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martes, mayo 30, 2023

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Bajan las distracciones al volante, pero aumenta la letalidad y sus consecuencias por la mayor velocidad

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«Me distraje apenas un segundo y…» es la excusa más habitual que ponemos cuando tenemos un susto durante la conducción de nuestro vehículo o sufrimos un incidente en la carretera. Y es cierto, basta apenas un segundo para que nuestra vida pueda cambiar por completo y tener un accidente por distraernos de nuestra labor al volante. Según la Fundación Línea Directa, uno de cada tres accidentes que se producen son por distracciones o abstracciones del conductor y son responsables de mas de 230.000 víctimas en nuestras carreteras durante los últimos diez años.

El equivalente a que las poblaciones enteras de ciudades como Granada, Elche, Tarrasa, Oviedo o Badalona fueran víctimas de accidentes de tráfico. O, por continuar con el símil, que todos los habitantes de ciudades como Don Benito, Tudela, TorrePacheco o Villagarcía de Arosa hubieran tenido que pasar una larga temporada en el hospital a causa de los accidentes de tráfico. Y, puestos a seguir con la comparativa poblacional, las distracciones al volante habrían provocado la completa desaparición de todos los habitantes de localidades como Vandellós, Miraflores de la Sierra, Tossa de Mar, Nerva, Algodonales, Paterna, Campo Real, Peñafiel u otras semejantes.

Un nuevo estudio de la Fundación Línea Directa pone de relieve la creciente importancia que están teniendo los accidentes provocados por distracciones en cuanto a la letalidad se refiere. Y es que si bien el estudio destaca el 58% de reducción logrado en el número de accidentes provocados por distracciones entre 2012 y 2021 (de 34.906 hemos pasado a 13.937), no deja de ser preocupante que durante dicho período se han contabilizado un total de 238.000 accidentes con víctimas, de las cuales 6.200 personas fallecieron por dicha causa y otras algo más de 30.000 resultaron con heridas graves.

Bajan los accidentes, pero se incrementa la letalidad

Pero pese a la notable bajada registrada en el número de accidentes que las distracciones provocan, lo realmente preocupante es el incremento de la gravedad que tienen para los ocupantes de los vehículos y el resto de personas que se vieron involucradas en los mismos. Así, la letalidad en los accidentes por distracciones se ha incrementado en un 52% durante el período 2012-2021, pasando de registrarse 1,6 fallecidos por cada 100 víctimas a una media de 2,43.

Este dato viene a poner de relieve que si bien hay un menor número de incidentes provocados por distracciones, cuando estas provocan un accidente su resultado adquiere una mayor gravedad hoy que hace 10 años. Y ello pese a que los vehículos son bastante más seguros que antaño y los pasajeros viajan más protegidos de lo que lo hacían hace tan solo una década.

De igual modo, pone de manifiesto la fuerte incidencia que tiene el aumento de la velocidad que se está produciendo en nuestras carreteras, tal y como demuestra el hecho de que tan solo entre 2019 y 2021 el número de sanciones impuestas por excesos de velocidad se ha incrementado en un 26%.

Recordemos que, según el actual reglamento en vigor, las sanciones por distraerse al volante pueden ir desde leves a graves con sanciones de 100 euros para las primeras y de hasta 200 euros y pérdidas de 3 a 6 puntos en el carnet de conducir por las segundas. Como distracciones, el propio reglamento sancionador reconoce el hecho de no controlar en todo momento el vehículo, conectar cascos de audio o dispositivos que afecten a la atención del conductor mientras conduce, o usar manualmente un teléfono o dispositivo móvil con el coche en movimiento.

El estudio ha sido realizado por la Fundación Línea Directa a partir de los datos disponibles en la base de datos Arena de la DGT, el censo de conductores del año 2022 y de los resultados de la encuesta realizada sobre hábitos de conducción, opinión y tendencia a las distracciones obtenidos directamente de los conductores tras realizar 1.700 entrevistas entre los pasados días 27 de marzo y 4 de abril.

Según sus resultados, las principales distracciones de los conductores españoles son provocadas por abstracciones ajenas a la conducción (31%), el cansancio (29%), las ocasionadas por distraerse al mirar el entorno (13%), por la interacción con otros ocupantes del vehículo (9%), la manifestación súbita de una enfermedad (7%), el realizar distintas acciones de manera simultánea mientras conduce (6%), el uso del móvil y otros dispositivos tecnológicos mientras conduce (4%) o el denominado efecto «mirón», cuando se circula cerca de un accidente de tráfico (1%).

Canarias, Murcia y Castilla y León, los más «distraídos»

En cuanto a la territorialidad de los accidentes por distracciones, y partiendo de que la media de conductores que reconoce que se distrae mientras conduce es bastante elevada, de nada menos que el 75%, las comunidades en las que estas se producen de manera más abundante son Canarias, Murcia, Castilla y León y Galicia, mientras que en el fiel contrario de la balanza se posicionan Aragón, Extremadura, Cataluña, Cantabria y Comunidad Valenciana. En término medio se ubican comunidades como las de Andalucía, Madrid, Asturias, País Vasco, Baleares y La Rioja.

