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sábado, noviembre 2, 2024

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CEPSA abandona el GLP y el gas para centrarse en biocombustibles, hidrógeno y energía eléctrica

La compañía energética española CEPSA acaba de dar un nuevo paso firme en su actual proceso de transformación para liderar la transición energética, al vender su negocio de gas licuado de petróleo (GLP), que incluye la comercialización de butano, propano y autogás, en España y Portugal, al grupo chileno COPEC.

La operación, valorada en 275 millones de euros, forma parte de la actual estrategia de desinversión que viene manteniendo la empresa energética española abandonando o transfiriendo sus activos tradicionales en materia de petróleo y gas para centrarse en las nuevas energías sostenibles, como los biocombustibles, el hidrógeno verde o la energía eléctrica.

Con esta venta, CEPSA cierra un ciclo en su historia, abandonando un negocio que había gestionado durante décadas a través de sus filiales GASIB España y GASIB Portugal. Abastible, filial de COPEC, adquirirá el 100% de las operaciones en este sector de CEPSA en la península ibérica, lo que incluye la continuidad con la actividad de venta y distribución de butano, propano y autogás en estos mercados bajo la marca de CEPSA. Este movimiento no solo refuerza la presencia de Abastible en Europa, sino que también representa la primera incursión del Grupo COPEC en el mercado europeo del GLP.

La transacción también refleja el interés de COPEC por expandir su negocio fuera de América Latina. Hasta ahora, la empresa chilena se había concentrado principalmente en su región de origen, siendo un actor clave en la industria de hidrocarburos en Chile y otros países de la región. La adquisición del negocio de GLP de CEPSA en España y Portugal representa una oportunidad estratégica para la compañía de cara a diversificar sus operaciones y posicionarse en un mercado nuevo y altamente competitivo para ellos como es el europeo.

Giro estratégico hacia la sostenibilidad

Este movimiento es parte integral de la nueva estrategia empresarial emprendida por CEPSA, con la que busca redirigir sus esfuerzos hacia la sostenibilidad y la innovación tecnológica en el campo de las energías renovables. Bajo su plan “Positive Motion”, CEPSA pretende transformar radicalmente su modelo de negocio, apostando por energías limpias y sostenibles que sustituyan a los combustibles fósiles.

La compañía prevé invertir entre 7.000 y 8.000 millones de euros en esta transición, de los cuales más del 60% estará destinado a proyectos vinculados con energías sostenibles. El objetivo de CEPSA es que, para 2030, más del 50% de su negocio provenga de estas fuentes, con una apuesta decidida por los biocombustibles de segunda generación y el hidrógeno verde.

Esto también incluye el desarrollo de una amplia red de cargadores eléctricos ultrarrápidos en los mercados en los que opera, lo que permitirá a la empresa convertirse en uno de los referentes del mercado no solo en lo que concierne a la producción de energía renovable, sino también en cuanto a la infraestructura necesaria para sostener una economía más verde.

Apuesta por biocombustibles e hidrógeno verde

El plan estratégico de CEPSA se centra en el desarrollo de biocombustibles de segunda generación, que son más sostenibles que los combustibles fósiles tradicionales al estar fabricados a partir de residuos y materias primas no comestibles. Estos biocombustibles son una solución clave para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en sectores difíciles de electrificar, como pueden ser el del transporte marítimo y aéreo, donde la demanda de combustibles líquidos seguirá siendo alta en el futuro cercano.

Asimismo, CEPSA está intensificando sus inversiones en hidrógeno verde, una fuente de energía que ha ganado relevancia en los últimos años como una opción limpia y viable para descarbonizar diversos sectores industriales. El hidrógeno verde, producido a partir de energías renovables como la solar y la eólica, es visto como un pilar crucial en la transición hacia una economía global más sostenible. CEPSA ha identificado este recurso como una prioridad en su agenda de inversiones, con proyectos que buscan desarrollar tanto la producción como la infraestructura necesaria para el consumo de hidrógeno en España y otros mercados europeos.

Desinversiones para financiar la transición

La venta de los negocios de GLP a COPEC no es el primer movimiento de CEPSA en su proceso de desinversión de activos tradicionales. En los últimos años, la compañía ha llevado a cabo diversas ventas de activos relacionados con la exploración y producción de petróleo. En 2023, CEPSA vendió su participación del 20% en varios yacimientos en los Emiratos Árabes Unidos a la francesa TotalEnergies, en una operación valorada en 1.500 millones de euros. Esta transacción representó un paso altamente significativo en su actual estrategia por reducir su exposición a los combustibles fósiles y destinar los recursos obtenidos a acelerar su transición hacia las energías limpias.

Además, la petrolera también ha vendido activos en Perú y Colombia, alejándose del modelo tradicional de negocios «upstream» (exploración y producción) para centrarse en su transformación hacia una empresa líder en energías renovables en Europa. Estos movimientos son reflejo del compromiso de CEPSA por alinear su negocio con las tendencias globales hacia la descarbonización y la lucha contra el cambio climático.

El futuro de CEPSA en la transición energética

La decisión de abandonar el negocio de GLP y concentrarse en energías renovables marca un punto de inflexión en la historia de CEPSA. La compañía, que durante años fue un referente en el sector de los hidrocarburos, está apostando por convertirse en un líder de la transición energética, guiada por su ambición de reducir su huella de carbono y contribuir a un futuro más sostenible.

El éxito de su plan «Positive Motion» dependerá no solo de su capacidad para ejecutar estas inversiones, sino también de su habilidad para innovar y adaptarse a un mercado energético en rápida evolución. La venta de su negocio de GLP a COPEC es solo el comienzo de una nueva etapa para CEPSA, en la que los biocombustibles, el hidrógeno verde y la energía eléctrica se convierten en los pilares de su crecimiento futuro.

En definitiva, CEPSA está enviando un mensaje claro al mercado: su compromiso con la transición energética no es solo una estrategia a corto plazo, sino una apuesta a largo plazo para liderar la industria energética en la era post-carbono. Esta transformación es tanto una respuesta a las demandas de un mundo que busca soluciones sostenibles como una oportunidad para redefinir su papel en el panorama energético global.

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