La búsqueda de la sostenibilidad es la tendencia de moda en las flotas corporativas de la Unión Europea. Una de cada dos empresas ha fijado en sus RSC objetivos concretos a futuro respecto de sus emisiones de CO2, pero sin embargo sólo un tercio de ellas las monitorea de una forma adecuada a pesar la inminente fecha límite (2024) para que reporten sus emisiones de gases efecto invernadero.
Esta es una de las principales, e impactantes, conclusiones que se pueden extraer del European Fleet Emission Monitor (EFEM) que Alphabet, la operadora de renting y servicios de movilidad del Grupo BMW, ha puesto de relieve. Datos que apuntan a la necesidad que tienen los gestores de flota de disponer de una herramienta que les permita adoptar decisiones adecuadas para alcanzar la sostenibilidad de las flotas.
Y es que los datos que arroja la encuesta EFEM también dejan bastante claro que, al menos de momento, «la industria carece de una herramienta holística que permita medir y, por tanto, reducir con éxito las emisiones de CO2 que producen los vehículos de la flota para poder cumplir con los objetivos de sostenibilidad fijados por la empresa».
Sostenibilidad, tendencia de moda
Pese a ello, la sostenibilidad como objetivo viene ganando, año tras año, mayor peso y espacio en las estrategias comerciales de las empresas con sede en el Viejo Continente. De ahí el interés de Alphabet por efectuar un estudio como el EFEM. La operadora de renting y movilidad realizó una amplia encuesta entre más de 700 administradores de flotas en distintos países europeos con el fin de obtener mayor información sobre este tema. Los resultados son los que se han publicado en el denominado Monitor de Emisiones de Flotas Europeas (EFEM).
Y según los resultados publicados, las empresas deben todavía aplicarse en la adopción de enfoques más integrales si quieren alcanzar sus objetivos en materia de sostenibilidad. Para ello, tal y como se indica en el estudio realizado a raíz de las conclusiones que arroja la encuesta, se necesita conseguir «una herramienta holística con la que poder medir y reducir las emisiones de CO2 que provocan las flotas».
La encuesta también pone de manifiesto que mientras que el 51% de las empresas consideran importante la cuestión de la sostenibilidad, a la hora de plantearse la toma de sus decisiones comerciales tan sólo el 37% monitoriza de manera adecuada y consecuente las emisiones que sus vehículos producen a fin de poder alcanzar sus objetivos de sostenibilidad.
Sin datos, no hay sostenibilidad posible
Otro de los resultados que ciertamente llaman la atención es el que revela el elevado número de empresas que reconoce no disponer de dato alguno respecto de las emisiones que sus vehículos provocan. Así, se desprende de la encuesta que nada menos que el 17% de las empresas consultadas no tiene ningún conocimiento sobre las mismas, hecho que indica claramente que actualmente y «a pesar de reconocer la importancia de la sostenibilidad en sus operaciones, hay muchas empresas que no están tomando medidas adecuadas para rastrear y reducir su huella de carbono».
Una situación que, sin duda, impide por completo el que estas compañías puedan aplicar políticas de actuación o buscar soluciones para alcanzar los objetivos de sostenibilidad que ellas mismas se marcan en sus planteamientos y políticas de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) para estos próximos años.
Para Alphabet, el tema es ciertamente importante. «Estamos asistiendo a un importante cambio en los pensamientos y planteamientos económicos de las empresas, en los que la sostenibilidad está adquiriendo —de facto ya lo ha hecho— una relevancia mucho mayor en los últimos dos años», comenta el CEO de la operadora de Renting y Servicios de Movilidad del Grupo BMW, Markus Deusing.
«La planificación de flotas es un gran ejemplo de lo desafiante que puede ser equilibrar la eficiencia económica o la rentabilidad con un modelo de negocio orientado a la sostenibilidad», añade el CEO de Alphabet International. Para ello, «el primer paso es proporcionar un sistema que permita a los administradores de flotas dibujar una imagen confiable de su status quo que facilite la adopción de los cambios correspondientes para lograrlo».