El estudio de la Fundación Línea Directa incide especialmente en lo grave que resulta el uso del móvil y otros dispositivos cuando se conduce. Aparentemente, esta causa tiene poca presencia entre las que aparecen como responsables de las distracciones, pero la realidad es otra muy distinta. Según los datos recabados por el análisis, la razón de que esto sea así reside en la dificultad que encuentran los agentes de tráfico para recoger este hecho durante la elaboración de los atestados de los accidentes. Para ellos resulta muy complicado deducir con certeza que el uso del móvil estuvo entre las causas que provocaron el accidente, máxime cuando los conductores no suelen reconocer este hecho que para ellos resulta especialmente incriminatorio de cara a su culpabilidad en el mismo.

Sin embargo, que más de 13 millones de automovilistas (el 48% ciento del total) reconozcan hacer uso del móvil mientras conducen, y que los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado hayan impuesto casi 500.000 multas en los últimos cinco años (2018-2022) por conducir hablando por el móvil indica que, lejos de reducirse tal actitud al volante, la misma no solo persiste, sino que viene incrementándose en los últimos tiempos. De hecho, según las encuestas realizadas, más de 600.000 conductores (2,2%) se declaran «adictos al móvil» y reconocen que «no pueden dejar de mirarlo mientras conducen».

Y esto es un hecho que resulta especialmente grave, dado que circulando a 100 km/h la simple distracción del conductor mientras aparta la vista de la carretera para marcar un número de teléfono le obligará a recorrer unos 120 metros sin control de cuanto sucede por delante del coche antes de conseguir detenerse. O que mientras que mantenemos una conversación por teléfono móvil mientras conducimos dejamos de percibir un 40% de las señales presentes en la carretera en nuestro camino. Y sin duda, ambas situaciones provocan aún un mayor número de distracciones y abstracción del conductor de su labor al volante de lo que sería de desear.

Colisión por alcance, el resultado más frecuente

En cuanto a la tipología de los accidentes que provocan las distracciones, el siniestro más frecuente de cuantos se producen es la colisión por alcance (27%), seguido por las colisiones frontolaterales (17%) y las salidas de la vía (15%). Por suerte, el 80% de los accidentes por distracción se suele producir en vías urbanas, donde la velocidad es más reducida, lo cual no quita para que nada menos que seis de cada 10 accidentes que suceden en vías interurbanas tengan como origen una distracción o abstracción del conductor.

Además, estos accidentes se producen en momentos en los que especialmente bajamos la guardia y estamos menos concentrados en las labores que realizamos. Por lo general, se concentran mayoritariamente en horarios fuera de la jornada laboral y, más concretamente, el 37% sucede en sábados y domingos. Eso sí, los conductores reconocen mayoritariamente que se distraen con mayor facilidad cuando afrontan largos tramos de recta mientras circulan por vías interurbanas y en los semáforos cuando lo hacen por las calles de la ciudad.

En cuanto a los conductores tipo más proclives a distraerse mientras conducen, el estudio indica como el más habitual a los hombres por delante de las mujeres y, pese a lo que cabría pensar, a los conductores más noveles, de entre 18 a 29 años, por delante de los mayores de 65, que curiosamente se distraen hasta 10 veces menos que los del grupo anteriormente mencionado. Esto hace pensar que las distracciones van no solo muy de la mano de la experiencia, sino también de la edad del conductor. Y es que, a medida que descienden las facultades y aptitudes para ponerse al volante de un coche, la asunción de la responsabilidad es mayor y la atención que se presta al hecho de conducir también.

Cuando «apenas un segundo…» ya significa mucho

En conclusión, el estudio elaborado por la Fundación Línea Directa pone de relieve la necesidad de transmitir importantes consejos a los conductores para, en lo posible, evitar abstraerse o distraerse mientras conducimos nuestros vehículos. Así, la principal de ellas sería la de situar el móvil en modo «conducción» antes de iniciar la marcha. E igualmente deberíamos hacer con el GPS, seleccionar nuestro destino y los condicionantes que queremos establecer para la ruta a seguir antes de ponernos en movimiento. De esa manera evitaríamos la principal fuente de distracciones que hay al volante.

Por otra parte, seguir los consejos de la DGT y realizar descansos cada dos horas o 200 km al volante también nos ayudará a mantener nuestra atención al volante y a cuanto rodea a la conducción. Si combinamos esto con otras actitudes como son el evitar discutir o alterarnos en conversaciones con nuestros acompañantes mientras conducimos o no realizar cualquier otra actividad que nos obligue a desviar nuestra atención de cuanto sucede por delante nuestra en la carretera durante más de dos segundos tendremos mucho ganado para evitar distraernos.

Y es que conviene recordar la gran excusa que muchos comentan cuando hablan del accidente que acaban de sufrir: «Me distraje apenas un segundo…» . Mientras estés al volante, sólo conduce.

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