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jueves, marzo 28, 2024

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El 90% de los autobuses que Man Truck & Bus entregue en 2030 serán eléctricos

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El mercado de autobuses eléctricos creció en 2021 cerca del 50% frente al año anterior, alcanzado las 3.282 unidades, según la consultora Chatrou CME Solutions. Esta tendencia al alza es especialmente significativa en zonas urbanas, sobre todo tras la aprobación de la Ley de Cambio Climático, que implica que para 2023 las ciudades de más de 50.000 habitantes deben crear Zonas de Bajas Emisiones, lo que obliga a los consistorios a invertir en alternativas de movilidad sostenible para los ciudadanos, pudiendo captar fondos europeos, en parte dirigidos a fomentar la electrificación.

Ante esta coyuntura, Man Truck & Bus se ha marcado como objetivo poner más autobuses eléctricos en la carretera, tal y como el director de la unidad de negocio de autobuses de la compañía, Rudi Kuchta, afirma: «En 2025, la mitad de nuestros nuevos autobuses urbanos serán de propulsión alternativa. Y esperamos que solo cinco años después, en 2030, el 90% de nuestros autobuses urbanos se entreguen con accionamiento por batería».

Sostenibilidad histórica

La investigación y el desarrollo en nuevas tecnologías de cero emisiones, como la electrificación, la hibridación o el hidrógeno, forman parte de la estrategia de Man Truck & Bus desde hace 50 años. De hecho, el primer bus eléctrico de la compañía data de 1970 y ya en los Juegos Olímpicos de Múnich de 1972 los deportistas se desplazaban en autobuses Man eléctricos.

Esta apuesta por el autobús eléctrico ha llevado a Man a probar en varias ciudades europeas, como Colonia o Nuremberg, en Alemania, y Barcelona, autobuses cero emisiones articulados de 18 metros, los más largos y pesados de la flota, poniendo así el reto máximo a la electromovilidad en el transporte urbano de pasajeros.

España, centro de pruebas

La amplia variedad climatológica ha convertido a España y a varias de sus ciudades en banco de pruebas de Europa para testar la autonomía y hacer realidad el desarrollo del transporte 100% eléctrico. Un claro ejemplo es la diferencia de temperatura existente en verano entre Madrid, 40º, y San Sebastián, 20º. Son pruebas que no solo buscan el punto más duro de consumo con las temperaturas (las más calurosas en verano y las más frías en invierno), sino también con la gran longitud de las líneas de transporte público que caracterizan a nuestro país.

En concreto, las líneas españolas tienen entre 15 y 20 kilómetros, con un promedio de 45 y 50 paradas, según el Observatorio de Movilidad Metropolitana 2020, elaborado por el Centro de Investigación del Transporte de la Universidad Politécnica de Madrid (TRANSyT).

Estas pruebas no se concentran en una única ubicación, sino que se buscan múltiples escenarios, de modo que en una primera fase, Man Truck & Bus está realizando tests con su autobús eléctrico Lion’s City, en versiones 12 E y 18 E (este último articulado), en San Sebastián, Zaragoza, Valencia, Alicante, Alcoy, Cáceres, Sevilla, Málaga, Tenerife, Las Palmas, Badajoz, Bilbao, Barcelona, Gerona, Santander y Madrid.

De esta forma, Man conforma un exigente campo de pruebas, con ciudades muy diferentes entre sí, buscando la mayor disparidad geográfica y, por tanto, probar el vehículo en todos los terrenos posibles para desarrollar y hacer viable la tecnología eléctrica. Esto pasa por cubrir turnos completos de entre 15 y 20 horas ininterrumpidas, sin recargas intermedias, e incluso llegar al final del día con un remanente de energía, síntoma de que no terminan al límite.

La electrificación del transporte público también pasa por cambiar el estilo de conducción y la gestión de las propias líneas, dada su influencia en la autonomía

En condiciones favorables, la capacidad puede ascender a 550 kilómetros, como mostró la pasada primavera la Man eBus Efficiency Run, que rebasó ampliamente las necesidades de los operadores en una línea de autobús urbano en Múnich, calculada entre 200 y 300 kilómetros diarios, por lo que las prestaciones del eléctrico se equiparan ya a las del diésel.

Más allá del autobús

La electrificación del transporte público también pasa por cambiar el estilo de conducción y la gestión de las propias líneas, dada su influencia en la autonomía. En este sentido, la forma de conducir autobuses eléctricos tiene un impacto notable en sus prestaciones, por lo que es preciso ofrecer cursos de reciclaje a los conductores para conseguir un estilo de conducción rentable. En cuanto a la relación entre la capacidad del autobús y la gestión de las líneas, es clave analizar en cada una su topografía, número de paradas o las condiciones climáticas, así como la capacidad que debe ofrecer cada autobús para prestar el servicio sin problemas ni necesidades de carga durante la jornada.

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