El EFEM desvela también que las empresas son conscientes de la importancia que tiene alcanzar la sostenibilidad de cara a la planificación y configuración de sus flotas a futuro. El 61% de los gestores consultados así lo piensa al menos. Sin embargo, la mayoría de ellos sigue descuidando el control de las emisiones CO2 de sus vehículos pese a que el 60% reconoce la importancia que este dato tiene de cara a la toma de decisiones comerciales tanto al activar como al renovar sus flotas.
Apenas un 38% de los encuestados es consciente de la importancia real que estos datos tienen, aunque discute la veracidad y validez de los mismos. Y, pese a todo, uno de cada diez gestores afirma sin rubor alguno no plantearse la sostenibilidad de la flota al tomar decisiones empresariales.
Según Alphabet, cuatro de cada cinco de sus clientes europeos consideran importante reducir las emisiones de CO2 que sus flotas producen. El 51% de estos clientes ya ha establecido sus objetivos de reducción de emisiones a futuro y más de un tercio se ha fijado como meta alcanzarlos en períodos que oscilan entre los dos y los cinco años.
Para alcanzar tales objetivos, es evidente que las empresas deberían controlar las emisiones que los vehículos de su flota producen, pero tan sólo el 37% de ellas monitorea adecuadamente las emisiones y casi el 20% de las corporaciones que participaron en la encuesta no efectúan control alguno sobre las emisiones de sus vehículos.
Por otra parte, al no existir herramientas adecuadas para la monitorización de las emisiones de la flota, la gran mayoría de los gestores recurre a una práctica que si bien les permite aventurar el dato real, está muy lejos de ser la adecuada. El 48,3% de los gestores de flota entrevistados utiliza cálculos propios basados en los datos de consumo de combustible de sus vehículos, mientras que casi un tercio (31,3%) recurre a los datos proporcionados de manera genérica por los fabricantes y que acumulan personalmente en hojas de Excel.
Nueva herramienta CO2 en desarrollo
Consciente de la problemática existente y a la vista de los datos arrojados en las conclusiones del EFEM, Alphabet reconoce la necesidad existente en el mercado de disponer de «una solución de monitoreo de CO2 integral y fácil de usar», comenta Andreas Baron, experto en Sostenibilidad y Consultoría de la Alphabet International.
La operadora de renting y servicios de movilidad del Grupo BMW se ha marcado como objetivo para los próximos años acompañar a sus clientes, administradores de flotas y sostenibilidad, en la consecución de sus objetivos en materia de emisiones CO2. Para ello ya está dando los pasos adecuados para lograrlo.
Alphabet «proporcionará a sus clientes un sistema confiable que ofrezca una imagen clara de su estado actual en materia de emisiones y que les permita afrontar la toma de decisiones necesarias para hacer modificaciones que mejoren la sostenibilidad de su flota». El operador del Grupo BMW ya está «invirtiendo y asociándose con prestigiosas empresas externas para desarrollar una innovadora herramienta de CO2 que permita a los administradores controlar las emisiones de la flota y adoptar las decisiones a futuro que garanticen la sostenibilidad de la misma».
La electrificación también preocupa
Otros datos de interés obtenidos en la encuesta son los que hacen referencia al actual proceso de electrificación que las flotas afrontan. El 69% de los gestores consultados indica que sus flotas ya cuentan con unidades eléctricas, mientras que un 30% confía en erradicar la presencia de vehículos gasolina o diesel dentro de los próximos seis a diez años.
En todo caso, los gestores de flotas también destacan los graves inconvenientes que encuentran para afrontar estos procesos de transición tecnológica. Un abrumador 94% destaca que existen importantes limitaciones que frenan sus actuaciones en este campo; el 38% apunta a la reducida autonomía que los vehículos en el mercado ofrecen actualmente, y un 36% alude a la grave escasez de infraestructuras de carga disponibles en nuestras carreteras y ciudades. Factores ambos, junto con otros, que provocan que el 6,8% de los encuestados mantenga su objeción a incluir vehículos eléctricos en su flota.