Uno de los últimos agravios del Gobierno contra los conductores, y que más ha indignado a estos, han sido los planes para el pago por uso de las autopistas y autovías, según desvela el Observatorio RACE de Conductores «Presión impositiva sobre el sector automovilístico», encuesta que el Real Automóvil Club de España ha llevado a cabo en diciembre entre 3.500 usuarios. El 84% de los encuestados está poco o nada de acuerdo y el 85,6% piensa que es por puro afán recaudatorio. Solo el 8,4% cree que se hace por mejorar la sostenibilidad y el medio ambiente y apenas el 3% opina que el objetivo es mejorar la movilidad de las personas.
Además, el 65,5% piensa que este dinero se usará para «partidas que no tienen nada que ver con la automoción» y solo uno de cada cuatro opina que esos impuestos servirán para mejorar las infraestructuras existentes. El 68,6% no está dispuesto a pagar, por el 22,2% que sí lo está. En este sentido, 8 de cada 10 encuestados piensan que esta medida conducirá más tráfico a las carreteras secundarias y el 85% opina que esta situación podría aumentar la accidentalidad.
Hartos de tanto impuesto
La mayoría de los automovilistas españoles está harta de la carga impositiva que padecen por la utilización del automóvil y de las nuevas medidas que el Gobierno planea para el año próximo, según la encuesta del RACE, que además ha preguntado sobre la intención de compra o cambio de vehículo y sobre la batería de medidas e impuestos que se van a aplicar el próximo año o que, en los últimos meses, han ido en detrimento de los bolsillos de los conductores españoles.
Los resultados de la misma revelan que el 95,5% de los conductores ha notado la subida de precios entre mucho y bastante, especialmente en el precio de los carburantes (98,4% de ellos), en el mantenimiento (36,1%) e incluso en el precio del seguro (25,1%), y achacan la subida a la actualidad política (43%), la subida del precio de las materias primas (26,2%) y la crisis energética (21,8%).
Pese al incremento de precios e impuestos, el 82,4% de los conductores asegura que seguirá usando su vehículo igual, ya que lo necesitan, mientras que al 16,5% no les quedará más remedio que utilizarlo menos, al no poder pagar los precios actuales.
Además, el 83% de los encuestados están convencidos de que pagan en impuestos relacionados con el automóvil más de lo que reciben, algo constatado por los datos ya publicados por el RACE.
El eléctrico, a la cola
Por lo que se refiere a la renovación del parque, el 15,4% de los automovilistas dice que “seguro” o “probablemente” cambiará de vehículo en 2022, mientras que el 73,5% lo tiene prácticamente descartado. Entre los que planean cambiar de coche, el 51,3% se decantará por un coche nuevo, el 15,8% por uno de ocasión y el 33% se encuentra indeciso.
Respecto a la motorización, el híbrido no enchufable es la primera opción para el 47,5% de los encuestados, por delante del diésel, segunda opción para el 34,6%. Híbrido enchufable, con el 33,7%, y gasolina, con el 29,2%, ocupan las siguientes posiciones. Paradójicamente, las dos primeras opciones se encuentran fuera de los planes de ayuda del Gobierno y las comunidades, mientras que el coche eléctrico ocupa la quinta plaza, con apenas el 20% de los compradores potenciales planteándose esta motorización como una de las posibilidades.
Por otra parte, el 36,4% de los conductores preguntados aseguran que no tienen suficiente información acerca de las energías actuales y que se informan a través de los medios de comunicación en internet (56,6%), los medios especializados en motor (54,9%) y los medios de comunicación tradicionales (49%). La información de los propios fabricantes (17,7%) es la cuarta preferencia.