David Pérez, SVP de Stakeholder Relations de Cabify, ha señalado que el futuro de la movilidad pasa por la colaboración público-privada, durante la mesa de debate «Colaboración público-privada en el ámbito de la movilidad urbana», en el marco del Global Mobility Call, en la que participó junto a Felipe Ramírez, secretario de Movilidad de la ciudad de Bogotá, y Julieta de Micheo, directora de Relaciones Institucionales y RSC de la EMT.
En el debate, que estuvo moderado por Miguel Elizondo, responsable del Observatorio de la Movilidad de Invertia/El Español, Pérez afirmó que los grandes retos globales necesitan grandes alianzas de los diferentes agentes públicos y privados y que «el reto de la sostenibilidad es muy complejo, el sector donde operamos es el idóneo para aportar soluciones y sería difícil entender el futuro de la movilidad sin la colaboración público-privada».
El ejecutivo de Cabify recordó que la meta de su empresa en contar con toda su flota descarbonizada para 2025 en España y para 2030 en Latinoamérica, para lo que cuentan con un préstamo de 40 millones de euros del Banco Europeo de Inversiones (BEI) para la adquisición de coches eléctricos. Asimismo, señaló que han cerrado un acuerdo con Mobilize (Renault) que les permite liderar el camino de la electrificación en el sector en España. «Pero este camino no podemos hacerlo solos, necesitamos colaboración de empresas, reguladores y administraciones», indicó.
Adaptación a los ciudadanos
Julieta de Micheo explicó que el transporte público tiene que saber adaptarse, leer las necesidades de los ciudadanos, saber hacia dónde va el ecosistema de la movilidad. «Es nuestra responsabilidad ofrecer servicios específicos, abriendo el abanico para que el ciudadano disponga de todas las opciones», y recordó que «los fondos europeos tienen que proceder necesariamente de una alianza entre los agentes públicos y privados».
Felipe Ramírez, por su parte, afirmó que el apoyo del sector público debe ir igual de rápido que las innovaciones que llegan a nuestras ciudades. Y concretó que «es el caso de la regulación, ha de responder a estas innovaciones, anticiparse a ellas. Es el ejemplo de la regulación de actores como Cabify que, en el caso de Bogotá, no estaba establecida antes de su llegada, lo que perjudica a los ciudadanos».