La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) de España alerta de posibles riesgos en hasta 70.000 unidades de distintos modelos de las marcas del grupo Stellantis, en concreto Citroën, DS y Peugeot, fabricados entre el 19 de febrero de 2019 y el 22 de noviembre de 2022, de los que dice que podrían sufrir un incendio en sus baterías.
Por su parte, Stellantis ha cifrado en 16.000 las unidades producidas en esas series que circulan por España y no en las 70.000 indicadas por la OCU. Según fuentes del grupo automotriz, las marcas ya se han dirigido a los dueños de sus modelos afectados para hacerles ver la necesidad de efectuar una operación técnica, rápida y gratuita, al vehículo en los talleres de la marca.
A través del Safety Gate, el sistema europeo de alerta rápida de productos no alimentarios (anteriormente conocido como RAPEX), la organización española de defensa de los consumidores ha informado del riesgo que corren hasta 70.000 unidades de las citadas marcas por los fallos de seguridad detectados a causa de determinados defectos en el aislamiento de algunos componentes durante su proceso de producción.
Al parecer, estos defectos permitirían que se produjeran infiltraciones y acumulaciones de agua en los departamentos donde van alojadas las baterías, con lo que ello supone de peligro dado que de no corregirse es posible que las carcasas que recubren las baterías pudieran verse dañadas por los efectos de la corrosión, con el consiguiente riesgo de incendio que ello conlleva.
Los modelos afectados según la información facilitada por la OCU serían los Citroën C5 Aircross fabricados desde el 20 de enero de 2020 hasta el 10 de enero de 2023; los DS DS7 Crossback producidos entre el 19 de febrero del 2019 y el 22 de noviembre de 2022; y los Peugeot 3008 V2 que salieron de las líneas de montaje entre el 12 de marzo de 2019 y el 12 de diciembre de 2022 y 508 fabricados entre el 10 de julio de 2019 y el 25 de enero de 2023.
Desde la OCU se anima a los compradores de alguna unidad de las series de producción antes mencionadas a ponerse en contacto con los fabricantes de estos vehículos, en el caso de que ellos aún no lo hayan hecho, para proceder a la reparación del problema. Una acción que, como recuerda la organización de defensa de los consumidores, «deberá hacerse de forma gratuita y lo antes posible».
Para ello, la OCU recomienda preguntar a los respectivos servicios de atención al cliente de las citadas marcas para conocer si su vehículo está entre los afectados por el mencionado problema y, muy especialmente, si se adquirió de segunda mano, puesto que lo más probable en este caso es que el actual propietario del vehículo no figure en la base de datos del fabricante.
Aunque se trata de una alerta importante de cara al consumidor, conviene aclarar que este tipo de situaciones y otras muy parecidas, tanto de mayor como de menor envergadura, se dan con frecuencia en muchas unidades. Lo que sí conviene aclarar es la proactividad de cada uno de los fabricantes en particular como de todo el sector del automóvil en general para subsanar esos defectos que pueden conllevar algún tipo de riesgo para la integridad del vehículo y, por supuesto, del conductor, los posibles ocupantes y del resto de usuarios de la vía.
Lo normal es que este tipo de fallos se subsanen rápidamente aprovechando cualquier acción de mantenimiento o reparación del vehículo cuando se trata de problemas no urgentes o que no conllevan un alto grado de riesgo. Aprovechando su paso por el taller oficial de la marca, los mecánicos lo subsanan aplicando la solución adecuada y la gran mayoría de los clientes ni tan siquiera perciben que la reparación se ha llevado a cabo.
En el caso de averías más graves o con mayores posibles riesgos, los propios fabricantes llaman a los clientes para instarles a que concierten cita en su taller habitual para proceder a la reparación del vehículo. Como ya hemos indicado, este tipo de averías o defectos de fabricación deben ser subsanados y sufragados íntegramente por los fabricantes del modelo. Los clientes no deben hacer ningún tipo de pago ni por la operación mecánica ni tan siquiera por alguna pieza o componente preciso para efectuar la misma.