículo de Ocasión y Seminuevo sí que ha conservado esa alta rentabilidad mostrada ya antes de la pandemia. Si por entonces se vendieron el 90% de los 5.381 coches expuestos, este año el porcentaje apenas ha disminuido hasta el 88%.
Echando mano de la calculadora, estos registros nos hablan de una exposición de unos 1.627 seminuevos este año, muy lejos también de los 5.381 mostrados en 2019 e incluso de los 3.000 que fueron anunciados inicialmente, si bien se cifra en 1.710 el número de vehículos certificados por TÜV SÜD para el Salón.
Esa rentabilidad a la que se refiere la organización también puede remitir al ratio de ventas por metro cuadrado de superficie de exposición, que se elevó cerca de un 15% respecto a la edición de 2019.