El plazo medio de entrega de un vehículo nuevo en España se ha multiplicado por tres en comparación con hace un año, pasando de las cuatro semanas a 87 días; es decir, dos meses más de espera a causa de la crisis de los microchips, entre otras, según datos de Promocar, de Kantar, para Unoauto, el portal de vehículo nuevo de Sumauto.
Este crecimiento del 222% supera con creces el incremento medio de los tiempos de entrega experimentado por el conjunto de las cinco grandes potencias automovilísticas europeas, que es del 65%, si bien España es el país dentro de este G5 donde la espera es menor. De hecho, el plazo en Francia es de 153 días, con un incremento de los tiempos del 94%, mientras que en Reino Unido la espera alcanza los 144 días, el 82% más que hace un año. Sin embargo, Alemania, con 115 días, se encuentra en plazos de entrega en niveles similares a 2020 y se sitúa solo el 3% por encima. Italia, por su parte, pasa de un plazo inferior al mes y medio a rozar los tres meses.

250.000 vehículos en espera
A pesar de la mayor demora en los plazos de entrega, muchos conductores siguen adelante en su intención de compra, de modo que, según Faconauto, a final de año se habrán acumulado 250.000 coches en la lista de pedidos de los concesionarios, que computarán como matriculaciones en 2022, aun con el perjuicio de la subida del impuesto de matriculación a partir del 1 de enero, que encarecerá los precios de los vehículos entre 800 y 1.000 euros, perjudicando así a los clientes que adelantaron sus compras.
A juicio de Ignacio García Rojí, portavoz de Unoauto, «los concesionarios y compraventas están entendiendo el mensaje de que deben cerrar compras, aunque no se pueda matricular. Y el consumidor está comprendiendo las razones de causa mayor de estos retrasos». García Rojí asegura que, en un escenario difícil, con muchos potenciales compradores y pocos coches, «cada una de las partes lo está poniendo fácil y esta debe ser la línea a seguir en 2022; es decir, cerrar compras y fidelizar clientes».