Apostar por la micromovilidad no significa hacerlo por el descontrol ni por la desidia. El Ayuntamiento de Madrid ha decidido poner pie en pared y decir basta a la inseguridad e incumplimientos de las normativas que los patinetes compartidos venían provocando en la ciudad por el mal uso que los ciudadanos realizaban de estos vehículos y el reiterado incumplimiento por parte de las tres operadoras existentes de las normas que les fueron impuestas.
El 3 de mayo de 2023, la corporación municipal madrileña puso en marcha un nuevo modelo de alquiler de patinetes eléctricos. Para ello, incluso realizó un nuevo concurso para limitar el número de licencias y de operadoras de servicios de micromovilidad mediante patinetes existentes en la ciudad, con el fin de garantizar una mayor seguridad, integración y orden en sus calles.
La reducción de operadores no fue suficiente
Así, de los casi 10.000 patinetes que había hasta entonces dando servicio y circulando por Madrid, la cifra se redujo a tan sólo 6.000 y el número de operadores autorizados para los distintos servicios habilitados a únicamente tres. Dott, Lime y Tier Mobility fueron las ganadoras del concurso y, desde entonces, han venido dando sus servicios con 2.000 patinetes activos cada una de ellas.
Desde entonces, el Área de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad de la corporación municipal ha venido siguiendo y realizando inspecciones periódicas del cumplimiento de las normativas que las tres operadoras han venido realizando de las normativas establecidas para sus servicios de micromovilidad. Según la información facilitada por el Ayuntamiento de Madrid, sus técnicos han podido corroborar que “los tres operadores quebrantan las condiciones establecidas en las autorizaciones, causa justificada en los pliegos para retirar de forma unilateral los permisos sin derecho a indemnización”.
Falta de información y colaboración
Entre los motivos que han llevado al Ayuntamiento a revocar las autorizaciones destaca el que las propias sociedades concesionarias hayan “impedido la facultad de inspección del Ayuntamiento sin aportar la información requerida o el acceso a la interfaz de sus servicios”.
Según la corporación municipal, las operadoras “no han llevado a cabo el despliegue equilibrado de patinetes requerido en toda la ciudad”. Esto es, en el pliego de condiciones se establecía un límite de 3.600 patinetes en el interior de la M-30 y el despliegue de 2.400 más por el resto de la ciudad, al tiempo que se establecía una ratio de 10 patinetes por cada 10.000 vecinos. Los técnicos del Ayuntamiento no han podido confirmar el cumplimiento de este tipo de distribución de los vehículos por la ciudad en ninguna de las tres operadoras, debido a la falta de información al respecto remitida por las empresas.
Otro de los grandes problemas detectados durante este último año es el del estacionamiento indebido de estos vehículos en lugares no habilitados para ello. Se trata de un problema endémico de este tipo de servicios desde el primer día de su puesta en marcha, y se debe fundamentalmente a la poca educación de los usuarios al respecto.
Desarrollos tecnológicos no realizados
El nuevo modelo de autorización que el Ayuntamiento puso en marcha en 2023, introducía importantes mejoras para tratar de solucionar este problema. Entre ellas, que las operadoras dispusieran de desarrollos tecnológicos en sus aplicaciones que obligaran a los usuarios a tener que aparcar sus vehículos únicamente en las zonas habilitadas para ello, especialmente en el distrito Centro.
Estas limitaciones también estaban vigentes en el resto de la ciudad. En ellas, los patinetes podían aparcar fuera de las zonas reservadas siempre que no existiera una plaza para motocicletas, ciclomotores, motocicletas y VMP a menos de 50 metros del punto de estacionamiento.
La normativa buscaba que las aplicaciones impidieran iniciar o finalizar los trayectos fuera de esas localizaciones. Igualmente, también quería que se impidiera eso mismo en las calles de prioridad peatonal, en las aceras o en espacios peatonales contiguos a parques históricos, como El Retiro.
Como decimos, los técnicos municipales han verificado que todo esto no se ha llevado a cabo por parte de ninguna de las tres empresas y que sus respectivas interfaces de contratación de los servicios a disposición de los usuarios carecen de la citada información.
Cobertura insuficiente de los seguros
Igualmente, el Ayuntamiento también ha corroborado que la cobertura de los seguros aplicable al servicio resulta insuficiente y carece de la cobertura de riesgos que se exigía en las autorizaciones otorgadas. Y, de igual modo, tampoco se han cumplido las exigencias existentes en las mismas respecto de la impartición de cursos para dar a conocer a los usuarios el funcionamiento correcto y la normativa aplicable al uso de los patinetes por las calles de la ciudad.
Por todo ello, ahora, tras estudiar la situación y un período de reflexión, el Ayuntamiento de Madrid dice basta y se suma a muchas otras ciudades (París y Barcelona entre ellas) que ya han dicho NO a las empresas de alquiler de servicios de micromovilidad mediante patinetes en sus calles. La corporación madrileña no prohíbe el uso de los mismos —se podrá seguir teniendo y utilizando a nivel particular un patinete en propiedad—pero sí que ha decidido cancelar las concesiones adjudicadas a Dott, Lime y Tier y eliminar sus servicios en las calles de la ciudad.
De esta manera, las empresas adjudicatarias tienen ahora un período de 20 días para presentar sus alegaciones a la decisión adoptada por el consistorio de la ciudad que pone punto y final a sus negocios.
