Tesla, primer fabricante de automóviles eléctricos del mundo, obtuvo un beneficio neto en el primer trimestre del año de 3.318 millones de dólares (3.036 millones de euros), lo que supone un incremento del 658% respecto a igual periodo del año anterior, según los datos presentados por la compañía, que atribuyó los buenos resultados a unas ventas récord y al precio más alto de sus vehículos.
Los ingresos aumentaron un 81%, pasando de los 10.390 millones de dólares (9.508 millones de euros) del primer trimestre de 2021 a 18.760 millones de dólares (17.169 millones de euros) en el de 2022. Tesla ha sido un caso atípico desde el brote de la pandemia, registrando entregas y ganancias récord durante varios trimestres, mientras sus rivales veían, en muchos casos, como se detenía su producción por falta de suministro.
Del total de ingresos, 16.860 millones de dólares (15.430 millones de euros), un 87% más que en el mismo período del año pasado, correspondieron a automóviles, 616 millones (563 millones de euros) a generación y almacenamiento de energía y 1.279 millones (1.170 millones de euros) a servicios y otros. Los márgenes brutos automotrices aumentaron al 32,9%, reportando una ganancia bruta de 5.460 millones de dólares (4.997 millones de euros).
A la vista de los resultados, la ganancia por acción se elevó a 3,22 dólares (2,95 euros), frente a los 2,26 dólares (2,07 euros) previstos, y las acciones subieron en la bolsa hasta el 5% una vez conocidos los resultados.
Robotaxi en 2024
Por otra parte, el CEO de Tesla, Elon Musk, anunció durante la presentación de los resultados que en 2024 producirá en serie su nuevo robotaxi, que no dispondrá de volante ni pedales para reducir al mínimo el coste por kilómetro para los usuarios; es decir, que la marca norteamericana apenas dispone de dos años para desarrollar, probar, producir y lanzar comercialmente un servicio de robotaxi que cumpla con las normas regulatorias norteamericanas, que varían de un estado a otro. Musk señaló que el robotaxi «realmente será el gran impulsor del crecimiento de Tesla».
Sobre si continuará el desarrollo del vehículo autónomo, se plantean dudas con la llegada del robotaxi. Musk ha prometido en repetidas ocasiones convertir los vehículos Tesla en robotaxi para sus propietarios a través de un sistema avanzado de asistencia a la conducción, denominado Full Self-Driving (FSD), que cuesta 12.000 dólares (10.982 euros). Actualmente, los modelos de Tesla integran el sistema de asistencia al conductor Autopilot, que puede completarse con el señalado sistema de autoconducción completa o FSD, un software que el CEO de Tesla ha prometido que en el futuro ofrecerá capacidades de conducción autónoma total, pero que aún es incapaz de conducir por sí solo, por lo que se considera un ADAS de nivel 2 que requiere que el conductor preste atención y tome el control.
Tesla considera que el alto precio hace inaccesibles sus vehículos a muchos usuarios, por lo que la introducción de los taxis robotizados es una forma de brindar a los clientes el coste por kilómetro «más bajo que jamás hayan experimentado. Un viaje en robotaxi costará menos que un billete de autobús o de metro», aseguró Musk, que no ha desvelado qué sensores empleará el robotaxi y si usará solo cámaras o también emplearía lidar y radar, que es el estándar de la industria.
Musk admitió las dificultades de alcanzar la conducción autónoma total y señaló que «en última instancia, vender la conducción autónoma total se reduce a resolver la inteligencia artificial del mundo real, que nadie ha resuelto. Todo el sistema de carreteras está hecho para redes neuronales biológicas y ojos. Y en realidad, cuando lo piensas, para resolver la conducción tenemos que resolver las redes neuronales y las cámaras hasta un grado de capacidad que esté a la par o realmente supere a los humanos. Y creo que este año lo lograremos».