El pleno del Senado aprobó ayer, 23 de junio, una enmienda transaccional del Grupo Parlamentario Socialista, dentro de la ley contra el fraude fiscal, que implica un incremento del 20% de los límites de emisiones de los cuatro epígrafes del impuesto de matriculación “con efectos hasta el 31 de diciembre de 2021”, un cambio que deja sin efecto temporalmente la mayor presión fiscal que existe desde el pasado 1 de enero, a raíz de la aplicación de los valores de CO2 de la homologación WLTP en la ficha técnica de los vehículos.
La medida, que está pendiente de ratificación en el Congreso y no tiene carácter retroactivo, supone una bajada del actual impuesto de matriculación vía subida de los tramos impositivos.
La propuesta supone una modificación de la redacción de la Disposición adicional quinta de la mencionada legislación, que se incluyó en la tramitación de la normativa en el Congreso a partir de una iniciativa del PDeCAT, que contó con el apoyo del PP, Vox, Esquerra Republicana, Ciudadanos y el Partido Regionalista Cántabro, mientras que PSOE y Unidas Podemos la rechazaron y PNV se abstuvo.
Tras su rechazo inicial, el Grupo Parlamentario Socialista promovió la enmienda promocional aprobada ayer para modificar los tramos impositivos mediante la modificación al alza de los tramos del impuesto de matriculación, acabando así con el incremento tributario.
Los nuevos tramos
El primer tramo del tributo, que actualmente se refiere a los vehículos con emisiones iguales o inferiores a 120 g/km de CO2 –los cuales están exentos del pago–, pasará a incluir a aquellos que tengan niveles iguales o inferiores a 144 g/km; es decir, el 20% más. El segundo, en el que se abona el 4,75%, se repercutirá sobre los coches que emitan más de 144 g/km y menos de 192 g/km, frente a los límites de 120 y 160 de ahora; el tercero (9,75%), sobre los que registren valores no inferiores a 192 g/km y menores de 240 g/km (en la actualidad 160 y 200); y el cuarto (14,75%), sobre los que emitan 240 g/km o más (ahora, 200).
Con estos nuevos parámetros, el Gobierno da unos meses de respiro al sector del automóvil, que sigue sufriendo el impacto de la pandemia en el mercado. Posteriormente, en el primer trimestre de 2022, el Ejecutivo intentará llevar a cabo la reforma integral de la fiscalidad del motor, tal y como estableció en el plan de recuperación remitido a la Comisión Europea. Sin embargo, el lapso hasta finales de ejercicio podría quedarse corto y no estar lista la reconfiguración de los impuestos de matriculación y circulación.
Mero trámite
La reformulación impositiva, que pone fin al mayor pago que tienen que hacer frente los consumidores en la compra de coches desde enero –según los cálculos de Anfac, la subida afecta al 48,4% del mercado–, no se hará efectiva hasta que la legislación contra la elusión fiscal, que se va a ratificar en el Senado, sea refrendada de manera definitiva en el Congreso, algo que es mero trámite, de modo que el sector de automoción ya tiene garantizada esta medida que venía defendiendo desde finales de 2020.