La Asociación Española de Renting de Vehículos (AER) ha publicado hoy los datos estadísticos que evidencian que el sector ha alcanzado, o está a las puertas de alcanzar, su plena madurez en España. Tomando como punto de partida el ejercicio 2015, la asociación destaca en primer lugar el papel de este canal como «dinamizador del mercado de las matriculaciones» tras haber incrementado su peso en el mercado un 87,5% en estos últimos siete años, pasando de un 14,2% al 26,6% con el que cerró el pasado 2022.
En este tiempo, las compañías de renting han destinado 35.083 millones de euros a la adquisición de 1,75 millones de nuevos vehículos, de los que algo más de un 15%, concretamente 269.862 unidades, son de energías alternativas (electrificados y de gas), segmento que ha incrementado su penetración en el sector un 31%.
En términos porcentuales, la cifra más cuantiosa remite al crecimiento de sus clientes: su cartera se ha más que multiplicado por cuatro desde entonces (365,1%), sumando 202.941 más para firmar un total de 258.527 al cierre del pasado mes de diciembre.
Muy sustancial ha sido también la ampliación de su parque, que se eleva un 90,7% pasando de las 447.623 unidades de 2015 a las 853.644 de 2022. Esta modalidad de pago por uso se ha visto impulsada por todas las tipologías de clientes, si bien cabe destacar el fuerte empujón de los particulares, autónomos y pequeñas empresas, responsables del 63,6% del crecimiento de la flota en renting.
En el caso concreto de las personas físicas (particulares y autónomos), han engordado su parque un 1.225,7% al aportar 129.157 vehículos, propiciando que su cuota se dispare desde el 2,3% al 16,3%. También al alza en este capítulo han evolucionado las empresas pequeñas, que con una aportación similar de 129.017 unidades experimentan un incremento del 188,4% de su flota, situando su peso en el 23,1% frente al 15,3% de siete años atrás.
Por su parte, las empresas medianas, aquellas que poseen entre cinco y 24 vehículos, mantienen un cuota similar en el parque de renting, un 17,6% frente al 17,1% de 2015, a pesar de haber duplicado prácticamente su flota (96,6%). La de las grandes corporaciones ha crecido un 25,3% en estos siete años, pero su peso se resiente por el auge del resto de clientes, pasando del 65,2% al 42,9%.