Cuatro de cada 10 vehículos subirá su precio entre 200 y 1.000 euros a partir del próximo 1 de enero, según modelo y emisiones, a causa de la puesta en marcha de la normativa de homologación de medición de emisiones WLTP. Dicha normativa, que retrasó su entrada en vigor este año a solicitud de los fabricantes de automóviles, para paliar o intentar mitigar el bajo nivel de ventas de 2020 a causa del coronavirus y la reducción de desplazamientos, ha llegado a su fin. Una vez terminada la moratoria, explica Eduardo Clavijo, CEO de Idoneo.com, «el impuesto de circulación afectará a nueve de cada diez conductores que opten por comprar un vehículo nuevo».
La normativa WLTP afectará directamente al impuesto de matriculación, una tasa nacional que se abona antes de retirar el vehículo del concesionario y que se calcula en función de las emisiones contaminantes homologadas. Hasta ahora, solo estaban obligados a pagar el impuesto aquellos coches que emitieran más de 144 gramos de CO2 por kilómetro recorrido; a partir de 2022, el tope se reducirá hasta los 120 g/km de CO2. A su vez, el tramo más alto de gravamen para el impuesto (14,75%) también bajará, pasando de los 240 g/km de CO2 actuales a 200 gramos de CO2 por kilómetro recorrido.
Según Clavijo, «a día de hoy, el 60% del mercado está exento de pagar el impuesto de matriculación. Con la llegada del próximo año esta situación cambiará por completo, pues solo el 7% de los nuevos vehículos estará por debajo del tope establecido por la normativa».
Momento para el renting
Frente a esta subida de precios, muchos usuarios han decidido decantarse por otras alternativas, entre las que ganan adeptos los coches kilómetro cero, el vehículo de ocasión, que ha crecido hasta cuatro veces más que el nuevo en los últimos años, y el renting. En este sentido, el ejecutivo afirma que en el año que vamos a comenzar el renting, más que nunca, «se plantea como la gran alternativa sostenible para afrontar la transición ecológica y reducir costes ante una subida constante de precios e impuestos sobre los vehículos más contaminantes, que representan la mayoría de los automóviles en España».
Además, señala, Clavijo, «el renting servirá a quienes sigan prefiriendo vehículos de combustión tradicional a enfrentarse a esta subida del precio, dada la distribución de su impacto entre el conjunto de las cuotas», y añade que «potenciar una ciudad sostenible no tendría sentido sin ofrecer alternativas: el renting se posiciona como una opción clave para la adquisición de un vehículo electrificado».