También se ha comenzado a percibir la falta de stock de vehículos de segunda mano», pero no será por culpa del renting. El sector del alquiler con servicios se está postulando como la «fábrica» de coches de ocasión más resiliente en un contexto de carestía de oferta a causa de la crisis de los microchips, como así lo demuestra el hecho de que, según las previsiones de MSI para Sumauto, su aportación a este mercado crecerá al cierre de 2021 un 19,4% respecto al ejercicio anterior, hasta introducir 122.047 nuevas unidades a disposición de los compradores de usados.
Teniendo en cuenta que toda la problemática generada por los semiconductores se empezó a dejar notar con más intensidad en la segunda mitad del año y que previsiblemente esta crisis no concluya hasta el segundo semestre de 2022, es de esperar que el próximo año se ralentice el ritmo de entrada de coches procedentes del renting al mercado de VO. Según estas mismas estimaciones, su crecimiento se reduciría prácticamente a la mitad, a un 10,8% con 135.187 vehículos, aunque seguiría siendo la puerta de entrada de stock con la mejor evolución, por encima del 7,5% estipulado para las importaciones y del 2,5% de los particulares.
Datos que demuestran, según el especialista en portales verticales de automoción, que la aportación del renting al mercado de VO es creciente y sostenida en el tiempo. Así, desde 2019 hasta 2022 el porcentaje de vehículos de las flotas que llegue al stock habrá pasado del 4% al 7%, es decir, prácticamente se habrá duplicado, aunque teniendo en cuenta que solo uno de cada tres llega a los concesionarios.
Con toda su experiencia acumulada, incluso con la de otras crisis, hay que destacar el saber hacer de las operadoras de renting, que a la vista de las circunstancias tan especiales que estamos viviendo están potenciando la compra anticipada de vehículos para que la movilidad de sus clientes se vea comprometida lo mínimo posible, lo que les permite asegurar siempre un cierto grado de rotación que es el que ha conseguido que se mantenga abierto el caudal de vehículos al canal de VO.
Soluciones como el renting flexible o la ampliación de contratos, incluso hasta los seis o siete años, que las operadoras vienen manejando ya desde hace años, les permiten reducir la tensión de su particular cadena de valor, aunque desde el punto de vista del mercado de ocasión la opción interesante es el renting flexible, ya que permite que los vehículos se sumen al stock en la mitad de tiempo que los cuatro años habituales de un arrendamiento convencional.
Para el portavoz de Renting de Sumauto, Ignacio Gª Rojí, “está previsto que la crisis de los microchips concluya a lo largo del segundo semestre de 2022, lo que deja a los concesionarios y compraventas con 12 meses por delante para desarrollar la estrategia que les genere el stock necesario, que en principio vendrá por el renting y las importaciones y, ya el año próximo, también por los particulares, cuando los plazos de entrega de vehículo nuevo gradualmente disminuyan”.