En la red de concesionarios BMW ya está disponible uno de los coches más esperados de la marca bávara, el iX3 o lo que vendría a ser la versión 100% eléctrica de la gama X3, uno de los SUV de más éxito de ventas de su segmento.
Con la llegada de esta nueva variante, este modelo puede presumir de ofrecer el elenco completo de motorizaciones: gasolina, diésel, híbrido enchufable y ahora eléctrico. El iX3 marca además el hito de ser el primer modelo de la familia X de BMW dotado con esta tecnología.
Desde el punto de vista estético, la marca ha procurado que este nuevo iX3 se integre de pleno en la gama, por lo que no existen diferencias muy apreciables respecto al resto de versiones. A simple vista luce como un X3 más.
Las principales diferencias las marcan una serie de detalles en azul en diferentes partes de su carrocería, pero sobre todo los típicos riñones que conforman la rejilla frontal, que están cerrados para mejorar la aerodinámica al no tener nada que refrigerar tras ella. Las llantas también son propias, de hasta 20 pulgadas y con un diseño específico muy aerodinámico que según la marca permiten sumar 10 km extra a la autonomía.
Totalmente reconocible
En el interior sucede otro tanto de lo mismo. BMW no ha recurrido a grandes pantallas digitales para su eléctrico, sino que ha preferido mantener el diseño del resto de la gama, por lo que todo es conocido y se hace fácil familiarizarse con sus mandos. También una serie de detalles en color azul se encargan de marcar la diferencia, así como el cuadro de instrumentos, con gráficas e información específica.
Su evolución eléctrica no influye en el espacio destinado a los pasajeros, igual de amplio y confortable que el de sus hermanos de gama. No obstante, sí que cede en capacidad de maletero, a consecuencia de que en el eje trasero se encuentran algunos de los elementos más importantes del sistema de propulsión eléctrico. Anuncia un volumen de 510 litros, 40 menos que los X3 de gasolina o diésel, capacidad que, por otro lado, sigue siendo muy buena.
En la cúspide eléctrica
Técnicamente, este nuevo iX3 representa la vanguardia de la tecnología eléctrica de la firma germana. Para este SUV han elegido un motor de 286 CV y 400 Nm de par que se aloja, formando una sola unidad junto a la transmisión y la centralita de potencia, en el eje posterior y se alimenta de la energía que acumula la batería de alto voltaje, 400 V, con una capacidad bruta de 80 kWh (74 kWh útiles) que le permite homologar una autonomía de 460 km.
La batería está situada bajo el piso del coche, entre los dos ejes, una posición que no resta nada de espacio a los pasajeros y propicia que el centro de gravedad se haya visto rebajado en 7,5 cm, así como que consiga un reparto de pesos muy bueno, 43% en el tren anterior y 57% en el posterior.
Se puede recargar a una potencia máxima de 150 kW, pudiendo pasar en este caso del 0% al 80% de su capacidad en 34 minutos. En un punto de recarga de corriente alterna la potencia máxima de recarga es de 11 kW y se puede completar el proceso en unas ocho horas.
Diversión sostenible
En la práctica, su conducción es muy similar a la de cualquier otro X3. Su velocidad máxima está limitada a 180 km/h y desde el primer momento sorprende el fuerte empuje que muestra el motor y sus sensacionales aceleraciones. Es un coche que mantiene intacto el espíritu de BMW ofreciendo un tacto de conducción muy deportivo. Se muestra siempre tremendamente ágil pese al elevado peso, 2.260 kilos, y depara siempre un comportamiento dinámico excepcional.
Lo pudimos comprobar en una presentación dinámica que nos dio la oportunidad de conducirlo en todo tipo de uso, tanto por el centro de Madrid como por carreteras del extrarradio, así como también por vías más estrechas y viradas. En estas últimas mantiene muy bien el tipo, en parte por el buen trabajo que realizan las suspensiones, con amortiguadores de dureza variable de serie, mostrando siempre, incluso en las curvas más cerradas, un magnífico aplomo.
Para la transmisión cuenta con una caja de cambios de una sola relación con función B, que se activa en el propio selector de marcha y propicia que al levantar el pedal del acelerador las retenciones sean muy fuertes, tanto que incluso se encienden las luces traseras de freno, aumentando considerablemente la frenada regenerativa. Si sabemos sacarle partido en ciudad, además de tener que utilizar muy poco el pedal del freno incremente en un buen porcentaje la autonomía de la batería.
No falta el selector de modos de conducción que encontramos en las versiones con motor de gasolina y diésel de este SUV, por lo que se puede conducir en modo ECO PRO, COMFORT y SPORT. Este último, que es el que permite la conducción más dinámica, va acompañado de un sonido artificial que crea un ambiente bastante deportivo en el habitáculo.
Su consumo combinado homologado en ciclo WLTP es de 19,5-18,5 kWh/100 km, una cifra que se acerca mucho a la que se puede obtener en una conducción real. En nuestro caso, a lo largo de los kilómetros que pudimos realizar el gasto medio fue de 17,6 kWh, en un recorrido como ya hemos dicho en el que se alternó todo tipo de uso. En una medición de consumo puntual circulando por autovía a la velocidad máxima obtuvimos un registro de 20,4 kWh/100 km.
Lo bueno se paga
Como sucede con su peso, su precio también es elevado. El iX3 se ofrece con dos niveles de equipamiento muy completos en los que se incluye de serie, entre otras muchas asistencias a la conducción, el Driving Assistant Professional, que incluye el control de crucero activo con función Stop&Go, el asistente de dirección y las advertencias de cambio y salida de carril para acercar a este coche a la conducción autónoma.
Cuenta, asimismo, con un evolucionado sistema multimedia y de conectividad con el denominado Intelligent Personal Assistant, un avanzado sistema de reconocimiento de voz. Los niveles de equipamiento del BMW iX3 se denominan Inspiring, con un precio de 72.300 euros, e Impressive, que supone un sobreprecio de 5.350 euros.