Desde la adquisición de Cobra Telematics en 2014, Vodafone ha ido ganando peso como player vinculado al sector de automoción a través de su división Automotive. Y más que deben estrechar sus lazos porque el futuro más inmediato le tiene reservado un papel fundamental en el despliegue de esa conectividad que va a revolucionar la movilidad. Así que nadie mejor que un especialista como Daniel Barallat, responsable en la filial española de todo lo relacionado con el Internet de las Cosas, para que nos ilustre sobre la implicación de la multinacional de las telecomunicaciones en la telemática de los vehículos, sus soluciones para el ámbito de la gestión de flotas y los proyectos de seguridad vial cooperativa.
Un gigante de las telecomunicaciones con una división específica Automotive. ¿Qué servicios y soluciones encuentra el sector del automóvil en Vodafone?
Creemos que el automóvil conectado va a ser uno de los vectores de los nuevos negocios a futuro, y es ese el motivo por el que el Grupo Vodafone decidió en 2014 comprar una empresa, Cobra Telematics, que hemos integrado en la estructura de la compañía. La curiosidad de un grupo como el nuestro dedicado a las telecomunicaciones es que tenemos una fábrica, en Varese (Italia), con cerca de 800 empleados diseñando y produciendo unos tres millones de dispositivos telemáticos anuales para los principales fabricantes de automóviles.
Vodafone Automotive Iberia tiene más de 50 empleados dedicados exclusivamente a servicios de gestión alrededor del automóvil, que en Vodafone enfocamos desde dos vertientes: por un lado, las infraestructuras para soportar el coche conectado, y por otra parte, todo lo que tiene que ver con él, que básicamente es lo que se encuentra dentro del paraguas de Vodafone Automotive. Y dentro de Vodafone Automotive tenemos dos divisiones: la de electrónica, más enfocada a OEM’s, esencial porque nos permite estar siempre muy cerca de todos los movimientos que se producen en el sector del automóvil; y la que llamamos Telematics, un aftermarket que incluye todos los sistemas de Vodafone Business Fleet Analytics, la recuperación de vehículos robados y los seguros inteligentes enfocados al vertical de empresas aseguradoras, además de la gestión tradicional del vehículo para empresas de renting o grandes bancos.
¿Qué tipo de servicios ofrecéis?
Tenemos acuerdos con empresas de renting porque podemos complementar muy bien su cartera de servicios, si bien el número que le das a cada una depende de las cosas que sepa o no sepa hacer la propia compañía y qué valores añadidos quieras aportar. Por ejemplo, si un cliente llama para hacer un cambio de neumáticos, quien descuelga el teléfono en nombre de esa empresa es Vodafone, que te hace la gestión y te asigna el taller. Tenemos también acuerdos con ciertas operadoras para proveerles el servicio de realizar la ITV para clientes VIP. Esas cosas están en nuestro catálogo, digamos que en la parte de Automotive somos como una marca blanca de servicios al vehículo.
¿Cuál es el principal valor que aporta Vodafone Automotive en relación con la gestión de flotas?
Aunque hay mucha oferta de gestión de flotas, probablemente seamos el único player del mercado que no solo da la herramienta, sino que también somos capaces de operarla y gestionar servicios para sacar todo el rendimiento para un cliente concreto. En definitiva, logramos que la herramienta tenga sentido para el cliente y que obtenga la rentabilidad prometida con ella, y esa es nuestra gran diferencia. Tenemos una muy buena proposición en la gestión de flotas, pero donde realmente se nota la diferencia es al brindar esos servicios que decía gestionados para el cliente.
¿Cuántos clientes están confiando en las distintas soluciones de Vodafone Automotive?
A nivel mundial tenemos 38,5 millones de vehículos conectados con nuestras cajas telemáticas. Y en España contamos con una flota de unos 65.000 vehículos de empresa gestionados en diferentes modalidades. Hace más de diez años que empezamos en IoT en gestión de flotas, tacógrafos y vehículos industriales, y en estos últimos años lo que más se está desplegando son los vehículos comerciales.
Y en ese futuro ya presente marcado por la conectividad del automóvil, ¿qué papel pretende desempeñar Vodafone?
