La Asociación de Constructores Europeos de Automóviles (ACEA) se ha comprometido a alcanzar la descarbonización del transporte por carretera y apoyar los objetivos de la Unión Europea en materia de neutralidad climática y del Pacto Verde para 2050, si bien considera que para cumplir con el paquete Fit for 55 es preciso elevar el perfil de la Directiva de calidad del combustible (FQD), que establece parámetros de calidad relacionados con la salud y el medio ambiente para los combustibles líquidos. Así pues, considera que es razonable que, paralelamente a la publicación por parte de la Comisión Europea de las propuestas para los estándares de emisión de contaminantes Euro 7/VII, en julio de 2022, se mejore la calidad del combustible para armonizarlos con el sistema del motor y el postratamiento de los gases de escape.
Según la asociación, la propuesta de la Comisión para la Directiva de calidad del combustible en Fit for 55 carece de ideas y olvida que dicha norma también debe soportar nuevos estándares de emisiones, ya que los parámetros de combustible establecidos para gasolina y diésel no se han actualizado desde 2009. Concretamente, asegura que los estándares CEN no se han actualizado lo suficientemente rápido y permiten una flexibilidad de mezcla de combustible demasiado amplia en algunos parámetros clave. La consecuencia es que las pruebas de emisiones de conducción real (RDE) pueden realizarse en diferentes países con diferentes calidades de combustible.
Armonización europea
Por ello, advierte que la Directiva de calidad del combustible debe tenerse en cuenta en Fit for 55, ya que desempeñará un papel importante para que los nuevos combustibles reduzcan las emisiones y mejoren la eficiencia de los nuevos motores, y recuerda que una mejor calidad del combustible brinda también beneficios en la calidad del aire de los vehículos más antiguos. Por ello, pide que se actualice dicha directiva y garantice una calidad de combustible similar en toda la Unión Europea.
Por tanto, deben mejorarse los parámetros clave de la gasolina y el diésel que conducirán a un mejor control de la calidad y menores emisiones contaminantes de los vehículos antiguos y nuevos. Asimismo, la gasolina debe tener un nivel de octanaje más alto para que los nuevos motores trabajen con mayor eficiencia (y mejores emisiones de CO2) y estar disponibles en toda la Unión Europea.
Además, ACEA rechaza la propuesta de aumentar el diésel de B7 a B10 y, en su lugar, demanda incrementar la mezcla de componentes renovables, como el aceite vegetal hidrotratado (HVO), así como introducir medidas para detener el uso de compuestos nitrogenados (utilizados para aumentar el octanaje de forma económica), porque causan problemas en el motor.
Igualmente, exige introducir un nuevo anexo en la Directiva de calidad del combustible que establezca parámetros de calidad para el combustible a base de metano y señala que garantizar la máxima calidad y consistencia del combustible en toda la Unión Europea es clave para satisfacer las necesidades de los clientes.
Finalmente, advierte que la actual FQD es demasiado permisiva, por lo que la nueva Directiva debe asegurar que los combustibles especificados deben venderse en toda la UE.
