La séptima generación del BMW Serie 7 se estrenó con la versión cero emisiones i7 y ahora la gama de esta lujosa berlina se completa con nuevas motorizaciones con tecnología híbrida enchufable y con una variante diésel con un sistema de hibridación ligera de 48 V.
Las opciones PHEV, con etiqueta 0 emisiones de la DGT, se corresponden con los modelos 750e xDrive y M760e xDrive, dotados con un motor de gasolina de seis cilindros en línea con tecnología BMW TwinPower Turbo, con potencias de 313 y 381 CV, respectivamente. Es la primera vez que la exclusiva Serie 7 incluye una motorización M en su catálogo. En ambos casos, la marca alemana recurre a un motor eléctrico de 197 CV ubicado en el interior de la caja de cambios Steptronic de ocho relaciones, sumando una potencia máxima combinada de 490 CV en el 750e xDrive y de 571 CV en el M760e xDrive.

El sistema de hibridación se completa con una batería de iones de litio de 18,7 kWh de capacidad, situada bajo el piso del coche, con la que homologa una autonomía en modo eléctrico de hasta 89 km en la opción menos potente y de 84 km en el caso del M760e xDrive. La batería admite una potencia máxima de carga de 7,4 kW.
Con este sistema de propulsión híbrido, estos nuevos Serie 7 se desmarcan con un rendimiento y unas prestaciones muy elevadas. En el 750e xDrive, sus 490 CV y 700 Nm de par máximo le permiten acelerar de 0 a 100 km/h en 4,8 segundos y es capaz de recuperar de 80 a 120 km/h en tan solo 2,7 segundos. Su consumo combinado (WLTP), con la batería cargada a tope, es de 1,0-1,3 l/100 km, mientras que su gasto eléctrico se cifra en 22,8-25,8 kWh/100 km.

En el M760e xDrive, a su vez primer modelo M de altas prestaciones con un sistema de propulsión híbrido enchufable, sus 571 CV y 800 Nm lo catapultan de 0 a 100 km/h en 4,3 segundos y le permiten recuperar de 80 a 120 km/h también en 2,7 segundos. Su consumo medio WLTP, igualmente con la batería cargada a tope, repite el dato de 1,0-1,3 l/100 km, siendo su consumo eléctrico de 23,7-26,0 kWh/100 km. Los dos reciben el apoyo del eficaz sistema de tracción a las cuatro ruedas xDrive.
Diésel de nueva generación
Capítulo aparte merece el 740d xDrive, animado por un bloque diésel totalmente actualizado de 286 CV -un tipo de motorización que sigue teniendo mucho predicamento en algunos segmentos del mercado-, que incorpora un sistema de hibridación ligera de 48 V con un electromotor integrado en la caja de cambios Steptronic de ocho velocidades.
Entras las muchas modificaciones que recibe este propulsor se encuentran los nuevos pistones de acero, que permiten una presión de combustión mucho más alta, o el nuevo sistema de inyección directa common-rail, que funciona ahora con inyectores de válvula solenoide que proporcionan hasta 12 inyecciones por carrera y con una presión máxima de 2.500 bares. Con los 18 CV del motor eléctrico, el sistema mild-hybrid de este Serie 7 diésel alcanza los 300 CV y un par máximo de 670 Nm. Y al igual que las variantes PHEV, también cuenta con la tracción total xDrive.

Otra novedad para la gran berlina bávara es que ahora solo está disponible con una longitud de carrocería, de 5,39 metros, y tal como es de esperar en un vehículo de este nivel su dotación tecnológica es muy generosa, destacando el sistema BMW Interaction Bar, que permite personalizar el interior del coche con diferentes tonos de iluminación, o la pantalla BMW Treatre de 31,3 pulgadas, que se despliega por detrás de los asientos delanteros y convierte los viajes para los pasajeros de la fila posterior en una verdadera experiencia de entretenimiento.
La nueva Serie 7 de BMW está disponible desde 118.300 euros, tarifa correspondiente a la versión diésel 740d xDrive. La variante PHEV menos potente tiene un precio de 131.200 euros, cifra que sube hasta los 142.050 euros en el caso del M760e xDrive. Por su parte, el i7 xDrive60 con tecnología cero emisiones y una autonomía de 625 km se puede adquirir desde 139.350 euros.
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