El futuro se dirige hacia modelos cooperativos en los que la comunicación entre los vehículos e incluso las infraestructuras hagan más segura la red viaria. Si le damos inteligencia al vehículo en un modelo cooperativo podremos conseguir el objetivo de tener cero accidentes. Y se pasará a la conducción autónoma, con vehículos que además permitirán anticipar movimientos de terceros, de los que están a su alrededor. Es ahí donde vemos que va a producirse una revolución brutal, hasta tal punto que ni somos capaces de hacer previsiones de cómo evolucionará ni con qué actores, si bien nosotros queremos ser un actor relevante.
Entonces, no está aún del todo claro qué players se van a encargar de conectar los vehículos y las infraestructuras…
No está definido del todo. Aunque sí es positivo que la industria haya creado toda una serie de estándares, porque si se fía todo a empresas privadas podemos acabar con sistemas propietarios que no son compatibles. El caso es que cada fabricante está implementando el protocolo, si bien de manera diferente. Hay quienes en el V2V (comunicación vehículo a vehículo) están haciendo una comunicación peer to peer (P2P) entre vehículos, mientras que nosotros propugnamos que la información que se envía desde el vehículo llegue a un nodo que está en la red y que socializa los mensajes hacia abajo, que es justo lo que acabamos de hacer con el lanzamiento de nuestra plataforma de seguridad vial. Pero sí es verdad que al menos los protocolos de comunicación entre vehículos están acordados, lo que evita que haya como islas privativas, cerradas.
¿Cómo pretende Vodafone comercializar y rentabilizar la inversión en esa conectividad vial?
Como decía, nuestra aproximación es a través de la seguridad cooperativa, que va a aportar muchísimo. Porque la inteligencia no está en el vehículo, es cooperativa, una combinación entre vehículos y otros agentes, y probablemente esos nodos intermedios que te pueden añadir algún tipo de inteligencia. La ventaja de nuestra propuesta es que permite que algunos de los mensajes que se están comunicando por este protocolo se puedan socializar a elementos externos a ese entorno de seguridad cooperativo. La información entre los vehículos va a llegar, pero, por ejemplo, el usuario de un patinete que está interactuando con esta plataforma a través de una app móvil también va a poder ver a los vehículos que están a su alrededor y él será visto por ellos. Y si pones inteligencia activa en el vehículo, igual que te avisa cuando pisas la línea de la carretera, también lo hace cuando te acercas mucho al patinete.
Pero no es un entorno cerrado, porque nuestro modelo de negocio es que todos los eventos que tienen que ver con la seguridad sean gratuitos. Es decir, ponemos la plataforma para los mensajes relativos a la seguridad, independientemente del operador y del vehículo, sean gratuitos para cualquiera que se quiera conectar con ese nodo que pensamos desplegar a lo largo de todas las redes viarias. Entonces, para poder mantener ese nodo a medio-largo plazo recurrimos a otra serie de informaciones más elaboradas que intentaremos comercializar a terceros. Por ejemplo, si el Gobierno plantea poner peajes blandos por el uso de las autovías, una forma más económica es que nosotros podemos facilitarle una información muy precisa del uso real de todos los vehículos.
¿Este despliegue de conectividad en las carreteras está supeditado al 5G?
En cuanto al despliegue del 5G, a finales de este año vamos a tener 1.000 municipios cubiertos y en torno al 45% de la población con cobertura 5G. Y por la parte viaria, el Gobierno ya ha empezado a sacar a licitación las primeras iniciativas de lo que se llama corredores 5G. En septiembre empezamos con el primer nodo en Granada, y lo que propugnamos para estos proyectos es meter ahí esas plataformas STEP (Safer Transport for Europe Platform) que, como decía antes, reciben un mensaje y lo comparten con los demás usuarios, sean del operador que sean, dentro de un área geográfica concreta para dar ese valor añadido para empezar a probar el coche conectado.
