El Foro de Movilidad Sostenible impulsado por ALD Automotive puso el broche final a su primera edición con la celebración de su cuarta mesa, que bajo el tema central de ‘El impacto social de la nueva movilidad’ reunió a un grupo de expertos para debatir qué estrategias puede impulsar el sector de la movilidad promover una sociedad no solo más verde, sino también más justa e inclusiva.
Los participantes coincidieron en señalar que el mayor reto que tiene por delante la movilidad es lograr un impacto verdaderamente transformador en la sociedad. En este sentido, Antonio Cruz, subdirector general de ALD, iniciaba el encuentro recordando que lo más importante en un momento como este es definir «qué acciones funcionan y cuáles no» para que los cambios acometidos no se queden en una mera cosmética y tengan un impacto real.
En un momento en el que la foto es tan importante para quienes quieren ser sostenibles –y comunicarlo–, lograr un impacto verdaderamente transformador es un reto para las compañías. La buena noticia es que, aunque queda mucho por avanzar, están trabajando en ello. «Hace falta voluntad para distinguir acciones concretas de lo que verdaderamente es algo transcendente: una cosa es plantar cien árboles y otra hacer un seguimiento de que, en cinco años, todos siguen ahí», explicaba Carlota de Paula Coelho, manager en MAS Business.
La ciudadanía, los consumidores, son una gran fuerza tractora para que las compañías intenten generar cada día un mayor impacto positivo. Estas, a su vez, pueden premiar el buen comportamiento de sus clientes. En el caso de las aseguradoras, Fernando Martín, director de desarrollo de negocio en grandes cuentas de Caser, habla de incentivar, más que el uso, el buen uso: «Teniendo en cuenta que la prima de seguro puede suponer hasta el 30% del precio de un vehículo de renting, podemos construir sobre ello y animar a conducir de forma más sostenible», ejemplifica.
La regulación como incentivo para la movilidad sostenible
La legislación es otro de las grandes palancas en la transformación de la movilidad. Esta, considerada a veces un palo, también puede ser una zanahoria que incentive a la construcción de un modelo sostenible. «Es precisamente la legislación la que permite que las instituciones den, además de protección a la ciudadanía, soporte a las empresas para mejorar su conocimiento», subrayaba Juan Luis Antolín, director de Comunicación en PONS Mobility.
En medio de un tsunami regulatorio y del vaivén incesante de noticias que tienen que ver con la sostenibilidad en todas sus facetas, es muy importante que exista un rigor técnico a la hora de comunicar que despeje dudas y ayude a los consumidores a tomar decisiones. En el caso de los vehículos eléctricos, frente al relato negativo de la falta de infraestructuras, Rafael del Río, director técnico de Aedive, propone usar datos reales para empujar la transformación: «A finales de 2019, en España había 5.500 puntos de recarga. Ahora, pandemia mediante, hay más de 20.000».
La movilidad es solo la punta de lanza
Desmontar falsos mitos es importante, como también lo es contar casos de éxito que den esperanza y que demuestren que la movilidad es la punta de lanza de un sistema con mayor impacto positivo a nivel social, medioambiental, tecnológico y laboral. Es el caso de Revoolt, una start up que ejemplifica que se puede apostar por la descarbonización y el trabajo digno en el sector de la logística. «Al principio nos tachaban de locos por cosas como usar vehículos eléctricos o por tener contratados a nuestros repartidores, ya que la mayoría de empresas como la nuestra funcionaban con riders autónomos», afirmaba su CEO, Ángel Sánchez.
Ellos fueron pioneros cuando el viento soplaba en contra pero, en el contexto actual, instituciones, compañías y ciudadanos parecen remar a favor y persiguen un objetivo común. «Están ocurriendo cosas que no han ocurrido antes. Los ciudadanos ya no quieren solo compañías que den un servicio perfecto, sino que contribuyan a cambiar las cosas y a generar un impacto positivo en la sociedad y en las personas», concluía Daniel Truran, embajador de B Corp en España. Y es en esa colaboración donde está la potencial clave del éxito.