El Gobierno, a través del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, destinará 2.634 millones de euros hasta 2025 en el Plan Estratégico de Apoyo Integral al Sector de la Automoción, entre cuyos principales objetivos se encuentran varias medidas que casan con las peticiones del sector, como son las ayudas a I+D y a la producción, la renovación del parque de vehículos o la armonización de la fiscalidad con otros países de la Unión Europea (UE). Además, destacan también la constitución de una Mesa de Movilidad Sostenible con representantes de todo el sector, la revisión de la fiscalidad, el apoyo a una mayor penetración de vehículos de cero y bajas emisiones y el refuerzo de la Formación Profesional Dual y de la vinculación de la empresa con la Universidad.
Señala Marcos Moure, propietario y fundador de Grupo Moure, que todo esto se mueve en línea con el Plan del Cambio Energético y del Clima. A pesar de que la información es escasa y «el plan es un cúmulo de voluntades que no tienen demasiada concreción, hay que destacar que una de las primeras medidas que se intuye va a afectar a la subida del precio del carburante».
Por su parte, Manel Montero, director general de Grupo Moure, explica que todo lo que signifique trabajar en la introducción de vehículos de cero y bajas emisiones estimulando la demanda, favorecerá el cumplimiento de los objetivos de reducción de gases de efecto invernadero fijados por la UE, y, por lo tanto, estas medidas deben de contribuir a mejorar la calidad del aire y la salud de las personas. A pesar de estas virtudes y el buen fondo de las ayudas gubernamentales, Montero se cuestiona, sin embargo, por qué se hace una apuesta tan firme por la movilidad eléctrica al mismo tiempo que «se reconocen ciertas incertidumbres a corto plazo de los vehículos eléctricos en el parque», como la necesidad de desarrollar una red de recarga en los grandes corredores de conexión entre ciudades. Asimismo, indica que el documento sigue sin eliminar la incertidumbre que tienen los compradores y todos los agentes del sector ante la movilidad, «pues no incluye mensajes claros referentes a la movilidad presente y futura, sigue sin existir una transición planificada hacia los objetivos de descarbonización marcada en la agenda 2030″.
Obsesión con el coche eléctrico
Al tratar sobre el deseo de implementar una mayor infraestructura para dotar de suministro a los coches eléctricos, Moure critica la «mención de manera obsesiva» del coche eléctrico, cuando «la realidad es que el mercado no está evolucionando en ese sentido» y comenta, como propietario de la red de gasolineras Autonetoil, que dispone de 14 estaciones de servicio low cost repartidas por España, que «se va a obligar a las gasolineras a poner cargadores eléctricos cuando en muchas de las ubicaciones no hay ni suficiente potencia eléctrica y el modelo de negocio es el de un cliente de paso, que no se queda varias horas para cargar su vehículo».
En la misma línea, el empresario hace un llamamiento para no centrar toda la inversión en coches eléctricos y apostar por otras alternativas, como son el ecocombustible, cuya huella de CO2 también es cero y que no exige cambio alguno en los vehículos de los conductores actuales: «Es 100% compatible con el actual motor de combustión, más duradero y eficiente y no cambia el sistema actual de distribución y de recaudación».
Y termina cuestionando que si solo se apoya al modelo eléctrico, «¿cómo esperan reconvertir un sector, el de las gasolineras, que da muchos puestos de trabajo? y ¿de dónde van a recaudar los miles de millones de euros que actualmente cobran a través de los impuestos del carburante?».