¿Y por qué no se puede hacer con 4G?, pregunto. Lo que hemos hecho en IoT es lo que llamamos telemedida, es decir, obtener datos de los sensores y pasarlos a la nube. Con el coche conectado empiezas a hacer telecontrol porque vas a tener alertas activas en el vehículo y tomar decisiones en tiempo real, y esto cambia el paradigma. Ahora se hace fundamental el tiempo de reacción, que tiene que estar por debajo de los 15 milisegundos que tarda el cuerpo humano en reaccionar ante un estímulo visual. Por eso se habla de corredores 5G, porque no te vale con tener un nodo para toda España, hay que poner muchos porque tienen que estar físicamente cercanos a las redes ya que es básico el tiempo que tardas en enviar el dato y recibirlo. Y esto se puede hacer con el 5G, aprovechas las mismas infraestructuras móviles para alojar elementos en la nube pero con unas latencias muy bajas, por debajo de dos milisegundos, además de que la parte de conectividad radio sea mucho más estable. El nodo STEP no tiene una aplicación encima, lo único que hace es intercambiar mensajes, pero no los analiza porque no le da tiempo. Lo que sí permite la plataforma es que a través de unas API’s que están abiertas a cualquier partner que quiera aprovecharlas, pongas esos datos anonimizados para usos de otro tipo que no son tanto de tiempo real.
En un coche es relativamente sencillo montar estos dispositivos de conectividad, pero si hablamos de bicicletas o patinetes, ¿bastaría con una app para incluirlos en ese entorno seguro y cooperativo?
Sí. De hecho, en los próximos meses Vodafone quiere lanzar un SDK (kit de desarrollo de software), como las librerías que puedes integrar en una app, para que puedas pasar tu posición utilizando V2X, y al revés, que también tengas la posición de los vehículos en tu app. No nos vamos a dedicar a hacer apps móviles, pero sí que vamos a hacer la parte más compleja de comunicación para que cualquiera pueda montar una app móvil en la que incorpore esas funcionalidades. Aunque hemos comenzado a desplegar nuestra plataforma de seguridad vial en Alemania, que es donde están los principales centros de decisión en el mundo automovilísticos, en los países del sur del Europa está habiendo una sensibilidad mayor al hecho de conectar estas plataformas con el ecosistema mucho más amplio de bicicletas, patinetes, viandantes, etc.
Pero Vodafone sí que cuenta con aplicaciones propias relacionadas con la movilidad…
Sí, tenemos unas cuantas. Una de ellas es Driving Academy, que estamos utilizando dentro de la vertical de seguros inteligentes. Y aquí también tenemos dos tipos de aproximación: una que utiliza un dispositivo colocado en el vehículo, que nos indica el perfil de conducción, reconstruye el accidente… pero que tiene una barrera de entrada que es el coste de este dispositivo, que se tiene que incluir en la prima anual del seguro; y otra que usa una app que hace de sensor del vehículo, detecta si estás en él o no, y también obtiene esos datos. En base a los KPI de conducción, la aseguradora hace un perfil de riesgo y aplica una prima más o menos atractiva.
¿Qué podrá hacer el conductor desde la pantalla del sistema multimedia de su vehículo que no pueda hacer ahora?
Probablemente nada porque la cuestión del coche conectado tiene mucho que ver con las ayudas activas que ya estamos viendo ahora. La DGT, incluso, está planteando limitaciones de velocidad proactivas. De modo que puede que todo vaya enfocado hacia ese objetivo de cero accidentes, que el coche sea un poco más invasivo cuando detecte que estás cometiendo una imprudencia o poniendo en peligro a un tercero.
¿Qué beneficios puede obtener el gestor de flota de los avances en conectividad y telemática?
Ya hay algún coche que incorpora cajas telemáticas compatibles con las nuevas tecnologías, pero no tiene con quien comunicarse. Todo esto que hemos hablado del 5G comenzaremos a verlo en dos o tres años, de modo que nuestra pretensión desde la parte Telemática es ir incorporando estas nuevas funcionalidades a los dispositivos dentro de la parte de la gestión de flotas. De hecho, la aplicación SDK (kit de desarrollo de software) es un aftermarket. Lo que vamos a asegurar inicialmente es minimizar los accidentes, si bien es verdad que, en el sector empresarial de gestión de flotas, lo que nos piden normalmente primero es conseguir eficiencias de distinta índole: de combustible, evitar usos indebidos, protección de activos… En este sentido, no basta con que se señalice un problema potencial, además hay que resolverlo, y es ahí donde somos diferenciales y donde habrá cambios.
Recientemente habéis lanzado CarConnect, una solución económica y sencilla de coche conectado. ¿Puede ser una alternativa para esos vehículos de flota que no equipen de fábrica una caja telemática?
Está más enfocado al cliente particular, a la parte de ocio. Se trata, esencialmente, de dar una conectividad dentro del vehículo aportando una serie de funcionalidades, pero la información que te proporciona es la que te da el propio vehículo.